sábado, 15 de julio de 2023

Tinta a la Carta CXXIII: Comida en cinco tiempos

~Aperitivo~
Wild Cards, Ases en lo alto
(Varios, edición de George R. R. Martin)
—¡No puedo creerlo! —exclamó Travnicek, en alemán. El androide sintió que otro respingo se avecinaba. Travnicek se quedó boquiabierto ante el televisor, sorprendido.
—¡Te estás cogiendo a la actriz! —dijo—. ¡Esa Cyndi como-se-llame!
El androide se resignó ante lo que se avecinaba.
—Es correcto —dijo.
—Eres una maldita tostadora —dijo Travnicek— ¿Qué demonios te ha hecho pensar que podías coger?
—Me dio el equipo —dijo el androide—. Y me implantó emociones. Y encima me hizo apuesto.
 
~Entrada~
Los Miserables
(Victor Hugo)
A la mañana siguiente, al rayar el día, Jean Valjean estaba todavía al lado de la cama de Cosette. En su alma entraba una cosa nueva.
Jean Valjean no había amado nunca. Hacía veinticinco años que estaba solo en el mundo. Nunca había sido padre, amante, marido ni amigo. El corazón del viejo presidiario estaba lleno de virginidades.
Cuando vio a Cosette, cuando la tuvo consigo, la llevó y la libertó, sintió removérsele las entrañas.
Gracias a él, Cosette pudo marchar por la senda de la vida: gracias a ella, pudo él continuar en el camino de la virtud. Fue el sostén de aquella niña, y la niña fue su punto de apoyo. ¡Oh, misterio insondable y divino de los equilibrios del destino!
 
~Plato Fuerte~
Neverwhere
(Neil Gaiman)
—¿Pues de qué tienes miedo, entonces?
—El camino hasta allí. Se instala cada vez en un lugar diferente. Va cambiando de sitio. Y para llegar hasta el lugar donde se instalará esta noche… —Acarició el collar de cuarzo que llevaba al cuello, nerviosa—. Tenemos que atravesar un barrio muy peligroso.
Parecía realmente asustada.
Richard reprimió el impulso de pasarle el brazo por los hombros.
—¿Y cuál es ese barrio? —preguntó.
Anestesia se volvió hacia él, se apartó el pelo de los ojos y se lo dijo.
—Knightsbridge —repitió Richard, y se echó a reír.
La chica se dio la vuelta.
—¿Lo ves? —dijo—. Ya te dije que te ibas a reír.

~Entremés~
Cazadores de Sombras. Renacimiento 2. El Señor de las Sombras
(Cassandra Clare)
—Muy bien, pequeños espías […]. ¿Dónde está Cristina? Ya he mirado en su cuarto.
Livvy apuntó hacia arriba. Kit frunció el ceño; siempre había pensado que no había nada en el tercer piso excepto el desván.
—Está bien —asintió Emma—. Gracias. —Agitó nerviosamente las manos en los costados—. Cuando atrape a Diego…
De abajo les llegó una fuerte exclamación. Los cuatro se inclinaron hacia adelante y vieron a la chica pálida pegarle a Diego una bofetada.
—Pero ¿qué…? —Emma pareció perpleja, y luego, de nuevo furiosa. Se dio la vuelta y fue hacia la escalera.
Ty sonrió; con sus rizos y sus ojos claros parecía un querubín pintado en la pared de una iglesia.
—Esa chica sí que estaba enojada —dijo, y parecía encantado de no haberse equivocado.
Kit se echó a reír.
 
~Postre~
El resplandor
(Stephen King)
—No vayas, Danny…
Una nueva racha de viento le hizo cerrar los ojos, y luego la sombra que había en la parada del autobús desapareció… si es que en realidad había estado allí. Se quedó junto a la ventana durante un rato, pero no vio nada. Finalmente volvió a meterse en la cama y se cubrió con las mantas. Se quedó mirando cómo las sombras que arrojaba sobre el cielo raso esa luz lejana se convertían en una jungla sinuosa llena de plantas carnívoras, que no querían otra cosa que enredarse en torno a él, estrujarlo hasta quitarle la vida y arrastrarlo hacia abajo, hacia una negrura donde destellaba, en rojo, una sola palabra, siniestra: REDRUM.

Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".

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