jueves, 24 de marzo de 2022

Describiendo a... (e-CIII)

Título: Q de Quién (en el idioma original, Q is for Quarry).

Autor: Sue Grafton.

Sinopsis: Corre el verano de 1969 [...]. En una cantera próxima a la autopista, la policía encuentra el cadáver en estado de descomposición de una mujer, con las manos atadas, varias puñaladas y degollada. En el curso de la investigación, los agentes encargados del caso ni siquiera logran averiguar quién era esa mujer [...]. Dieciocho años después, y a punto de jubilarse, los dos policías que encontraron el cadáver quieren, al menos, identificar a la mujer. Piden ayuda a la detective Kinsey Millhone, pero volver al pasado entraña sus riesgos [...]. (Extracto de la introducción).

Formato: epub.

¿Qué les puedo decir? Siendo esta otra novela del Alfabeto del Crimen, no sé qué tanta novedad sean algunos de los puntos de la trama. Grafton quizá lo sabía también, porque este libro tiene una curiosidad que lo hace un poquito diferente a los demás. Entre eso y lo que intercala de la vida personal de la protagonista, pues es lo que lo vuelve interesante, así que entremos en materia.

Kinsey es contactada por un conocido policía, que quiere echar una mano a un amigo con el que trabajó hace años en el caso de una mujer muerta que además, nunca fue identificada. Los policías están por jubilarse y quieren darle el último vistazo al caso, pero para eso el conocido de Kinsey cree que ella podría darles otra perspectiva. Los tres están conscientes de que han pasado muchos años y quizá no lleguen a nada, pero igual lo intentan porque nada se pierde, ¿verdad? Eso cree Kinsey y empieza sus averiguaciones, pero es conforme se acerca a descubrir quién fue (uno de los grandes pesares de los policías), que también podría estarse acercando a descubrir cómo y por qué murió. Y por eso, podría irle muy mal.

Las personas desaparecen a cada momento en el mundo; algunas de ellas, incluso mueren en el proceso. Peor aún es no saber qué fue de ellas o también el caso contrario: hallar a un fallecido y no tener idea de quién fue, o qué le pasó, o si queda alguien que quizá lo esté extrañando. Kinsey piensa un poco en eso, porque es parte del trabajo y porque siendo en parte una gran solitaria, quizá le caló el imaginar qué sería de ella si desaparecía sin más; o por el contrario, qué harían las pocas personas cercanas a ellas y de pronto un día no regresara a casa. Es un temor legítimo de las personas en general y de cierto tipo de gente en particular, que hace preguntarnos si estamos dejando en el mundo una huella lo suficientemente marcada como para que se nos recuerde, estemos presentes o no.

Por otro lado, como anotación, Grafton informa que para esta novela se basó en eventos reales; siendo específica, en el caso de una mujer hallada muerta y que, si bien se hizo lo de rigor, las autoridades no lograron identificarla o hallar a alguien que la conociera. En la vida real, la mujer sigue siendo siendo anónima y da información para el público en general por si alguien, remotamente, pudiera reconocerla, pero el tiempo sigue pasando y quizá nunca sepamos quién fue esa mujer o qué circunstancias rodearon su muerte.

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.

(Leído en 2018)

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