Autor: Carole Wilkinson.
Sinopsis: [...] Ping y Kai abandonan el palacio Beibai para seguir el mapa secreto de Danzi. Ping se ha dado cuenta que la única manera de que el dragón esté a salvo es alejándose de los humanos pero, como siempre, las instrucciones de Danzi no son claras. Para Ping es un auténtico rompecabezas resolver mensajes ocultos. Sin saber exactamente a dónde se dirigen, Ping debe encontrar un hogar seguro para Kai. Pero ¿cómo logrará hacerlo? [...] (Extracto de la introducción).
Formato: Digital (epub).
¿Qué les puedo decir? El final de la travesía de Ping como guardiana de dragones es, por decir lo menos, extraño. No es malo en sí, aunque tampoco lo que muchos hubieran querido. Resulta, por el modo en que se dio, correcto, más no es todo lo que hay. Si no me creen, permítanme explayarme un poco,
Ping y Kai (el cachorro de dragón) han vivido por una larga temporada bajo la protección de la hermana del emperador, esposa de un lugarteniente. Sin embargo, Ping no tarda en sentir que es tiempo de marcharse, así que comienza a preparar todo para seguir unas enigmáticas instrucciones que Danzi, padre de Kai, le ha hecho llegar. El problema es que, como casi todo lo que Danzi decía, sus instrucciones con algo complicadas para la joven, quien con ayuda de Kai y algunos otros a su alrededor, finalmente lleva su misión de guardiana de dragones hasta sus últimas consecuencias.
En esta tercera y última parte, Ping debe hacerle frente a los temores que le quedan, a sus responsabilidades para con Kai y a una de las decisiones más duras de toda su corta vida. Si antes creía pasarla mal siendo esclava o la ayudante forzada de un dragón, cuando por fin vislumbra algo para sí misma, resulta no ser lo mejor o más alegre en su situación, pero termina aceptándolo. Es una de las tantas razones para quedar conforme con el destino final de Ping, aunque no era el más deseado, lo mismo que el de Kai. Pero como he podido aprender en mi largo trayecto como lectora empedernida, no todas las novelas pueden ni deben tener finales felices.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
(Leído en 2014)
Ping y Kai (el cachorro de dragón) han vivido por una larga temporada bajo la protección de la hermana del emperador, esposa de un lugarteniente. Sin embargo, Ping no tarda en sentir que es tiempo de marcharse, así que comienza a preparar todo para seguir unas enigmáticas instrucciones que Danzi, padre de Kai, le ha hecho llegar. El problema es que, como casi todo lo que Danzi decía, sus instrucciones con algo complicadas para la joven, quien con ayuda de Kai y algunos otros a su alrededor, finalmente lleva su misión de guardiana de dragones hasta sus últimas consecuencias.
En esta tercera y última parte, Ping debe hacerle frente a los temores que le quedan, a sus responsabilidades para con Kai y a una de las decisiones más duras de toda su corta vida. Si antes creía pasarla mal siendo esclava o la ayudante forzada de un dragón, cuando por fin vislumbra algo para sí misma, resulta no ser lo mejor o más alegre en su situación, pero termina aceptándolo. Es una de las tantas razones para quedar conforme con el destino final de Ping, aunque no era el más deseado, lo mismo que el de Kai. Pero como he podido aprender en mi largo trayecto como lectora empedernida, no todas las novelas pueden ni deben tener finales felices.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
(Leído en 2014)
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