jueves, 30 de mayo de 2013

Describiendo a... (e-VI)

Título: Una canción para Lya (en el idioma original, A song for Lya).

Autor: George R. R. Martin.

Sinopsis: La historia de una cultura que posee una extraña religión y la mujer que sucumbe a las consecuencias de su sistema de creencias... Un hombre atrapado entre los reinos de lo real y lo no real... Un héroe cuya vida ejemplar es un simple comodín en manos de sus superiores... Encuentros de fútbol a vida o muerte que deciden la supervivencia de las naciones... Un coche de época blanco y maravilloso que desafía a su joven conductor a una carrera sobre el filo de la navaja de la realidad... (Extracto de la introducción).

lunes, 27 de mayo de 2013

miércoles, 22 de mayo de 2013

Describiendo a... (L)

Título: Oscuros. La primera maldición (en el idioma original, Rapture).

Autor: Lauren Kate.

Sinopsis: A Luce y a Daniel sólo les queda una oportunidad para salvar su historia... y la del mundo. Y es que Lucifer ha develado por fin sus planes: quiere recrear la Caída de los ángeles a la Tierra para alterar el tiempo y borrar, de un plumazo, todo lo acontecido en los últimos siete mil años. [...] (Extracto de la solapa de la portada de mi ejemplar).

lunes, 20 de mayo de 2013

Personalidad Literaria XIV: Preparando comida

Nombre: Juana de Arco, también conocida como Jeanne d'Arc.

Libro de origen: El Mago (en el idioma original, The Magician), de Michael Scott.

domingo, 19 de mayo de 2013

La OSECI presenta... Me la haces, me la pagas (II)

~En la entrada anterior…~

A May se le ocurrió la genial idea (nótese el sarcasmo) de subir los impuestos en Agua Imaginaria sin previo aviso, por lo que varios que ya habían pagado se hallaron con que debían dinero. Dann quiere hacérselo pagar, pero al final Bell recurre a Tanit para demandar a la alcaldía en masa. Así las cosas, la Encargada de los Chocos celebra su cumpleaños pensando en qué hacer para que no la linche casi todo el pueblo, aunque luego le pasa algo por comer cierta fresa que el dueño del Palacio rellenó con algo que nadie quiere saber, alegando que se desquitó de la subida de impuestos y del año anterior, porque por culpa suya (indirectamente, claro), terminó borracho y berreando canciones.

¿May sabrá quién es el culpable de la fresa alcoholizada? ¿Hará algo al respecto?

Vamos a averiguarlo.

~Junio, en las calles de Agua Imaginaria…~

—Este año nada puede salir mal.

Fic, el novio de Bell, deambulaba por doquier con un sujetapapeles en las manos, dando instrucciones y ayudando en lo que pudiera, para que todo quedara bien. Al menos todos (o casi todos) los que quedaban en el pueblo estaban de acuerdo en eso, en que ese año debía ser un cumpleaños memorable para su chica.

Solo esperaba que la misma Bell no se echara encima a ningún amigo, o a alguna de sus chicas, porque en caso contrario, habría alguna especie de batalla campal como la que se terminó desencadenando en el cumpleaños de Dann, a los dos días de celebrar a May…

~Poco más de un mes atrás, en el salón de baile de la residencia de la OSECI…~

Ese día, parecía otro sitio el enorme salón donde el pasado mes de diciembre se realizó la subasta benéfica de la Orden de Sacerdotisas Enloquecedoras y Cazadoras de Incautos.

Las cortinas estaban abiertas de par en par, había unas mesas redondas esparcidas aquí y allá, un escenario pequeño en un extremo y una barra de comida en la pared opuesta a las ventanas. Del techo colgaban globos atados unos con otros como curiosos ramilletes, y caían serpentinas de vez en cuando, como cuando alguien pasaba por el centro de la estancia.

—¿A qué hora se supone que llega Dann? Vamos retrasados —avisó Writer, consultando la agenda de la OSECI mientras deambulaba por el salón.

