Título: Retrum. La nieve negra.
Autor: Francesc Miralles.
Sinopsis: Ha pasado un año... Aparece un nuevo clan que utiliza la misma estética gótica de Retrum, con objetivos mucho más siniestros. La espiral de pasiones y muerte llegará a límites insospechados... La pesadilla no ha hecho más que empezar. (De la contraportada de mi ejemplar).
¿Qué les puedo decir? Lo que fue leer el primer libro de Retrum, no me lo creo ni yo. Eso se los digo al momento de redactar la presente (que si siguieron el blog con algo de atención, fue un largo tiempo después de la dichosa lectura). Es decir, la temática general no es de las que normalmente me entusiasma, y además el público al que creo que va dirigida es más juvenil que otra cosa, por lo cual a veces había mucho drama y lío que consideraba innecesario, pero por otro lado, sorprendentemente me entretuvo bastante, así que no me sorprendió el agradecer tener la segunda parte a mano, porque como dice el meme, "no necesitaba dormir, necesitaba respuestas". O algo así. Ahora sabrán... creo.
Tras los acontecimientos de Cuando estuvimos muertos, Christian nos muestra al inicio un prólogo de él siguiendo uno de los rituales de Retrum, el inusual grupo de amigos que se encontró en el cementerio local. Quiere un consejo, algo que lo aliente a seguir, aunque no parece importarle mucho el que podría obtenerlo del más allá. Tras eso, vamos al verdadero inicio de la historia, en la cual Christian intenta seguir con su vida, pero tal parece que alguien con quien se relacionó hace relativamente poco, no ha terminado con él y peor aún, está usando lo que ellos y sus amigos hacían en Retrum con fines más frívolos y hasta oscuros. La gente empieza por ello a ver a los de Retrum de mala manera, pero Christian sabe que poco o nada puede hacer, sobre todo si el grupo como tal, ese que lo recibió y con el que se llegó a sentir a gusto, parece haberse disuelto. ¿Qué pasará ahora con él y sus relaciones personales? ¿Volverán a lo que eran, mejorarán... o se irán definitivamente a pique?
El drama que se desarrolla aquí, si acaso pueden creerlo, es más intenso que en la primera parte. Sobre todo, creo, porque hay ciertas partes que van bastante rápido, ya sea por la naturaleza de los acontecimientos que se narran, o simplemente porque así la vive nuestro protagonista (que parece lo mismo, pero unas pocas veces no lo es). Christian es la clase de muchacho que, por las circunstancias, creció demasiado pronto y se sintió solo hasta en su propia casa, lo que a veces es triste, pero por fortuna (o por desgracia, según unos cuantos) tuvo gente a su lado en las buenas y en las malas... hasta cuando las "malas" se volvieron "terribles".
Lo último de Christian se los digo, en gran medida, por el final. No es enteramente feliz, al menos para mi gusto, pero no puedo negar que parecía encajar perfectamente con el ambiente general de la novela, y cerró de forma bastante adecuada esta serie (¿bilogía, es como llaman a una serie de dos libros? ¿La palabra siquiera existe? Alguien que me lo confirme). El sentir algo agridulce dentro al acabar el libro fue más que nada cosa personal, pero quedé bastante satisfecha. Si les atraen este tipo de historias y/o de estética (porque, entre otras cosas, los libros tienen los bordes de las páginas de color negro, haciendo juego con el fondo de las portadas), seguro Retrum los entretendrá.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
(Leído en 2018)
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