Título: Tiempo sin tiempo (en el idioma original, Time Untime).
Autor: Sherrilyn Kenyon.
Sinopsis: Kateri es una joven geóloga de ascendencia cheroki. Como científica, no debe ni puede creer en las leyendas milenarias que le contaba su abuela. Sin embargo, desde su infancia vive atormentada por sueños perturbadores. […] Doce días antes del 21 de diciembre de 2012, la fecha del fin del mundo según el calendario maya, Kateri descubre que es descendiente, por línea femenina, de las Guardianas del Apocalipsis […]. Entonces aparece Ren, el guerrero misterioso protagonista de sus sueños, un Cazador Oscuro maltratado por todos y por todo, alguien a quien han traicionado tantas veces que está acostumbrado a proteger y aislarse. […] (Extracto de la introducción).
Formato: epub.
¿Qué les puedo decir? ¿Recuerdan eso de que Kenyon parecía alejarse de la mitología griega, al menos por un rato, tocando otras no tan conocidas? Pues ese es el caso del libro que toca en esta ocasión. En realidad, algo de griegos sí menciona, pero es el mínimo, así que no son los protagonistas absolutos. Además, no puedes sacarte la cabeza cierta sensación, pero eso lo comentaré más adelante.
Tras ciertos eventos narrados en Sed de Venganza, le seguimos la pista a un personaje que aparece allí; específicamente, a un cazador oscuro a quien conocen como Ren, antes de pasar de lleno a conocer a la protagonista, una geóloga con el curioso (para su servidora, al menos) nombre de Kateri, quien parece haber recibido, de parte de un colega, algo que la lleva directamente al centro de algo que no cree ni quiere aceptar: un evento sobrenatural en el que ella tiene un importante papel qué desempeñar o (clásico de esta serie, casi siempre) el mundo conocido se caerá a pedazos. Kateri es mantenida a salvo por Ren, pero parece ser que entre los dos hay una conexión más allá del de evitar el mentado fin del mundo pronosticado por los mayas (al menos, en el universo de Kenyon). La pregunta, como suele ser, es ¿van a lograr salvar a la humanidad? Y de ser así, ¿cómo lo lograrán? ¿Y qué hay entre esos dos exactamente, que parece al mismo tiempo algo estupendo y aterrador?
Bueno, a estas alturas, ya saben que ciertos personajes torturados me pierden. No sé, conecto con ellos, me entra la compasión eterna y me dan ganas de tenerlos enfrente en la realidad para darles abrazos fuertes y un montón de chocolates (y hablo en serio). Kateri, al momento de la historia, tiene una que otra pena a cuestas, pero que en los parámetros humanos, son penas "normales". Es cuando conoce a Ren que va vislumbrando que, si bien ella ha llegado a sufrir, sus momentos buenos son más y mejores, además de que Ren la tuvo muchísimo más difícil para hallar ya no digamos sonrisas, sino alguien que no lo mirara mal. Lo sé, suena horrible, pero es lo que hay.
La amenaza en turno, en realidad, me hace rabiar. Tiene que ver con el pasado de Ren, y al mismo tiempo me hizo pensar en lo crueles que pueden ser algunos y peor aún, sin remordimientos y contra quienes no hacen más que respetarlos y apreciarlos. Esa clase de personas son despreciables, del tipo que ojalá no me encuentre jamás en la vida y menos puesta en mi contra. Ren es mi ídolo cuando finalmente ve la verdad (larga historia que NO pienso poner aquí, ya saben, por mi política de "Spoilers al Mínimo"). Es que si no lo hacía después de lo que pasó en este libro, era para matarlo.
Por si no quedó claro tras toda mi palabrería (que probablemente tenga poco o ningún sentido), Ren es adorable y Kateri mis respetos porque ¡arquera! (Y ahí lo dejo).
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
(Leído en 2017)
Tras ciertos eventos narrados en Sed de Venganza, le seguimos la pista a un personaje que aparece allí; específicamente, a un cazador oscuro a quien conocen como Ren, antes de pasar de lleno a conocer a la protagonista, una geóloga con el curioso (para su servidora, al menos) nombre de Kateri, quien parece haber recibido, de parte de un colega, algo que la lleva directamente al centro de algo que no cree ni quiere aceptar: un evento sobrenatural en el que ella tiene un importante papel qué desempeñar o (clásico de esta serie, casi siempre) el mundo conocido se caerá a pedazos. Kateri es mantenida a salvo por Ren, pero parece ser que entre los dos hay una conexión más allá del de evitar el mentado fin del mundo pronosticado por los mayas (al menos, en el universo de Kenyon). La pregunta, como suele ser, es ¿van a lograr salvar a la humanidad? Y de ser así, ¿cómo lo lograrán? ¿Y qué hay entre esos dos exactamente, que parece al mismo tiempo algo estupendo y aterrador?
Bueno, a estas alturas, ya saben que ciertos personajes torturados me pierden. No sé, conecto con ellos, me entra la compasión eterna y me dan ganas de tenerlos enfrente en la realidad para darles abrazos fuertes y un montón de chocolates (y hablo en serio). Kateri, al momento de la historia, tiene una que otra pena a cuestas, pero que en los parámetros humanos, son penas "normales". Es cuando conoce a Ren que va vislumbrando que, si bien ella ha llegado a sufrir, sus momentos buenos son más y mejores, además de que Ren la tuvo muchísimo más difícil para hallar ya no digamos sonrisas, sino alguien que no lo mirara mal. Lo sé, suena horrible, pero es lo que hay.
La amenaza en turno, en realidad, me hace rabiar. Tiene que ver con el pasado de Ren, y al mismo tiempo me hizo pensar en lo crueles que pueden ser algunos y peor aún, sin remordimientos y contra quienes no hacen más que respetarlos y apreciarlos. Esa clase de personas son despreciables, del tipo que ojalá no me encuentre jamás en la vida y menos puesta en mi contra. Ren es mi ídolo cuando finalmente ve la verdad (larga historia que NO pienso poner aquí, ya saben, por mi política de "Spoilers al Mínimo"). Es que si no lo hacía después de lo que pasó en este libro, era para matarlo.
Por si no quedó claro tras toda mi palabrería (que probablemente tenga poco o ningún sentido), Ren es adorable y Kateri mis respetos porque ¡arquera! (Y ahí lo dejo).
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
(Leído en 2017)
No hay comentarios:
Publicar un comentario