—Lo iban a traer Sole y Peti, a saber si se entretuvieron por el camino —Mery se encogió de hombros mientras revisaba una caja llena de discos compactos.

—Con que no haya querido escaparse… —Luna, junto al escenario, revisaba con rapidez las conexiones de un mini–amplificador, un micrófono, una consola de mezclas y demás aparatos usuales en una presentación musical —Vaya tío, a veces me toca las…

—¡Luna, cálmate, mujer! —pidió Carmen apresuradamente, que junto con varios de sus amigos guapos, estaban colocando manteles, vajilla y cubiertos en las mesitas.

—Lo siento, pero a veces ese Doño me pone de nervios…

—Etto… Pero Dann–kun no es malo, ¿verdad? —inquirió Joke en ese momento, entrando a la habitación para poner un platón con tentempiés en la barra de comida.

—¡Pregúntale a tu gemela! —indicó Veerie entre risas, probando una guitarra eléctrica que Luna previamente conectó a los aparatos que había revisado.

Ninguno de los presentes pudo evitar reír, recordando la fiesta de May, unos días atrás.

—Por cierto, ¿dónde está tu queridísima hermana? —quiso saber Carmen.

A la vez, todas las SECI’s presentes dejaron escapar un suspiro.

—En la biblioteca —sorprendentemente, fue Pad quien contestó, recién llegada al salón cargando con una charola llena de panecillos de mantequilla —Con Bell —añadió, temerosa.

Nadie agregó nada. Si la Líder hablaba con una de sus chicas en la biblioteca, era importante y cualquiera que interrumpiera (a excepción de Fic) la pasaría mal.

—A propósito, ¿quién va a usar el escenario? —preguntó ahora la Sublíder Hippie.

—¿Cómo puedes ser la segunda al mando si nunca te enteras de nada? —soltó Luna.

Veerie se encogió un poco, roja de vergüenza.

—Bell invitó a una amiga de Nea —indicó Writer, cambiando de páginas en la agenda que cargaba a toda velocidad —Y también conoce a Tanit… Esperen, por aquí debe andar el nombre…

—Entonces quizá esto sea un desastre —apuntó Mery, agitando la cabeza.

No podían estar más de acuerdo con ella.

~En la biblioteca…~

Bell, arrellanada en la silla giratoria detrás de su escritorio, veía cómo la Encargada de los Chocos procesaba la conversación que acababan de tener, para acto seguido hacer una mueca de verdadero disgusto.

—No lo entiendes, de verdad voy a emplear ese dinero en el pueblo —soltó May de forma lastimera, porque no podía confesar sus planes aún —Anda, espera al mes que viene y lo verás…

—Lo siento, pero no. El mes que viene casi ni estaré aquí, mi querida e irritante madre insiste en que vaya de visita una larga temporada a mi ciudad, e incluso ya me consiguió qué hacer —la Fundadora se encogió de hombros y sonrió un poco —¡Me pagó lecciones de conducir! —confesó, sonriendo todavía más.

May arqueó las cejas solo por un instante, de manera incrédula. ¿Quién en su sano juicio querría darle a Bell el control de un auto? No lograba imaginarse tal escena.

—Así que tú decides, May: publicas cómo determinaste que tenías que subir los impuestos o le aviso a Tanit que siga con las demandas.

La Alcaldesa contuvo a duras penas un gemido de disgusto.

—Ya, tú ganas, publicaré esa cosa en el transcurso de la semana. Cambiando de tema, ¿a qué hora llega Dann?

—No debe tardar —Bell consultó su reloj —Me avisó Sole que ella y Peti se encargarían de traerlo, pero no se me ocurrió preguntarle cómo.

—¿Perdón? —May, definitivamente, no comprendió lo último.

—Lo que oíste. Por lo visto, el Doño es reacio a que se haga alboroto por su cumpleaños. Le recuerdan lo viejo que se está volviendo.

—Vamos, ¡pero si él y yo tenemos la misma edad!

—Lo sé. La que debería quejarse soy yo, ¡el mes que viene les llevaré a ustedes dos un montón de años!

May dejó escapar una risita nerviosa.

