sábado, 29 de agosto de 2015

Tinta a la Carta LXXX: Cena en tres tiempos

~Entrada~
Sueño del Fevre
(George R. R. Martin)
»Esa es mi historia, casi completa en los detalles. Esta es la verdad, que tanto había insistido en conocer, Abner. Usted, a su manera, ha sido honrado conmigo y le creo cuando afirma que no puedan darse la mano a través del crepúsculo de mentiras y temores que existen entre nosotros. Llegará el momento en que habrá que correr el riesgo. Por ahora, dejémoslo así. Mis sueños y los de usted, nuestro vapor, el futuro de mi pueblo y del suyo, los vampiros y el ganado... Lo dejo todo a su buen criterio, Abner. ¿Qué sucederá? ¿Vencerá la confianza o el temor? ¿La sangre o el buen vino? ¿Seremos amigos o enemigos?

~Plato Fuerte~
Oscuros. La primera maldición.
(Lauren Kate)
—No quiero pasar otra vez por todo esto. Tanto tiempo sin ti, esperando, confiando como un idiota en que un día sería distinto…
—¡Tu confianza estaba justificada! Mírame. ¡Míranos! Esto es distinto. Sé que lo es, Daniel. Nos he visto en Helston, en el Tíbet, en Tahití. Estábamos enamorados, desde luego, pero lo que tenemos ahora es muy diferente.
Se rezagaron todavía más para que nadie los oyera. Fueron únicamente Luce y Daniel, dos enamorados conversando en el cielo.

~Postre~
Cress
(Marissa Meyer)
[…] —Te lo prometo, no voy a dejarte morir sin ser besada.
—Me estoy muriendo ahora.
—No estás muriéndote.
—Pero…
—Yo diré cuando te estés muriendo, y cuando eso suceda, te garantizo que recibirás un beso digno de esperar. Pero en este momento, tienes que levantarte.
Lo miró fijamente durante un largo momento. Sus ojos eran sorprendentemente claros, casi como si pudiera ver detrás de ellos, y él no se inmutó ante su silencio escéptico. No sonrió con indiferencia ni estaba jugándole una broma. Solo se limitó a esperar.
No pudo evitar desviar su atención a su boca, y sintió que algo se movía dentro de ella. Algo decisivo.
—¿Me lo prometes?
Él asintió con la cabeza.
—Te lo prometo.

Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".

miércoles, 26 de agosto de 2015

Describiendo a... (CXXI)

Título: Cuentos selectos.

Autor: Mark Twain.

Sinopsis: Este volumen reúne los mejores cuentos de Mark Twain, un género con el que afiló su narrativa y ganó lectores a millares. Sus relatos se caracterizan por estar hábilmente tramados, por su inventiva inagotable, por sus personajes inolvidables y por un tratamiento del lenguaje que retrata a la perfección la vida en Estados Unidos. Genio y figura, el propio Twain los defendía así: «Me gusta una buena historia bien contada. Por esa razón, a veces me veo obligado a contarlas yo mismo». [De la contraportada de mi ejemplar]

sábado, 22 de agosto de 2015

Tinta a la Carta LXXIX: Merienda en cuatro tiempos

~Aperitivo~
El Proscrito
(Louise Cooper)
—Tú luchaste antes contra el Caos. Incluso el Sumo Iniciado lo reconoció. Sus documentos dicen que desterraste a Yandros…
—Sin embargo, Yandros no acepta fácilmente la derrota —Tarod sonrió débilmente —Como sabes muy bien, a costa mía.
Cyllan se inclinó hacia adelante y le rodeó con sus brazos, y apretó su cuerpo contra el de él.
—Yandros no me preocupa —dijo resueltamente —Es una sombra, y yo no temo a las sombras. Lo único que me importa es que has perdido una parte de ti mismo y quieres recobrarla. Esto es lo que cuenta.
Tarod la miró y alargó una mano para acariciar sus pálidos cabellos.
—¿No temes al ser que podría resultar de ello?
—No —le besó con fuerza —No lo temo.

