Título: Descansa en paz (en el idioma original, Hanteringen av odöda).
Autor: John Ajvide Lindqvist.
Sinopsis: Algo muy extraño está ocurriendo en Estocolmo: en medio de una inusual ola de calor, la gente se da cuenta de que no puede apagar la luz ni los aparatos eléctricos. De repente, una noticia sacude a la nación: [...] los muertos están resucitando. [...] (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).
¿Qué les puedo decir? A veces parece que me atrae lo más extraño, ¿no había quedado claro? En el caso de este libro y otro del mismo autor (Déjame entrar) fue más que nada por el género, alejado de lo que normalmente suelo leer y que de vez en cuando, ayuda a despejarse la cabeza. Eso y que pensé que si tenía dos novelas de un mismo autor, podría comparar luego y decidir si me gustaba o no.
En Estocolmo se desata una ola de calor sin precedentes, la cual comienza a generar dolores de cabeza intensos (o al menos, eso parece); poco después, por alguna razón no puede apagarse ningún aparato eléctrico, lo cual parece aumentar el malestar de las personas. En el prólogo de esta historia, se ve a un hombre medio borracho caminando por las calles, pensando en varias cosas y a la vez en casi nada, hasta que va a dar al cementerio, donde inesperadamente cae sobre una de las tumbas y observa algo curioso que, sin saberlo, podría ser la clave para lo que se desatará después.
Ya de lleno en el tema, seguimos de cerca tres historias: la de un comediante que sufre una inesperada pérdida, un periodista que no sabe cómo lidiar con una compañía abrumadora y una pesada ausencia; y finalmente, con una anciana y su nieta que perciben más de lo que se nota. De una u otra forma, esas vidas se cruzan en el caos que se vuelve Estocolmo cuando se da a conocer una escalofriante noticia: los muertos en todas partes están moviéndose, abriendo los ojos e intentando actuar como antaño. ¿Qué buscan? Por lo que se observa en algunos de ellos, solo quieren regresar a casa, ¿seguir acaso con sus "vidas"?
Lo que se desencadena en Estocolmo es extraño y a veces, increíble, solo que en el mal sentido, más de una vez. La gente no sabe cómo tomar el fenómeno de que algunos de sus seres queridos salgan de la tumba, así que hay reacciones de todo tipo. ¿Qué pasó realmente? ¿Es un fenómeno permanente? ¿Qué consecuencias traerá a los que estaban vivos antes de semejante fenómeno? ¿Parará todo algún día?
Si he de ser sincera, no acabé de entender a dónde iba la historia en general. Digo, el tema principal, los muertos vivientes (a los que llaman en el libro "redivivos"), no acapara todo lo que es este libro, sino que nos pone a pensar en ocasiones lo que es la pérdida de alguien, sin importar la cercanía. Hay sentimientos encontrados cuando una persona fallece, ¿pero de verdad seríamos felices si vuelve a moverse, aunque ya no parezca la misma? Eso es parte de lo que Descansa en paz trata de hacer ver... o por lo menos eso pienso.
Aunque puede tener momentos realmente buenos, no le perdono a Descansa en paz dejar en suspenso "eso". Siento que contó una maravillosa historia sobre algunas personas que han hecho lo posible por superar la adversidad de la muerte pero, a fin de cuentas ¿por qué? ¿Con qué fin? Ah, me temo que se quedará en el limbo la respuesta a esas cuestiones, damas y caballeros. Mucho me temo eso.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
En Estocolmo se desata una ola de calor sin precedentes, la cual comienza a generar dolores de cabeza intensos (o al menos, eso parece); poco después, por alguna razón no puede apagarse ningún aparato eléctrico, lo cual parece aumentar el malestar de las personas. En el prólogo de esta historia, se ve a un hombre medio borracho caminando por las calles, pensando en varias cosas y a la vez en casi nada, hasta que va a dar al cementerio, donde inesperadamente cae sobre una de las tumbas y observa algo curioso que, sin saberlo, podría ser la clave para lo que se desatará después.
Ya de lleno en el tema, seguimos de cerca tres historias: la de un comediante que sufre una inesperada pérdida, un periodista que no sabe cómo lidiar con una compañía abrumadora y una pesada ausencia; y finalmente, con una anciana y su nieta que perciben más de lo que se nota. De una u otra forma, esas vidas se cruzan en el caos que se vuelve Estocolmo cuando se da a conocer una escalofriante noticia: los muertos en todas partes están moviéndose, abriendo los ojos e intentando actuar como antaño. ¿Qué buscan? Por lo que se observa en algunos de ellos, solo quieren regresar a casa, ¿seguir acaso con sus "vidas"?
Lo que se desencadena en Estocolmo es extraño y a veces, increíble, solo que en el mal sentido, más de una vez. La gente no sabe cómo tomar el fenómeno de que algunos de sus seres queridos salgan de la tumba, así que hay reacciones de todo tipo. ¿Qué pasó realmente? ¿Es un fenómeno permanente? ¿Qué consecuencias traerá a los que estaban vivos antes de semejante fenómeno? ¿Parará todo algún día?
Si he de ser sincera, no acabé de entender a dónde iba la historia en general. Digo, el tema principal, los muertos vivientes (a los que llaman en el libro "redivivos"), no acapara todo lo que es este libro, sino que nos pone a pensar en ocasiones lo que es la pérdida de alguien, sin importar la cercanía. Hay sentimientos encontrados cuando una persona fallece, ¿pero de verdad seríamos felices si vuelve a moverse, aunque ya no parezca la misma? Eso es parte de lo que Descansa en paz trata de hacer ver... o por lo menos eso pienso.
Aunque puede tener momentos realmente buenos, no le perdono a Descansa en paz dejar en suspenso "eso". Siento que contó una maravillosa historia sobre algunas personas que han hecho lo posible por superar la adversidad de la muerte pero, a fin de cuentas ¿por qué? ¿Con qué fin? Ah, me temo que se quedará en el limbo la respuesta a esas cuestiones, damas y caballeros. Mucho me temo eso.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
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