—No es que importe, la verdad —siguió parloteando Bell, esta vez con una mueca en la cara —Aunque este año mi madre quiere que esté en Aguascalientes para el veintiséis…

Por andar pensando en lo suyo, la de anteojos no se fijó en la fugaz mueca de pánico que puso May, sino que suspiró y paseó los ojos por la biblioteca.

—En fin, basta de dramas —soltó de pronto la Líder, sonriendo —Fic fue a Enero 11 por nuestra artista, mientras, procura que tu gemela no se coma el pastel de Dann, ¿quieres?

—¿Por qué haces pastel de chocolate si sabes que Joke se pone loca con él?

—Es mi favorito. Y a todo el mundo le gusta el chocolate, ¿no?

May estuvo a punto de rodar los ojos cuando se dio cuenta que ese gesto era más propio de Bell que de ella misma, así que mejor dijo que sí con la cabeza y se marchó.

~En las calles de Agua Imaginaria…~

—Eh, tú, ¿quién te enseñó a conducir?

Una chica de cabello oscuro miró al joven conductor de aquel vehículo con una mirada asesina. Cruzada de brazos, se frotó uno de los brazos, enfundado en la manga de una curiosa chaqueta de cuero con capucha, para luego suspirar.

—¿Por qué me dejé convencer de presentarme aquí? —pensó en voz alta.

—Ah… Creo que Bell te lo pidió como por cuatro días seguidos, ¿no? A todas horas.

La chica, parpadeando con aire confundido, volvió a hacer gestos de molestia.

—Y si sabes eso, ¿por qué conduces como desquiciado? —quiso saber.

—Lo siento, trato de ir con cuidado, pero algunas de estas calles son un desastre.

La pasajera se asomó un poco por la ventanilla y reconoció que era cierto. Entre más se alejaban de aquella placita tan bonita en el centro, más agrietadas y agujeradas se veían las vías. Frustrada, apretó más el cruce de sus brazos y meneó la cabeza.

—Por el emblema de Matt, Bell me deberá una grande —masculló.

~Una hora después, en el salón de baile de la residencia…~

Prácticamente todo el pueblo estaba allí, e incluso se distinguían visitantes asiduos, como Makoto Black, Sucy Weasley y una chica que las acompañaba casi siempre con algo de Hello Kitty como adorno. También andaba por allí la que había hecho la presentación de la subasta de Dann en diciembre, Tanit, bien tomada del brazo de Nea Poulain, ambas cuchicheando sin parar sobre…

—¿Quién dicen que viene a cantar? —inquirió Veerie.

Nea y Tanit acababan de decirle a la Sublíder Hippie un nombre que ésta no reconoció. De inmediato, las otras dos la fulminaron con la mirada.

—¿Cómo es que no conoces a Charlie? —quiso saber Tanit, con diferencia la más calmada.

—No sé, a veces me desconecto de las noticias de música y las redes sociales, ya saben…

Nea suspiró con hartazgo.

—Sí, bueno…Debería sonarte. Charlie es el ídolo de Bell, por allí debe tener alguna canción suya, ¿en serio no la has oído nunca?

—Bell rara vez pone su música a todo volumen —Veerie se encogió de hombros.

Nea le dirigió una mirada a Tanit que significaba “esta chica es más despistada que Bell y eso ya es mucho decir”.

—¡Abran paso al del cumpleaños! —anunció de pronto Sole.

Tras ella, Peti venía arrastrando de un brazo a su marido, quien no se veía precisamente contento, aunque nadie sabía la razón exacta.

—¡Damas y caballeros, su atención, por favor!

En el escenario, usando el único micrófono, se hallaba Bell, que ese día no usaba una de las túnicas moradas (sexies) de la OSECI, sino una de un tono rosa oscuro, casi color vino, que cubría parcialmente una blusa negra y una falda de mezclilla con aplicaciones de encaje negro y pedrería. De calzado llevaba unos zapatos negros bajos.

