Ignoren el hecho de que la editorial parece haber cometido un error con el nombre del autor, por favor. |
Título: El mago de Oz (en el idioma original, The Wonderful Wizard Of Oz).
Autor: Lyman Frank Baum.
Sinopsis: «[...] Entonces escucharon el ronco gemido del viento que venía del norte y oyeron un silbido muy agudo que venía del sur. Totó corrió a ocultarse debajo del catre, pero Dorothy fue en su busca. Finalmente Dorothy pudo atrapar a Totó y con él en brazos se dispuso a ponerse a salvo con sus tíos, pero cuando iba a medio camino por la habitación sucedió algo muy extraño...». Así da inicio la fabulosa historia de Dorothy, su perro y sus nuevos amigos: el león, el hombre de hojalata y el espantapájaros, en el fascinante país de Oz. (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).
Editorial de mi ejemplar: Grupo Editorial Tomo, S. A. de C. V.
¿Qué les puedo decir? Hoy en día, es muy raro toparse con alguien que no haya siquiera escuchado nombrar El mago de Oz, ya no se diga conocer alguna versión de la historia. En lo personal, era una de las muchas personas que sabía que existían Dorothy, su perro Totó y sus curiosos amigos, así como la tierra de Oz, pero de eso a saberme sus aventuras... No, mi conocimiento no llegaba a tanto. Si acaso, vienen a mi memoria vagas referencias animadas que creo haber visto, pero ahora mismo no estoy tan segura. Así pues, y considerando que Grupo Editorial Tomo tiene ejemplares muy económicos de ciertas obras ya consideradas clásicas o "viejitas" (por ejemplo, el que tengo de La guerra de los mundos, novela ya seudo-reseñada), ¿por qué no interesarme? Más porque, si no mal recuerdo, en las fechas en que se me antojó este librito estaba saliendo una versión fílmica de lo que podría considerarse precuela de la historia de Dorothy (sí, eso significa que El mago de Oz esperó un buen rato en la lista de los pendientes).
Para aquellos que apenas se adentran a las letras, o que en su inocencia crean que las películas de Oz son el origen de todo (perdón, pero no lo son), les informo que realmente todo inicia con una descripción del sitio gris y triste en el que vive Dorothy, una niña de unos catorce años, con sus tíos Emma y Henry, en Kansas. La niña tiene una mascota, un perrito llamado Totó, que es lo más cercano que tiene a un mejor amigo, así como una fuente de alegría en aquel rincón tan lúgubre donde la vida la ha llevado. Sin embargo, un potente tornado la arranca de Kansas, con Totó en brazos y con todo y casa, para luego ser depositada sin más en una tierra extraña, con habitantes más extraños aún. Y por lo que le dicen, no podrá regresar a su hogar a menos que consulte con el gobernante de una ciudad en el centro de aquel curioso país: el mago de Oz, considerado poderoso y terrible.
Conforme Dorothy avanza en su travesía hacia la ciudad donde vive el mago, se topa con inesperados compañeros de viaje: un espantapájaros que desea un cerebro, un leñador de hojalata que quiere un corazón y un curioso león que desea tener valor. Todos, de una forma u otra, están de acuerdo con la idea de que si el mago de Oz es tan magnífico como dicen, podrá darles todo eso, pero tanto el viaje como el primer encuentro con el mago resultan escabrosos y, a veces, confusos. Si logran todos obtener lo que desean, es algo que deberán leer... a menos que vieran alguna de las versiones fílmicas de la historia, sin importar si es apegada a la trama original o no. Los personajes han sido tantas veces reinterpretados o modificados, que quizá pocos sepan cómo son realmente, pero la mayoría de las veces, lo que he descrito de ellos en el presente párrafo no cambia demasiado.
En lo personal, después de terminar El mago de Oz (y quedando un poco pasmada con el final, sintiéndolo medio brusco), busqué información al respecto de la obra. Me sorprendió, en primer lugar, hallar el nombre de Baum escrito de otra forma a como Tomo lo puso en su libro (pueden comprobarlo ustedes mismos, si no creen a esta humilde servidora); por otra parte, Baum no escribió un solo libro ambientado en Oz, pero claro, el primero es el más famoso y por lo tanto, el que conoce todo el mundo. Para concluir, no entiendo completamente por qué el mentado librito es considerado infantil... o bueno, sí lo entiendo, pero creo sinceramente que no es para niños demasiado pequeños. Hay algunas acciones de los personajes que podrían impresionar demasiado a un infante que apenas esté aprendiendo a distinguir lo que es bueno de lo que es malo. Aunque sé que podría estar pecando de exagerada, así que cada quién hágase su propia opinión leyendo el libro, si les da curiosidad.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
Editorial de mi ejemplar: Grupo Editorial Tomo, S. A. de C. V.
