~Aperitivo~
El
jardín del dragón púrpura
(Carole Wilkinson)
Ping
sabía que al padre de Liu Che le desagradaban tanto los dragones que había
ordenado trasladarlos al palacio Huangling para olvidarse de que existían y,
más adelante, había planeado venderlos a un cazador de dragones. Ping estaba
complacida con la actitud de Liu Che. Él quería ver a Kai cada día. De hecho,
parecía decidido a compensar el olvido de sus ancestros. […]
El
emperador estaba tan contento con su nuevo dragón que decidió llamar al jardín
que rodeaba la residencia Ming Yang con su nombre.
—Desde
ahora, será conocido como el jardín del Dragón Púrpura —anunció una tarde
mientras cenaban.
El
mago imperial y los miembros del Consejo de Longevidad aplaudieron para mostrar
su aprobación, pero los ministros de gobierno no parecieron tan contentos.
~Entrada~
El
catalejo lacado
(Philip Pullman)
—¿Esa
tierra de los muertos es un mundo como éste, como el tuyo o el mío o los otros?
—inquirió Will —¿Es un mundo al que yo podría acceder con la daga?
Lyra
lo miró, sorprendida por la idea.
—¿Podrías
consultarlo? —prosiguió Will —Anda, hazlo. Pregunta dónde está y cómo podemos
llegar a él.
Lyra
se inclinó sobre el aletiómetro y movió los dedos con gran rapidez. Al cabo de
unos instantes obtuvo la respuesta.
—Sí
—dijo —pero es un lugar extraño, Will… Muy extraño… ¿Crees que podríamos
hacerlo? ¿Crees que podríamos trasladarnos a la tierra de los muertos? Pero…
¿qué parte de nosotros se trasladará allí? Porque los daimonions se desvanecen
cuando nosotros morimos. Yo lo he visto… Y nuestros cuerpos permanecen
enterrados en la sepultura y se pudren, ¿no es cierto?
—Debe
existir una tercera parte, una parte distinta.
~Plato Fuerte~
Marca
de nacimiento
(Caragh M. O’Brien)
Antes
de que Gaia supiera lo que Leon se proponía, él agarró un cántaro de metal de
la encimera y describió velozmente un arco que acabó en el cráneo de Rosa. El
impacto provocó un ruido sordo e inflexible; Leon la agarró para que no se
cayera al suelo de golpe. Rosa no profirió el menor sonido, ni siquiera un
gemido de dolor.
Gaia
le miraba con los ojos desorbitados.
—¿Esta
es tu labia para salir de los aprietos?
Leon
dejó a Rosa en el suelo y agarró un delantal del respaldo de una silla. A
continuación, Gaia observó atónita cómo le ataba rápidamente las manos a la
espalda.
~Postre~
Corazón
de Tinta
(Cornelia Funke)
—Por
esta puerta no ha pasado todavía ningún niño —explicó mientras apretaba la
manija con unción casi religiosa —pero ya que tu padre seguramente te ha
inculcado cierto respeto a los libros, haré una excepción. Pero con una
condición: que te mantengas de las estanterías a una distancia mínima de tres
pasos. ¿Aceptas esta condición?
Por
un instante, Meggie estuvo tentada a rechazarla. Le habría encantado dejar
boquiabierta a Elinor castigando a sus valiosos libros con el desprecio. Pero
no fue capaz. Su curiosidad era demasiado poderosa. Casi le parecía escuchar
los cuchicheos de los libros por la puerta entreabierta. Le prometían mil
historias desconocidas, mil puertas hacia miles de mundos inéditos. La
tentación fue mayor que el orgullo de Meggie.
—Acepto
—murmuró cruzando las manos a la espalda —Tres pasos —sentía un hormigueo en
sus dedos de pura emoción.
Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".
Corazón de tinta me llama mucho, y el de O'Brien me agrado bastante.
ResponderEliminarSaludos Tere. :D
Ufff
ResponderEliminarHace tanto que me leí tres libros de aquí... Bonitos todos, aunque pues ya no es lo que suelo leer :)