—Les agradecemos mucho que decidieran venir a celebrar con nosotros el cumpleaños de Dann —en ese momento, un reflector colocado en el centro del techo se movió, dirigido por Luna, hacia donde se había sentado el dueño del Palacio —Pueden servirse lo que gusten —la luz ahora señaló la barra de comida, moviéndose juguetonamente —Y después, un pequeño espectáculo, ¡no se lo pierdan!

La gente aplaudió mientras Bell hacía una reverencia y se iba del escenario, cosa que desvió la atención de ella y la centró en la comida.

Pronto, las mesas estaban llenas de platos con comida, y es que la OSECI se había lucido, preparando platillos que muchos encontraban sabrosos. Iban por la mitad de la comida cuando los acordes de una canción bastante conocida y el primero en alzar la cabeza (ignorando el suculento filete que su ‘posa le sirvió) fue Dann.

Aquí ya hemos terminado, amigo mío, se acabó
Acércate y dame un abrazo, este infierno remitió
Esperadme aquí un momento, cuidad de esta posición
Comprobaré que terminamos la misión.

El reflector paseó por el escenario, viendo que ahora lo ocupaba una chica de largo cabello oscuro, con una chaqueta de cuero, que tocaba una guitarra y se emocionaba al interpretar el la conocida letra de cierto grupo español.

—¡Denle un aplauso a la invitada de esta noche, Charlie Black Vintage! —anunció Bell en una pausa de la canción, arrancando aplausos de la gente.

Fue acabar éstas palabras y nadie le volvió a ver.
Después de aquella victoria, sólo un loco coronel
Renunciaría a una gloria que él jamás logro entender.
Eligió cargar su arma con un clavel.

La gente se dividía entre escuchar atentamente la bonita melodía (como Mery y Writer) y aplaudir a rabiar mientras gritaba toda clase de porras (como Nea y Tanit).

Cuando los demás dormían se escapaba a la cantina,
Y llorando le contaba una mujer
Que si el honor y la victoria vale más que las personas,
Es que no hemos aprendido nada.

Entre tanto alboroto, May vio la oportunidad que estuvo esperando todo el día. No había podido ejecutar su idea antes, ya que a la cocina no la dejaron entrar mientras se preparaba el banquete (Pad fue amenazada por Bell para ello), pero ahora…

De las lágrimas que visten tu cara,
de la tristeza que esconden tus miradas,
de la vergüenza que siente mi alma.
Cuando nadie canta ésta canción

Algunos, mientras disfrutaban de la interpretación de Charlie (¿sería pariente de Nea? Con esos apellidos, era probable), se fijaron en que tras ella, quienes tocaban el resto de los instrumentos eran Fic y aquel chico que hacía un par de días ayudó a controlar a una intoxicada May. ¿Cómo era que se llamaba? La Alcaldesa seguro no se acordaría, con esa fresa inyectada de quién sabe qué bebida… Dann a veces se pasaba.

En la que digo que no me da la gana,
De hace como que no sé nada
De cada vida que se marcha sin decir adiós.

May maldijo por lo bajo. Ya estaba a unos pasos de la mesa de Dann, pero Peti revoloteaba a su alrededor, entusiasmada, mientras que Sole intentaba hacer reaccionar a su seudo–hijo, que se había quedado paralizado de asombro.

Después de cada batalla, se encogía su corazón.
Él debía mostrar orgullo cuando sólo sentía horror.
Preguntaba siempre al cielo qué no había ganado qué,
pero nunca nadie supo responder.

Algunos movimientos de Charlie se volvieron más alocados, pero la calidad de la voz permaneció. Los presentes comenzaron a emocionarse más.

Cuando los demás dormían se escapaba la cantina,
y llorando le contaba una mujer
que si el honor y la victoria vale más que las personas,
es que no hemos aprendido nada.

Ahora, era la oportunidad de la Alcaldesa, finalmente Peti se había retirado un poco para conversar animadamente con Joke y Veerie, mientras que Sole por fin lograba una reacción de Dann (le tuvo que dar un zape que casi lo estrelló contra su plato) antes de ir a la barra de comida por otra ración de espagueti.

