sábado, 27 de junio de 2015

Tinta a la Carta LXXV: Cena en tres tiempos

~Entrada~
Asylum
(Madeleine Roux)
—¿Viste quién trajo esto? —preguntó Dan, abriendo el sobre.
—No, estaba aquí cuando llegué. Supuse que tú lo habrías puesto allí antes de irte a desayunar.
—Rayos. Debo haber olvidado ponerle llave a la puerta esta mañana —dijo Dan. Era difícil acostumbrarse a eso. De todas maneras, podría jurar que había cerrado bien.
—Eso es alarmante —respondió Félix, sin quitar la mirada de la pantalla de su computadora —Por favor, no dejes que suceda nuevamente.
—Lo siento, no volverá a pasar.
Dentro del sobre, Dan encontró una tarjeta simple de papel grueso. Sobre ella había una sola línea, escrita a mano con caligrafía enmarañada, una sola pregunta…
P: ¿Cómo matas a una Hidra?
Eso era… inquietante. Dan dio vuelta a la tarjeta.
R: Con un golpe directo al corazón.

~Plato Fuerte~
Oscuros. La eternidad y un día.
(Lauren Kate)
—¿Sabes lo que he pensado cuando Roland ha dicho que nos mandaba a casa?
Shelby negó con la cabeza.
—He pensado: «Precisamente ahora que podría pasar San Valentín en este lugar tan increíblemente romántico con esta chica que tanto me gusta».
Shelby no sabía qué decir.
—No hablas de Luce, ¿verdad?
—No —Miles la miró a los ojos, esperando algo. Ella volvió a sentir vértigo —Hablo de ti.

~Postre~
Solsticio del fin del mundo. Los Voradores Libro 2
(Simon Holt)
—¡Y tú seguro le ayudaste! —gritó Nina y tomó el café helado de Gina y se lo vació encima. Gina cayó hacia atrás sobre su asiento, en estado de shock. El líquido café corría por su cabello, caía sobre sus mejillas y su playera, se dispersaba sobre la banca y goteaba en el piso.
Nina salió corriendo por la puerta, sollozando.
El lugar permaneció en silencio por un minuto. Después, un murmullo leve llenó el espacio, conforme la gente volvía a sus conversaciones, tratando de aparentar como si no hubieran visto lo que acababa de pasar. Un mesero se apresuró a llevarles toallas para limpiar el café derramado. Gina se limpió la cara y la ropa.
Aarón empezó a recoger sus cosas.
—Cambié de opinión. Mejor sí deberíamos ir a estudiar en tu casa.

Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".

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