sábado, 30 de mayo de 2015

Tinta a la Carta LXXI: Desayuno en tres tiempos

~Entrada~
Beastly
(Alex Flinn)
—¿Eso es lo que piensas? —arqueó una ceja oscura —¿Que todos deberíamos transformarnos para ser como tú quieres que seamos, Kyle Kingsbury?
Me sobresalté ante mi nombre. Estaba claro que nunca antes la había visto. Pero por supuesto ella si me conocía a mí. Todo el mundo me conocía. Probablemente sufría algún patético enamoramiento conmigo.
—Sí —dije —Sí. Eso es lo que creo. Eso es lo que sé.
Se acercó a mí. Sus ojos eran de un verde brillante y su nariz era larga y aguileña.
—Entonces será mejor que nunca seas feo, Kyle. Eres feo ahora, por dentro, donde realmente importa, y si alguna vez pierdes tu atractivo, apuesto a que no serías lo suficientemente listo o fuerte para recuperarlo. Kyle Kingsbury, eres bestial.

~Plato Fuerte~
Conejo de Pascua y su ejército en el centro de la Tierra
(William Joyce)
—¿Es este uno de los gansos blancos del Himalaya? —preguntó Bunny. Su nariz ya no se movía, sino que más bien giraba despacio, como mostrando asombro.
—Sí, se llama Kailash —le explicó Katherine dubitativa, algo confusa por el cambio de interés del conejo —Cree que soy su madre. Estaba allí durante la eclosión.
El pooka inhaló profundamente.
—Cuéntamelo todo —insistió —¿Era hermoso el huevo?
Norte combatió todos sus impulsos para no hacer entrar en razón a aquel extraño y orejudo ser. […] Pero el lado más tranquilo de Norte atisbó una oportunidad.
—Cuéntale todo sobre el maldito huevo —dijo, haciendo gestos a Katherine para que se diera prisa.

~Postre~
El ángel más tonto del mundo
(Christopher Moore)
—Mira —dijo ella —tomaré este y me largaré.
—Nada de eso —Papá Noel volvió a plantar la linterna ante la cara de la mujer, pero en esta ocasión, cuando intentó apartarla, él la esquivó y le dio un golpe con ella en la cabeza.
—¡Ay!
Eso tenía que doler. Josh pudo sentir cómo resonaba el golpe en los dientes de la mujer y se extendía por toda la calle. A todas luces, Papá Noel se tomaba sus árboles muy en serio.
La mujer utilizó su pala para quitarse en encima la linterna. Papá Noel volvió a golpearla con ella, esta vez con más fuerza, y la mujer aulló y cayó de rodillas en el hoyo. Papá Noel se echó la mano al gran cinturón negro y sacó una pistola con la que apuntó a la mujer. Ella se incorporó agitando la pala en arcos amplios y lo alcanzó en la cabeza con un sordo sonido metálico. Papá Noel se tambaleó y volvió a alzar el arma. La mujer se puso de cuclillas y se cubrió la cabeza con el aspa reforzada de la pala. El aspa subió de golpe y se introdujo bajo la barba, que pronto estuvo tan roja como el traje. Soltó pistola y linterna, emitió un borboteo por la boca y cayó en un sitio donde Josh dejó de verlo.

Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".

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