¿Qué les puedo decir? Hoy en día, es muy raro toparse con alguien que no haya siquiera escuchado nombrar El mago de Oz, ya no se diga conocer alguna versión de la historia. En lo personal, era una de las muchas personas que sabía que existían Dorothy, su perro Totó y sus curiosos amigos, así como la tierra de Oz, pero de eso a saberme sus aventuras... No, mi conocimiento no llegaba a tanto. Si acaso, vienen a mi memoria vagas referencias animadas que creo haber visto, pero ahora mismo no estoy tan segura. Así pues, y considerando que Grupo Editorial Tomo tiene ejemplares muy económicos de ciertas obras ya consideradas clásicas o "viejitas" (por ejemplo, el que tengo de La guerra de los mundos, novela ya seudo-reseñada), ¿por qué no interesarme? Más porque, si no mal recuerdo, en las fechas en que se me antojó este librito estaba saliendo una versión fílmica de lo que podría considerarse precuela de la historia de Dorothy (sí, eso significa que El mago de Oz esperó un buen rato en la lista de los pendientes).
Para aquellos que apenas se adentran a las letras, o que en su inocencia crean que las películas de Oz son el origen de todo (perdón, pero no lo son), les informo que realmente todo inicia con una descripción del sitio gris y triste en el que vive Dorothy, una niña de unos catorce años, con sus tíos Emma y Henry, en Kansas. La niña tiene una mascota, un perrito llamado Totó, que es lo más cercano que tiene a un mejor amigo, así como una fuente de alegría en aquel rincón tan lúgubre donde la vida la ha llevado. Sin embargo, un potente tornado la arranca de Kansas, con Totó en brazos y con todo y casa, para luego ser depositada sin más en una tierra extraña, con habitantes más extraños aún. Y por lo que le dicen, no podrá regresar a su hogar a menos que consulte con el gobernante de una ciudad en el centro de aquel curioso país: el mago de Oz, considerado poderoso y terrible.
Conforme Dorothy avanza en su travesía hacia la ciudad donde vive el mago, se topa con inesperados compañeros de viaje: un espantapájaros que desea un cerebro, un leñador de hojalata que quiere un corazón y un curioso león que desea tener valor. Todos, de una forma u otra, están de acuerdo con la idea de que si el mago de Oz es tan magnífico como dicen, podrá darles todo eso, pero tanto el viaje como el primer encuentro con el mago resultan escabrosos y, a veces, confusos. Si logran todos obtener lo que desean, es algo que deberán leer... a menos que vieran alguna de las versiones fílmicas de la historia, sin importar si es apegada a la trama original o no. Los personajes han sido tantas veces reinterpretados o modificados, que quizá pocos sepan cómo son realmente, pero la mayoría de las veces, lo que he descrito de ellos en el presente párrafo no cambia demasiado.
En lo personal, después de terminar El mago de Oz (y quedando un poco pasmada con el final, sintiéndolo medio brusco), busqué información al respecto de la obra. Me sorprendió, en primer lugar, hallar el nombre de Baum escrito de otra forma a como Tomo lo puso en su libro (pueden comprobarlo ustedes mismos, si no creen a esta humilde servidora); por otra parte, Baum no escribió un solo libro ambientado en Oz, pero claro, el primero es el más famoso y por lo tanto, el que conoce todo el mundo. Para concluir, no entiendo completamente por qué el mentado librito es considerado infantil... o bueno, sí lo entiendo, pero creo sinceramente que no es para niños demasiado pequeños. Hay algunas acciones de los personajes que podrían impresionar demasiado a un infante que apenas esté aprendiendo a distinguir lo que es bueno de lo que es malo. Aunque sé que podría estar pecando de exagerada, así que cada quién hágase su propia opinión leyendo el libro, si les da curiosidad.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
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