De las lágrimas que visten tu cara,
De la tristeza que esconden tus miradas,
De la verguenza que siente mi alma.
Cuando nadie canta ésta canción

Cuidándose de que nadie la viera, May roció el filete de Dann a medio comer con un líquido espeso que a simple vista, parecía una salsa idéntica a la que Peti ya le había puesto. Con la misión cumplida, la Alcaldesa se apresuró a volver a su propia mesa.

En la que digo que no me da la gana,
De hace como que no sé nada
De cada vida que se marcha sin decir adiós.

Charlie le ponía más ganas a sus acordes, así como Fic y el otro chico le seguían el ritmo. La canción animaba a la reflexión, cierto, pero por lo visto muchos simplemente se estaban divirtiendo con solo escucharla.

De las lágrimas que visten tu cara,
De la tristeza que esconden tus miradas,
De la vergüenza que siente mi alma.
Cuando nadie canta ésta canción

Dann, tras dar unos cuantos aplausos y gritos de ánimo a la cantante, cortó distraídamente un trozo de filete y se lo llevó a la boca, saboreando con deleite la salsa que lo acompañaba.

En la que digo que no me da la gana,
De hace como que no sé nada
De cada vida que se marcha sin decir adiós,
Sin decir adiós.

Las últimas notas se alzaron en el aire y se produjo una ovación a todo volumen. Orgullosa, Charlie sonrió con ganas e hizo unas cuantas reverencias, saludando después con una mano en alto. La vieron girar hacia los que la acompañaban y luego, acercándose al micrófono, empezó a anunciar que cantaría algo del Rey del Pop, pero en ese momento…

—¡Charlie, te quiero! ¡Déjame cantar contigo! ¡Estoy realmente inspirado! ¡Es el mejor regalo de cumpleaños que pudiste hacerme! Anda, dame un micrófono…

—¡No otra vez! —se lamentó Bell a voz en cuello, corriendo desde quién sabe dónde para intentar detener a Dann, que ya iba al escenario —¿Quién demonios le dio alcohol a este chico?

Pero el intento de la Líder y de las Diosas Menores (que andaban por allí cerca) fue en vano. Dann se colocó a un lado de Charlie, agarró el micrófono y comenzó a entonar Thriller (o mejor dicho, a berrear el famoso éxito de Michael Jackson) y Charlie, para salvar la situación, les pidió a Fic y al otro muchacho que comenzaran a tocar para acompañar al del cumpleaños.

—Como me entere de quién causó todo esto, la mato —masculló Bell el resto de la velada, lamentando que el Doño, de nuevo, apenas se acordaría de lo que pasó en su propia fiesta.

Aunque era curioso que la Fundadora asegurara que era una chica la culpable.

~El presente, en la plaza principal de Agua Imaginaria…~

Tan solo de acordarse de lo que costó calmar a Dann, Fic se puso a temblar. Y ni hablar de Bell, que anduvo averiguando como pudo quién se atrevió a embriagar al Doño en su cumpleaños cuando ella misma puso especial cuidado para que no se repitiera la experiencia. Había que ver lo sobreprotectora que se podía poner con el Doño, lo trataba como a un hermano pequeño.

No sabía por qué, pero tenía la vaga sensación de que todo aquello era una especie de juego en el cual si alguien de ese pueblo era víctima de una broma, la regresaba con creces. Solo porque quería mucho a su novia seguía allí, en ese lugar que parecía un manicomio a gran escala, aunque debía reconocer que la gente era muy agradable…la mayoría del tiempo.

—Hay que admitir que May cumplió con su palabra —comentó de pronto Tanit.

Fic estaba recorriendo la plaza, donde ese año habían organizado la comida de cumpleaños de Bell, y la futura abogada con el cabello ya no tan multicolor veía con detenimiento las calles que salían de aquel punto, cuyo asfalto estaba tan liso como si fueran nuevas.

—¿Tanto le costaba decir a May, desde un principio, que aumentaba los impuestos para arreglar las calles? —soltó Tanit con fastidio, antes de acudir al llamado que le hacían Nea y Cam desde el quiosco, donde estaban acomodando varios aparatos.

