Título: Wild Cards, Jockers Salvajes (en el idioma original, Wild Cards. Jockers Wild).
Autor: George R. R. Martin, Melinda M. Snodgrass, Leanne C. Harper, Walton Simons, Lewis Shiner, John J. Miller, Edward Bryant.
Sinopsis: Cuando Manhattan se preparaba para celebrar el Día Wild Card, el Astrónomo reaparece para asesinar a los ases que se oponen a sus planes. Y no pudo elegir mejor momento, los ases se hallan divididos mientras que las mafias se encuentran en guerra por el control de Nueva York. El Arquero, la mujer Espectro, Hiram, Fortunato, Tachyon, el Niño Dinosaurio y otros héroes que no siempre dominan sus poderes por completo, deberán enfrentar una prueba macabra [...]. (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).
Editorial de mi ejemplar: Editorial Océano de México, S. A. de C. V.
¿Qué les puedo decir? En esta ocasión, parece que míster Martin y sus colaboradores en la saga Wild Card se pusieron las pilas para hacer una historia en un gran mosaico. Me explico: cada personaje, cada situación, podría creerse al principio que no guardan relación uno con otro, pero conforme avanza la secuencia es que nos fijamos que algunas acciones influyen en otras, aunque sus protagonistas no parezcan guardar ninguna relación.
Todo el mundo parece conectarse por el día que están a punto de vivir, que es el aniversario del esparcimiento del virus que los cambió a todos: el que pasó a convertirse en el Día Wild Card. En Nueva York, uno de los escenarios principales de dicho acontecimiento, se hacen eventos a lo grande, con jokers y ases por doquier, pero sin que muchos lo sepan, se está gestando algo que quizá acabe con el orden establecido, con un conflicto muy cruel de fondo.
Este libro de la saga me gusta bastante porque, increíblemente, abarca un solo día. Ajá, es increíble el cómo lo que va sucediendo en distintos de la ciudad puede estar relacionado entre sí. Quizá es porque escribo como pasatiempo principal, pero esa clase de tramas sé que se puede complicar si las distintas partes no están debidamente coordinadas y más cuando se escriben entre más de una persona, por eso mi admiración por los autores que intervienen en este libro, que no solo se esmeraron con los personajes que aparecen (algunos de los principales no podían faltar, mientras que hay otros un poco más nuevos que, sin embargo, causan un gran impacto), sino que las resoluciones a los diversos conflictos no siempre son las que una desea o las que se ven más lógicas. Incluso con el ambiente que se vive en la mayoría del libro (uno no muy alegre, tengo que admitir), llegué a reírme con un par de escenas, lo cual habla muy bien de cómo llevan la historia, ¿no creen? Porque no me molestó dejar de concentrarme en la seriedad de los asuntos al echarme unas risas.
Lo último, pero no menos importante: si no me falla la memoria, es aquí cuando constato que míster Martin es un escritor impredecible hasta morir desde el año de mi nacimiento (y eso fue hace más de tres décadas)... sobre todo cuando de rompernos el corazón se trata.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
(Leído en 2017)
Todo el mundo parece conectarse por el día que están a punto de vivir, que es el aniversario del esparcimiento del virus que los cambió a todos: el que pasó a convertirse en el Día Wild Card. En Nueva York, uno de los escenarios principales de dicho acontecimiento, se hacen eventos a lo grande, con jokers y ases por doquier, pero sin que muchos lo sepan, se está gestando algo que quizá acabe con el orden establecido, con un conflicto muy cruel de fondo.
Este libro de la saga me gusta bastante porque, increíblemente, abarca un solo día. Ajá, es increíble el cómo lo que va sucediendo en distintos de la ciudad puede estar relacionado entre sí. Quizá es porque escribo como pasatiempo principal, pero esa clase de tramas sé que se puede complicar si las distintas partes no están debidamente coordinadas y más cuando se escriben entre más de una persona, por eso mi admiración por los autores que intervienen en este libro, que no solo se esmeraron con los personajes que aparecen (algunos de los principales no podían faltar, mientras que hay otros un poco más nuevos que, sin embargo, causan un gran impacto), sino que las resoluciones a los diversos conflictos no siempre son las que una desea o las que se ven más lógicas. Incluso con el ambiente que se vive en la mayoría del libro (uno no muy alegre, tengo que admitir), llegué a reírme con un par de escenas, lo cual habla muy bien de cómo llevan la historia, ¿no creen? Porque no me molestó dejar de concentrarme en la seriedad de los asuntos al echarme unas risas.
Lo último, pero no menos importante: si no me falla la memoria, es aquí cuando constato que míster Martin es un escritor impredecible hasta morir desde el año de mi nacimiento (y eso fue hace más de tres décadas)... sobre todo cuando de rompernos el corazón se trata.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
(Leído en 2017)
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