Título: Los viajes de Tuf (en el idioma original, Tuf Voyaging).
Autor: George R. R. Martin.
Sinopsis: [...] Tuf logra poseer una enorme nave espacial, el Arca, la única superviviente del antiguo Cuerpo de Ingeniería de la Vieja Tierra. El Arca es un artilugio desaparecido hace más de mil años, pero que revive gracias a Tuf y sus gatos. A lo largo de los siete relatos que conforman este libro, Tuf consigue la nave, la repara y resuelve un sinfín de problemas espaciales con la ayuda de la ingeniería ecológica, una profesión que él recupera y a la que añade la impronta de su personalidad, astucia e ironía. (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).
Editorial de mi ejemplar: Ediciones B.
¿Qué les puedo decir? Gracias a la saga Canción de Hielo y Fuego, fue que conocí a míster Martin y me decidí a leer lo que encontrara de él. Este ejemplar es grueso, en serio, así que pensé que me tardaría en acabarlo, pero bueno, creo que necesitaba algo de un género diferente a la lectura anterior, así que pensé que el lado de Martin dedicado a la ciencia ficción, era un buen camino a seguir. Así que me puse manos a la obra.
En el espacio, hay cosas abandonadas que pocos pueden realmente imaginar. Tuf, un comerciante espacial de lo más peculiar, se topa con una de estas cosas abandonadas, que en términos simples, es como un enorme laboratorio genético móvil, el cual decide no solo conservar, sino también usar como lo hacían sus primeros tripulantes. Así, viajando por confines inimaginables, interviene en más de una manera en las historias de otros, incluso en sus crisis, ¿pero eso será bueno o malo?
Si les digo la verdad, al principio no acababa de entender a Tuf. Es un personaje, a simple vista, directo y práctico, en parte por el hecho de ser comerciante. No cualquier persona se animaría a actuar como él lo llega a hacer, sobre todo considerando los recursos de los cuales dispone (que son varios gracias a su hallazgo del laboratorio móvil, una nave espacial gigantesca conocida como Arca). No es tonto, eso queda claro casi desde el principio, solo que sus pensamientos y resoluciones, al principio, pueden no ser claras o fáciles de entender para quienes las escuchan. Incluso hay quienes, una vez habiéndole pedido ayuda, no está conforme con la solución propuesta, pero curiosamente, casi todas esas inconformidades no tienen relación con algo racional, sino con cuestiones emocionales y morales que no influyen mucho en Tuf.
Ajá, es por eso que Tuf logra sacarle provecho a la mentada Arca: es inteligente, práctico, serio... pero no muy dado a la emotividad. No digo que sea completamente insensible, solo que su personalidad (y quizá también su genética) lo hacen actuar de acuerdo a la razón, a los hechos, porque dictan resultados que se pueden medir y probar. En la vida real, sabemos que eso no es todo lo que puede dar una buena solución a nuestros problemas, pero como vamos comprobando a lo largo de los relatos del libros, a Tuf eso ni le va, ni le viene: le piden ayuda para un problema concreto, él estudia dicho problema y da lo que considera la resolución más lógica y adecuada, fin del asunto. Si la gente queda satisfecha o no con la mencionada resolución... eso ya no es de su incumbencia.
Por último, pero no menos importante: todo lo anterior quizá no lo deja muy claro, pero debo decir que Tuf me agradó como personaje, aunque quizá llegue a exasperar a más de uno el encontrar a alguien así en la vida real.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
(Leído en 2017)
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