Fic sonrió un poco sin que nadie lo viera. La Alcaldesa aún no usaba todos esos fondos extras que pidió, pero él no era el indicado para revelarlo.

Miró el reloj de nuevo y corrió a arreglar lo que faltaba. Bell no tardaría en regresar de su ciudad y quería recibirla en la estación.

~Continuará…~

Bueno, aquí lo tienen, ¡feliz cumpleaños, Doño! (Bell lanza serpentinas y confeti por doquier). Parece que este año es la historia de mi vida sacar las fiestas tarde, ¡y eso que hoy es domingo! Definitivamente, el 2013 no me quiere (Bell rueda los ojos). Si a eso le agregamos que me enteré tarde que ayer era cumpleaños de la invitada especial de hoy, (¡Charlie, la presidenta de tu club de fans te saluda!), ya se imaginarán cómo ando en realidad.

Así pues, emborraché al pobre Dann de nuevo, pero esta vez ni se enteró cómo, aunque no garantizo que sepa todo el mundo que la culpable fue May, porque… ¿Qué le pasaría a la Alcaldesa en ese caso? Hagan sus apuestas, que lo recaudado se usará para embellecer las calles de Agua Imaginaria (?).

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.

P.D. La canción que aparece en esta OSECIaventura es de La Oreja de Van Gogh, titulada Coronel, la cual es una de las favoritas de Dann. Si hubiera algún error o dedazo en la letra, díganme (con las prisas, a Bell se le van esos detalles a veces).

jueves, 16 de mayo de 2013

La OSECI presenta... Me la haces, me la pagas (I)

Las nubes, grises y de aspecto rechoncho, cubrían el cielo de Agua Imaginaria, antes tan azul y brillante. Muchos habían salido del pueblo, no tanto porque fuera junio… o quizá sí, viendo la parafernalia que adornaba de nuevo las calles.

A todo esto, ¿por qué la Alcaldesa permitía que se celebrara el cumpleaños de la Líder de esa banda de locas? ¿Nada más porque ella misma era una de esas locas?

Pues no precisamente, al menos este año. ¿Quieren averiguar por qué?

~Poco más de un mes atrás, en la sala principal de la residencia…~

—¿Dónde está esa loca?

A la vez, las chicas presentes miraron la entrada de la sala principal, queriendo saber quién había dicho eso.

Tomando en cuenta con quienes hablaba, resultaba una pregunta estúpida, ¿no?

—Hijo, por favor, respira profundo y dinos qué pasa.

Sole, que técnicamente no era una SECI oficial (más que nada por la pereza de no asignarle un puesto), fue la que se recuperó primero de la impresión de ver a Dann con el ceño fruncido y claras intenciones de hacer sufrir a alguien.

—Impuestos, eso pasa —espetó el Doño de mala gana —May quiere cobrarme más porque siga operando el Palacio, ¡como si no pagara suficiente! ¡Y ni siquiera quiere decirme para qué!

—Etto… ¿Tiene qué decirte en qué se gasta el dinero? —preguntó Joke, inocente.

—¡Pues claro! Es una solicitud de información legítima, la Ley de Transparencia (1) dice…

—¡Nos importa un cuerno la ley! —interrumpió Luna, algo frustrada de que no la dejaran oír lo que miraba en televisión… que por una vez, no era un partido de su amado Barça, sino una repetición de Titanic.

—Ah, ¿es que acaso a ustedes no les subió los impuestos?

La pregunta hizo que todas las chicas intercambiaran miradas, aunque no tardaron en encogerse de hombros. Fue Veerie quien explicó tal reacción.

—Nosotras no llevamos las cuentas. Eso es cosa de Bell.

Como si la hubieran invocado, la Fundadora entró a la habitación por la puerta lateral que llevaba al comedor, con la vista fija en una hoja de papel.

