miércoles, 17 de abril de 2024

Describiendo a... (CCCXIV)

Título: Everless. La hechicera y el alquimista (en el idioma original, Everless).

Autor: Sara Holland.

Sinopsis: En las tierras de Sempera, los ricos controlan todo... incluso el tiempo. [...] Ahora, aristócratas como la familia Gerling florecen durante siglos, mientras el pueblo vive sus escasos años con amargo resentimiento. Y nadie está más resentida con los Gerling que Jules Ember. Su padre y ella trabajaron hace mucho tiempo en Everless, el palacio de los Gerling... hasta que un funesto accidente los desterró de allí. Ahora, desesperada por ganar tiempo, Jules regresa a Everless en medio de los preparativos para la boda de Roan, el más joven de los hermanos Gerling, con la hija de la Reina. [...] Everless posee más tentaciones —y peligros— de los que Jules jamás imaginó.  [...] (Extracto de la solapa de la portada de mi ejemplar).

Editorial de mi ejemplar: Ediciones Urano México, S. A. de C. V. (a través de Puck).

¿Qué les puedo decir? Puedo decirles que una de mis fascinaciones en las novelas de fantasía es cuando implican al tiempo. Es un tema controvertido cuando se usa en la ficción, y que da para más de una teoría, ya sea científica o no. Pero también, sé que varios autores seguramente quieren usar el tiempo en sus tramas, de alguna forma, pero no siempre logran algo interesante. En el caso de Everless, al principio la portada me intrigaba y dudé un rato en conseguirlo (un laaaargo rato), pero por alguna razón, acabé decidiéndome, porque en algunos casos (como este), lo peor que podía pasar es que no me gustara y al diablo con la inversión (o sea, mi dinero). En fin, a lo que interesa.

Jules Ember no es una persona acomodada, para nada. Su padre y ella tienen lo justo para sobrevivir, y a veces recurre a una práctica que la gente de clase baja de su mundo tiene como último recurso: vende su "tiempo". Por lo visto, se descubrió hace mucho la manera de que la sangre de las personas sea el equivalente de su tiempo de vida (o algo parecido) y cuando la dan, se transforma en algo de valor que después les sirve para adquirir cosas. A Jules no le hace gracia y su padre, si bien no parece el mejor del mundo, tampoco es de los que está de acuerdo con que ella se sacrifique de esa forma, pero a ella no le importa. Solo que, al final, ni siquiera eso basta para cubrir sus necesidades, por lo que se arriesga a algo que, aparentemente, es de las pocas cosas que su padre no quiere que haga (ajá, incluyendo lo de vender su tiempo): trabajar para la familia más reconocida y noble de los alrededores, en una enorme propiedad que demuestra lo supuestamente maravillosos que son... y que fue donde ella llegó a vivir, hasta que su padre y ella debieron irse por algo que supuestamente fue su culpa. ¿En serio va a meterse Jules a un sitio donde seguramente la sacarían a patadas si recuerdan quién es? Probablemente, pero Jules solo espera trabajar una temporada (hay un gran evento en puerta), conseguir el sueldo correspondiente y regresar a casa. El plan parece simple en su mente, pero pronto queda claro que el padre de Jules pudo tener más de una razón para que salieran de aquel ostentoso sitio... y puede estar relacionado con una vieja leyenda.

La historia en sí tiene varias cosas que pueden hacerla interesante para quienes somos fans de la fantasía entremezclada con un poco de misterio y claro, teorías del tiempo. Jules, claro, es como cualquier protagonista en edad prácticamente adolescente, quizá inteligente pero también impulsiva en ciertas circunstancias, lo que no siempre es malo, pero admitámoslo, los adolescentes muchas veces no piensan bien las consecuencias de ejecutar sus planes, y a Jules le pasa en algunos puntos, por más que no quiera que algo salga mal. Además, solo conocemos el punto de vista de Jules aquí (ajá, es una de esas narraciones en primera persona, los advierto desde ya), por lo que las preguntas que se hace ella todo el tiempo, también el lector se las hace y puede ser desesperante no obtener respuestas, más cuando Jules podría conseguirlas y no lo hace, por los motivos que sea (como ser rematadamente necia en X creencia que tenga). Ahora, siendo adulta, sé que no puedo pedirles a los adolescentes que sean completamente racionales, aunque bien mirado, ciertos giros de la trama son tan raros y desgarradores, que no culpo a Jules por sus reacciones (sobre todo hacia el final, con un par de revelaciones impactantes), solo quisiera darle palmaditas en la espalda.

Por otro lado, el mundo de Everless es curioso, lo que se veía venir desde que se dice que hay fantasía y cierta manipulación del tiempo involucradas. No es moderno, pero tampoco realmente antiguo; además, las personalidades famosas y algunas leyendas dan forma a cómo se maneja todo, por lo cual no se puede descartar nada enseguida como mero dato informativo o curiosidad de ese ambiente. Eso sí, vuelvo al punto de que todo lo vemos desde la perspectiva de Jules: hasta que ella se entera de algo y lo razona, a veces no captamos todo un asunto, o una historia paralela, y debemos concentrarnos un poco más en la trama hasta que todo quede explicado... y esperemos no tirarnos de los cabellos, porque la autora creó algo que sí, encaja en su mundo y su trama, pero en su afán de "no verlo venir", tal vez se sienta extraño y hasta un poco forzado. Al menos, eso recuerdo, porque algunas páginas finales las tuve que releer para estar segura de haber captado todo bien.

Es algo confusa esta novela, al menos para mi gusto, pero no es del todo una pérdida, quiero creer. Depende de cada quién.

Para terminar, al momento de la publicación de la presente, algunos deben saber que Everless tiene una segunda parte, pero tardó en salir en español y luego yo tardaré en leerla (no pregunten por qué, la verdad no sabría explicarles), pero sí que hablaré de ella en cuanto la lea, así podrán saber si de verdad Jules valió la pena o no.

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.

(Leído en 2019)

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