Título: Conejo de Pascua y su ejército en el centro de la Tierra (en el idioma original, Aster Bunnymund and the Warrior Eggs at the Earth's Core).
Autor: William Joyce.
Sinopsis: [...] Parece que ahora el malvado enemigo de los niños está urdiendo una terrible venganza, y los Guardianes sospechan que se ha escondido bajo tierra. Pero si es así, ¿cómo van a encontrarlo? Aquí entra en escena Conejo de Pascua, Bunny para los amigos, el único emisario de la legendaria hermandad de conejos guerreros de tamaño e intelecto imponentes. Bunny domina las artes marciales y es brillante, sagaz y un excavador de túneles extraordinario. Cuenta también con la ayuda de unos soldados muy especiales. [...] (Extracto de la solapa de la portada de mi ejemplar).
Editorial de mi ejemplar: Editorial Casals, S. A. (a través de Editorial Bambú).
¿Qué les puedo decir? Casi todo quedó dicho en la primera entrada de este ciclo, se los aseguro. Con Nicolás San Norte, conocí la versión del señor Joyce sobre el origen de Santa Claus, así como la de una vieja batalla que vuelve a la vida por el deseo del mayor enemigo de los niños. Así las cosas, y fanática como soy de leerme las sagas completas si es posible, vamos de lleno a enterarnos de qué trata el segundo libro de los Guardianes de la Infancia.
Tras la primera gran aventura de San Norte, Ombric y la gente del pueblo creado por él, están en los Himalaya, en un sitio misterioso conocido como Lamadario Lunar, donde se puede contactar a quien conoció a Sombra hace mucho tiempo: el Hombre de la Luna. Él les pide a Norte, Ombric y su gran amiguita Katherine que sean Guardianes, gente que proteja a los niños de seres malévolos como Sombra, aunque para eso necesitaran unos artefactos conocidos como reliquias. Una de ellas, según lo que han logrado averiguar, está en la Isla de Pascua, donde sospechas que vive un ser venido de muy lejos, de una raza que ya no existe y que se hace llamar a veces Bunny... Sí, hablamos de Conejo de Pascua, quien es un personaje por demás particular.
Tras la primera gran aventura de San Norte, Ombric y la gente del pueblo creado por él, están en los Himalaya, en un sitio misterioso conocido como Lamadario Lunar, donde se puede contactar a quien conoció a Sombra hace mucho tiempo: el Hombre de la Luna. Él les pide a Norte, Ombric y su gran amiguita Katherine que sean Guardianes, gente que proteja a los niños de seres malévolos como Sombra, aunque para eso necesitaran unos artefactos conocidos como reliquias. Una de ellas, según lo que han logrado averiguar, está en la Isla de Pascua, donde sospechas que vive un ser venido de muy lejos, de una raza que ya no existe y que se hace llamar a veces Bunny... Sí, hablamos de Conejo de Pascua, quien es un personaje por demás particular.
La forma en que se completa poco a poco el equipo de los Guardianes de la Infancia es, por donde lo vean, curiosa. Los seres que forman parte de tan peculiar grupo no siempre son humanos extraordinarios (como Katherine o Norte), además de que ahora la aventura que deben correr es demasiado extraño como para que se entienda desde el principio qué es lo que realmente le pasa por la cabeza al villano. Creo que para ser un libro "infantil", no es del todo añiñado o cursi.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
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