~Entrada~
Sueños de Dioses y Monstruos
(Laini Taylor)
Eliza levantó los ojos del teléfono, profundamente inquieta. ¿Por qué? ¿Qué querían que viera en la televisión? Ni siquiera tenía una. Gabriel la estaba observando atentamente, y sus miradas se encontraron en el instante en que escucharon el primer grito. Eliza se llevó tal susto que se levantó de la silla de un salto. Desde algún lugar de la calle llegó un grito prolongado, ininteligible. ¿O fue dentro del edificio? Sonó con fuerza. Era dentro. Un momento. Aquello era otra persona. ¿Qué demonios estaba ocurriendo? La gente estaba gritando de… ¿miedo?, ¿alegría?, ¿terror? Y entonces el teléfono de Gabriel empezó a vibrar también, y el de Eliza recibió una repentina serie de mensajes: bzzz bzzz bzzz bzzz bzzz. De amigos esta vez, incluido Taj, desde Londres, y Catherine, que estaba haciendo trabajo de campo en Sudáfrica. Las palabras variaban, pero todos eran una versión de la misma inquietante orden: “Enciende la televisión”.
“¿Lo estás viendo”?
“Despierta. Televisión. Ahora”.

~Plato Fuerte~
El gran Gatsby
(Francis Scott Fitzgerald)
—¿Quiere acompañarme, camarada? Iremos por el Sound, cerca de la playa.
—¿A qué hora?
—A la que mejor le convenga.
En la punta de la lengua tenía preguntarle su nombre cuando Jordan me miró y sonrió.
—¡Qué…! ¿Te diviertes ahora?
—Infinitamente más —de nuevo me volví a mi vecino —Para mí esta es una fiesta algo rara; ni siquiera he visto al anfitrión. Vivo allí —con la mano hice un gesto en dirección al invisible cerco —y Gatsby me envió el chofer con una invitación.
Mi interlocutor me contempló como si no acabara de entenderme.
—Soy Gatsby —exclamó de repente.

~Postre~
Cuentos selectos
(Mark Twain)
—Aquí estoy, como había prometido. Creí sus afirmaciones, cedí a sus importunidades, y dije que fijaría una fecha. Será el primero de abril, a las ocho de la mañana. Y ahora, ¡márchese!
—Oh, querida mía, si la gratitud de toda una vida…
—Ni una palabra más. Evíteme su presencia y cualquier tipo de contacto antes de ese momento. No…, no suplique. Así es como ha de ser.
Cuando se hubo marchado, Rosannah se dejó caer exhausta en una silla, pues el largo asedio de congojas que había tenido que sufrir la había dejado sin fuerzas. En ese momento dijo:
—¡De qué poco ha ido…! Si el momento fijado hubiese sido una hora antes… ¡Oh, qué horror, me he salvado por los pelos! ¡Y pensar que había llegado a creer que amaba a este monstruo traicionero; fraudulento y mentiroso! ¡Oh, se va a arrepentir de su infamia!

Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".

miércoles, 19 de agosto de 2015

Describiendo a... (CXX)

Título: Ángel mortal: Los cuatro ámbitos.

Autor: Andrea Aliaga.

Sinopsis: [...] Amber es un ángel de alas negras, de esas a los que nadie quiere cerca y ninguna persona tolera. Ni en la escuela ni en su casa se siente en paz. Ethan es un cazador, está de regreso en el pueblo que lo vio nacer. Por fin vuelve a ver al amor de su infancia, pero se encuentra confundido pues la hermosa niña de caireles perfectos y ojos brillantes y alegres, se ha convertido en una joven llena de amargura en su mirada y con el cabello convertido en una masa salvaje. Sin embargo él sigue sintiendo algo por ella, algo tan fuerte que no lo puede entender, y que a ella parece no importarle demasiado. Los cazadores necesitan al Ángel Mortal, pues es la clave de todo lo que hacen, pero si algo saliera mal, el balance del universo podría perderse y el mundo jamás sería el mismo. (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).

sábado, 15 de agosto de 2015

Tinta a la Carta LXXVIII: Comida en cinco tiempos

~Aperitivo~
Los Reyes Malditos VI. La Flor de Lis y el León
(Maurice Druon)
Pero Orleton no había empleado todas sus armas. Si se admitía, pues, que se trataba no solo de la regencia, sino también, posiblemente, de la corona; si incluso se admitía, para no volver sobre una ley ya aplicada, que las mujeres no podían reinar en Francia, entonces hacía su reclamación no en nombre de la reina Isabel, sino en el de su hijo, el rey Eduardo III, único descendiente varón por línea directa.
—Si una mujer no puede reinar, con mayor razón no puede transmitir la corona —dijo Felipe de Valois.
—¿Por qué no, mi señor? ¿No nacen de mujer los reyes de Francia?

