miércoles, 6 de septiembre de 2023

Describiendo a... (CCLXXXIII)

Título: Un cadáver en la biblioteca (en el idioma origina, The Body in the Library).

Autor: Agatha Christie.

Sinopsis: Una mañana, la apacible vida de los Bantry se ve perturbada por una extraña noticia: la doncella ha encontrado el cadáver de una joven en la biblioteca de la casa. Pero ¿quién es esa chicha? ¿Cómo ha llegado hasta allí? Y lo más importante: ¿quién es el responsable de su muerte? (De la contraportada de mi ejemplar).

Editorial de mi ejemplar: Editorial Planeta Mexicana, S.A. de C.V. (a través de Booket).

¿Qué les puedo decir? Ya lo mencioné en la seudo-reseña de Asesinato en el Orient Express, pero Christie no estaba antes en mi lista de autoras leídas con frecuencia. De no ser por la colección de bolsillo de las novelas de Christie que sacó Booket, que tuvo el detalle de hacer un singular arcoíris con sus ejemplares (en serio, ¿los han visto?), quizá no me habría lanzado de lleno a pescarlos poco a poco en mis idas a las librerías. Es uno de esos pequeños orgullos bibliófilos el tener todo esos ejemplares organizados por color, pero bueno, tenía que leerlos también, así que se dio la oportunidad de meter el que compete aquí en uno de los maratones de lectura del Foro de los Black. Ahora, a lo que interesa.

Todo inicia describiendo lo que parece una mañana típica en la casa de los Bantry, al menos para la señora de la casa. Estaba tranquila y soñando todavía cuando de repente, una sirvienta llega y la despierta con una noticia alarmante: halló en la biblioteca nada menos que un cadáver. Después de eso, y en una especie de torbellino, en la casa se moviliza la gente, los que acuden parecen alterados y lo más extraño es que, quienes tienen el valor de ver a la persona muerta, no tienen idea de quién es, ni qué estaría haciendo en esa casa ni mucho menos cómo murió. Se llama a la policía, por supuesto, pero también a una persona que tiene cierta reputación, al menos para la señora Bantry, aparte de ser su amiga: la señorita Marple, a quien le pide acudir para «echar un vistazo», todo por la fama de esa mujer de ser «¡excelente con los cadáveres!». ¿Quiere decir eso que la señora Bantry piensa que no solo la policía, sino también la señorita Marple, sabrán resolver aquel desafortunado incidente?

Ahora, para quien sepa de las novelas de Agatha Christie, le sonará de inmediato la señorita Marple: es, junto con Hércules Poirot, uno de sus personajes icónicos, de esos que el solo oírlos nombrar o leerlos en cualquier parte, lo relacionas de inmediato con su respectiva autora. Entonces, para una lectora novata de Christie como yo, era mi primer acercamiento a la señorita Marple, intrigada de lo que pudiera ofrecerme. Lo que me encontré fue un misterio planteado desde el principio (el desconocer quién era la persona muerta, cómo murió y quién fue el responsable); eso, sumado a cómo se desarrolló la investigación, se tuvo que añadir a lo que la señorita Marple observó e indagó por su cuenta, porque si bien es ficción, a veces en la realidad también pasa: los detectives de policía pueden ser buenos resolviendo crímenes, pero puede haber un civil cercano a ellos que tengan mejores habilidades y las pongan a su disposición. La señorita Marple solo se considera muy observadora, dada a fijarse en detalles para otros insignificantes, pero eso es parte de lo que la hace especial y valiosa conforme todo avanza y al final, es ella quien acaba despejando la mayoría de las incógnitas.

Uno de los sobrenombres con los que se conoce a Agatha Christie es «Reina del Crimen», debido a que sus novelas policíacas fueron una revolución en su época. Actualmente, creo que es poco lo que alguien se pueda inventar en este género, pero sí que debe haber muchos que se inspiraran en Christie para sus misterios y crímenes por resolver. Eso me lleva a Un cadáver en la biblioteca, a que la señorita Marple tiene una naturaleza curiosa, práctica y que no se deja llevar solo por lo que los implicados digan, sino que busca comprobar ella misma toda la información. Es algo que damos por sentado en un buen detective de novela (y quisiéramos que fueran así todos en la vida real), pero Christie fue la que puso esa imagen de moda, si no fue quien la creó para empezar.

Por último y sin querer hacer spoilers de importancia, les diré esto: el misterio parece al principio con poco qué resolver, pero no. Y creo que allí radica parte de su encanto para quienes disfrutan de una buena historia de este género: enredada, confusa en ocasiones, pero al final la verdad y la razón acaban triunfando.

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.

(Leído en 2018)

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