Título: N de Nudo (en el idioma original, N is for Noose).
Autor: Sue Grafton.
Sinopsis: La viuda de Tom Newquist contrata los servicios de Kinsey Millhone para que averigüe qué le sucedía a su marido antes de su muerte. Tom, ayudante del sheriff en Nota Lake, había sido un hombre honesto y respetado por todos, de vida un tanto malsana y poco amigo del deporte, que, a punto de jubilarse, muere de un paro cardíaco. Sin embargo, en los últimos tiempos su comportamiento había sido algo extraño: ¿qué le inquietaba por las noches, qué amenaza parecía atormentarle? Tras muchas entrevistas en un pueblo de gente reacia a hablar del asunto, Kinsey descubrirá que Tom tenía entre manos la investigación de dos casos, separados en el tiempo, de hombres que aparecieron ahorcados en parecidas circunstancias. [...] (Extracto de la introducción).
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¿Qué les puedo decir? Como quizá ya señalé en otras seudo-reseñas (y tal vez sepan de primera mano), el indagar lo que hacía alguien poco antes de morir, puede tener muchos resultados, pero casi siempre, acabas descubriendo cosas que quizá no te imaginabas de esa persona. O peor: lo que esa persona pudiera o no saber sobre otros.
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¿Qué les puedo decir? Como quizá ya señalé en otras seudo-reseñas (y tal vez sepan de primera mano), el indagar lo que hacía alguien poco antes de morir, puede tener muchos resultados, pero casi siempre, acabas descubriendo cosas que quizá no te imaginabas de esa persona. O peor: lo que esa persona pudiera o no saber sobre otros.
A Kinsey la contratan esta vez para que investigue los pasos de un hombre previos a su fallecimiento. Va a dar a un pueblo donde el difunto era muy querido y a nadie le hace gracia que husmeé en su pasado, ni porque la contratara la viuda porque, para acabarla, la fulana no le cae bien a casi nadie. La verdad, Kinsey debe querer dejar el caso en varias ocasiones porque ¿cómo va a avanzar en lo que le pidieron si nadie quiere decir ni pío? A mí, en lo personal, me desesperaría, porque no soy muy dada a insistirle a la gente si de plano no quieren hablarme de algo. Para acabar, la cliente era algo irritante y díganme, ¿a quién no le desespera hacer un trabajo para alguien que no acaba de agradarte?
Como en algunas otras historias del Alfabeto del Crimen, me da pena el muerto principal, aquel por el cual Kinsey consiguió el trabajo: nada sabrá ya de lo que suceda, pero fueron sus acciones previas las que sentaron la base de cómo resultó todo. Y creo que, de haber estado vivo, con la conclusión de todo quizá le da el papatús de todas formas.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
(Leído en 2018)
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