~Entrada~
La cura mortal
(James Dashner)
Jorge cerró los ojos con fuerza, parpadeó varias veces y luego empezó a hablar.
—No sé cómo lo hicieron, pero tomaron el complejo, se deshicieron de los guardias, robaron un Berg y salieron volando con otro piloto. Yo me comporté como un idiota e intenté hacerlos esperar hasta averiguar qué estaba sucediendo. Y ahora mi cabeza está pagando las consecuencias.
—¿Quiénes? —preguntó Brenda —¿De quiénes estás hablando? ¿Quiénes se fueron?
Por alguna razón, Jorge alzó la vista hacia Thomas al responder.
—Esa chica, Teresa. Ella y el resto de los reclutados. Bueno, todos excepto ustedes, hermanitos.

~Plato Fuerte~
Marina
(Carlos Ruiz Zafón)
Me levanté y volví con Germán. Al acercarme, advertí que estaba dibujando en un pequeño cuaderno de apuntes. Recordé que hacía años que no cogía un lápiz ni un pincel. Germán alzó la vista y me sonrió.
—A ver qué opina usted del parecido, Óscar —dijo despreocupadamente, y me mostró el cuaderno.
Los trazos del lápiz habían conjurado el rostro de Marina con una perfección sobrecogedora.
—Es magnífico —murmuré.
—¿Le gusta? Lo celebro.
La silueta de Marina se recortaba en el otro extremo de la playa, inmóvil frente al mar. Germán la contempló primero a ella y luego a mí. Cortó la hoja y me la tendió.
—Es para usted, Óscar, para que no se olvide de mi Marina.

~Entremés~
Cazadores de Sombras. Los Orígenes 3. Princesa Mecánica
(Cassandra Clare)
Una brillante sonrisa iluminó el rostro del mayor de los Lightwood, y los sorprendió a ambos alzándose y besándola en la boca. Ella le tomó el rostro entre las manos mientras se besaban; él sabía levemente a hojas de té, y sus labios eran suaves, y el beso totalmente dulce. Sophie flotó en él, en el prisma de ese instante, sintiéndose segura del resto del mundo.
Hasta que la voz de Bridget, que llegaba lúgubre desde la cocina, irrumpió en su felicidad.
Se casaron un martes
y el viernes estaban muertos
y los enterraron juntos ante la iglesia
oh, mi amor,
y los enterraron juntos ante la iglesia.
Sophie se apartó de Gideon a regañadientes, se puso de pie y se sacudió el vestido.
—Por favor, perdóneme, mi querido señor Lightwood…, quiero decir, Gideon, pero debo ir a matar a la cocinera. Regresaré en seguida.

~Postre~
Perfume de hielo
(Yoko Ogawa)
—Hoy es el aniversario de la muerte de nuestro padre. Era el día en que debía llamarle yo a él. ¿Acaso ha elegido este día para que yo me enterara pronto? —dijo sin dirigirse particularmente ni a Reiko, ni a mí, ni al propio Hiroyuki.
Aparté la mano de la mejilla. Reiko se echó llorar desconsoladamente. Un aire frío entró de no se sabe dónde, porque no había ventana.
Puede que, en efecto, el hecho de haber elegido aquel día no fuera por lo del perfume prometido, sino por consideración hacia su hermano pequeño. Es posible que quisiera morirse el mismo día que su padre.
Me di cuenta de que estaba celosa de ese hermano desconocido. Este sentimiento tan inadecuado me desconcertó, me descolocó y me dejó abatida. Luego me produjo verdadero dolor y miedo por haber perdido a Hiroyuki.

Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".

jueves, 13 de agosto de 2015

Describiendo a... (e-LII)

Título: El ángel más tonto del mundo (en el idioma original, The Stupidest Angel).

Autor: Christopher Moore.

Sinopsis: Falta una semana para Navidad, pero no todo el mundo es feliz en el pueblecito de Pine Cove (California). El pequeño Joshua Barker necesita con urgencia un milagro navideño [...]: es que Josh ha visto cómo a Santa Claus le abrían la cabeza con una pala. Ahora solo anhela una cosa: que el viejo barbudo regrese de entre los muertos. Lo que no puede imaginar es que alguien esté escuchando sus plegarias... Aunque no destaque por ser, precisamente, el más listo de los ángeles. (Extracto de la introducción).

sábado, 8 de agosto de 2015

Tinta a la Carta LXXVII: Almuerzo en cuatro tiempos

~Aperitivo~
La luna del dragón
(Carole Wilkinson)
Kai también tenía la mirada puesta en el cielo nocturno.
—Es la luna del dragón —dijo —Esta noche todos los dragones tomarán parte en la reunión. Durará hasta que la luna del dragón se desvanezca en el amanecer. Cada dragón tendrá su turno para hablar.
La luna pendía sobre ellos pálida y amarillenta, como una especie de fruta luminosa. Parecía estar tan cerca que Ping sentía que podía alargar la mano y arrancarla del cielo.
—Kai hablará en la reunión lunar por primera vez —le confesó el pequeño dragón.

~Entrada~
Ángel mortal: Los cuatro ámbitos
(Andrea Aliaga)
[…] Esa mujer me quiere mandar a caminar sola con este tipo. ¿Qué clase de estupidez es esa? La regordeta coordinadora parece estar de acuerdo. “De pie, querida”, me dice, caminando hacia mí, arrastrando al chico tras ella. Yo obedezco por simple formalidad, no me queda de otra, no quiero un reporte por mala conducta.
—Este joven de aquí se llama Ethan —me dice, como si fuera estúpida o algo parecido.
—Ya veo —respondo.
—Ethan, ella es Amber. Apuesto a que se van a llevar muy bien —sonríe falsamente y sale de la oficina. La directora nos mira un momento.
—Bueno, ¿qué esperan? Afuera, la escuela es grande —dice abriendo la puerta. Ethan, haciendo gala de una enorme caballerosidad, me deja pasar antes.
—Gracias —murmuro levemente, sin mirarlo. Ethan… ese nombre también lo he escuchado antes, pero ¿dónde?

~Plato Fuerte~
Preciada
(Caragh M. O’Brien)
A Gaia no le gustaba nada el curso que estaba tomando la conversación. La amabilidad de la Matrarca había dado paso a una brutalidad sorda e implacable.
—¿Mam’selle Gaia? —dijo la mujer, expectante —Contesta.
—Sí, habría muerto.
La Matrarca se suavizó un poco.
—Entonces, de aquí en adelante, consideraremos a tu hermana como un regalo para Sailum. Un pequeño y preciado regalo. Lo que es más, en vista de ello, si te portas bien durante el periodo de prueba, es muy posible que te perdonemos tu delito.
—¿Mi delito?
—Haber puesto a tu hermana en peligro mortal, a sabiendas y deliberadamente.
—¡Yo no hice eso! Yo he hecho todo lo posible para mantenerla con vida.

~Postre~
Sangre de Tinta
(Cornelia Funke)
Una autocompasión infinita la invadió por un instante. Allí estaba ella, Elinor Loredan, en medio de todos sus libros, pero éstos no la dejaban entrar, ni uno solo de ellos. Cual puertas cerradas que la atraían y llenaban su corazón de nostalgia, pero solo le permitían acercarse al umbral. “¡Malditos, tres veces malditos objetos sin corazón! ¡Llenos de promesas vacías, de falsos atractivos, alimentando tu hambre perpetua, pero sin conseguir saciarte jamás!”
“Elinor, tú veías eso bajo una luz muy distinta”, pensó mientras se secaba las lágrimas de los ojos. Bueno, ¿y qué? ¿Acaso no era lo bastante mayor como para cambiar de opinión, para enterrar a un viejo amor que la había traicionado miserablemente? Los libros no la habían dejado pasar. Todos los demás estaban ahora entre las páginas, excepto ella. Pobre Elinor, pobre y solitaria Elinor. Empezó a sollozar tan fuerte que se tapó la boca con la mano.

Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".

jueves, 6 de agosto de 2015

Describiendo a... (e-LI)

Título: El pozo de todas las almas.

Autor: Amaya Felices.

Sinopsis: Nacida para ser perfecta, con un cuerpo capaz de hacer que cualquiera entregue su alma solo por poseerlo. Literalmente. Criada sin más alegrías que sus clases de lucha. Creyéndose maldita. Con un alma humana cuyo dolor no entiende. Alimentada a través de la carne. Diseñada para ser el segundo ser más poderoso del mundo aunque ella misma piense que su vida no vale nada. Y cuando se acerca la noche de su cincuenta y cinco cumpleaños, la mayoría de edad para los suyos, descubre una antigua venganza que no está completa. Se da cuenta de que es un importante peón en una guerra que lleva siglos fraguándose. Y eso la lleva a dudar de lo que siempre ha creído ser. [...] (Extracto de la introducción).

sábado, 1 de agosto de 2015

Tinta a la Carta LXXVI: Desayuno en tres tiempos

~Entrada~
Hechizados
(Alex Flinn)
[…] —¿Y tú? ¿Quién egues, y qué haces?
Las palabras me fallan. ¿Por qué querría saber de mí?
—¡Di algo! —sisea Farnesworth, aporreándome la espalda. ¡Como si él fuera muy elocuente!
Yo digo:
—Soy Johnny. Yo... —Y un segundo antes de decirlo, me avergüenzo de ello—. Reparo zapatos. Mi familia lleva la tienda de reparación de calzado de ahí. —Gesticulo hacia las tiendas del hotel.
—¡Zapatos! —Bate las palmas como si fuera la noticia más maravillosa que ha oído nunca—. ¡Me encantan los zapatos! ¡Tengo una maleta llena de ellos!
Me río. Por supuesto que sí. Es una princesa.
—¿Te guíes de mí? ¿Crees que mi amog pog los zapatos es...? ¿Cómo decís vosotros...? ¿Supegficial?
—No...
—Tal gez lo sea. Pero creo que los zapatos son mágicos, como en «Cendguillon»... «Cenicienta» paga vosotgos... o «Las Zapatillas Gojas». Yo creo en la magia. ¿Tú no?

~Plato Fuerte~
El Hada reina de los Dientes
(William Joyce)
—Partiré —dijo —hacia Punjam Hy Loo. Recuperaré la caja de rubí y a su niña.
—Sombra… es más cruel y retorcido de lo que puedas imaginar —advirtió Norte —No puedes ir sola.
—Iremos contigo —imploró Ombric —Juntos nuestro poder es más potente.
Toothiana se volvió a mofar de ellos.
—Ese tal Sombra no me asusta en absoluto.
Dicho esto, saltó al alfeizar y se dispuso a salir volando. Pero al preparar sus alas, se torció hacia la izquierda. Su ala derecha, su preciosa ala iridiscente, colgaba inmóvil.

~Postre~
Ever After High. El cuento de Raven Queen
(Shannon Hale)
—Te quiero, madre —dijo Raven—, pero no voy a ayudarte a escapar.
La reina entrecerró los ojos y dejó caer la mano.
—Mmm. Si fueras tan malvada como te crié para que fueras, no lo dudarías. He de decir, Raven Queen, que me has decepcionado. Da igual. Estaré observando con interés de lo que eres capaz. Has heredado una capacidad infinita para la maldad verdadera y un poder apabullante. No los malgastes —se inclinó tan cerca del espejo que lo único que Raven veía eran los ojos de color violeta intenso de su madre—. ¡Dales a todos su maleficio, Raven!
Raven tragó saliva. Lo único que quería era salir de allí corriendo. El tiempo de visita terminó y el espejo se apagó. En lugar del rostro de su madre, se encontró mirando de nuevo su propio reflejo. Era realmente asombroso lo mucho que se parecían.

Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".