—A ver, ¿alguien quiere decirme por qué llegó este requerimiento? —soltó Bell, mostrando lo que parecía un documento oficial de la alcaldía de Agua Imaginaria —Se pagó todo lo que se debía, yo misma hice los cheques para que los depositaran, ¿verdad? —miró a la Sacerdotisa Escribana, quien asintió repetidamente con la cabeza.

—Si no sabes tú… —Carmen se encogió de hombros y se acomodó en la cabeza…

—¿Otra vez cortaste las rosas del jardín? —regañó Bell a la Diosa Menor de Marzo, quien se encogió en su sitio —Da igual… —la joven mujer de anteojos meneó la cabeza, volviendo a revisar el famoso requerimiento —Aquí dice algo de “pago insuficiente”, pero no entiendo qué…

—¿No dirá “pago insuficiente debido a ajustes en las finanzas públicas”? —preguntó Dann con ironía y una sonrisa un tanto malvada.

—Sí, justo eso, ¿por qué?

—May subió los impuestos y eso decía mi requerimiento.

Bell enseguida se quedó como si acabaran de decirle que debía renunciar a todos sus libros.

—¿Y por qué demonios no nos avisó? —soltó ella cuando por fin pudo hablar.

—Eso no lo sé. La ando buscando para preguntarle.

—Déjalo.

Todos miraron a Bell como si hubiera enloquecido. La encontraron releyendo el documento de la alcaldía, frunciendo el ceño en claro signo de concentración, para finalmente esbozar una sonrisa pequeña y pícara que a los demás les puso la carne de gallina.

—La tengo —musitó la Líder, claramente refiriéndose a May —Dann, tráeme tus papeles. Ya sé cómo librarnos de esto. Y mientras… Chicas, pongan la mesa, Catt nos traerá pastel.

La gente alrededor comenzó a obedecer, saboreando de antemano el pastel de cumpleaños de Catta y queriendo saber si la fiesta en honor a la Alcaldesa, que sería en dos días, no peligraba.

Eso solo Bell lo podía contestar. Y nadie quería arriesgar el pellejo preguntándole.

~Dos días después, en el comedor de la residencia…~

May llegó exhausta a la residencia de la OSECI, casi de entrada por salida, ya que estaba bastante ocupada y necesitaba regresar a trabajar enseguida.

Había subido los impuestos a principios del mes pasado, creyendo que la gente se limitaría a pagarlos y quejarse un poco, sin llegar a más.

Pero no. Jamás esperó que le empezaran a llover demandas para que se declarara ilegal el aumento y pidiendo el reembolso de lo que la gente llamaba “excedente tributario”. De no saber que Bell era contadora, juraría que toda aquella palabrería sobre leyes era cosa suya.

—¡Sorpresa!

La Alcaldesa parpadeó, genuinamente confundida, cuando entró al comedor y lo halló decorado con serpentinas y globos, al mismo tiempo que en la mesa había varios platillos y un suculento pastel de…

—¡Joke, espera un poco más o no te daremos ni una rebanada!

La advertencia de la Aprendiz, hecha con nerviosismo, confirmó que el postre era de chocolate. May negó con la cabeza, sonriendo un poco, antes de sentarse donde Bell le indicaba.

—Ahora pide un deseo —canturreó la Líder con cierto tonillo sarcástico que le dio mala espina a la Alcaldesa —Como que no te demanden más…

—¿Tú qué sabes de eso? —quiso saber May.

—Oh, bueno, hiciste el favor de subir los impuestos de todo el mundo sin avisar, incluidas nosotras, ¿cómo no me iba a enterar? Suerte que Nea me recordó que Tanit es abogada…

May tragó saliva.

—… Y nos pusimos a demandar a la alcaldía —concluyó Bell, sonriendo ampliamente —Querida, hacerle eso al pueblo está mal. Sobre todo a los que ya habíamos pagado.

—¿Cómo terminó eso así? —susurró May, hundiéndose en su silla.

—Anda, apaga las velas, que si prometes invertir ese excedente de impuestos en algo bueno, podría convencer a unos cuantos de retirar sus demandas.

La festejada asintió de mala gana y sopló las diminutas llamas del número que decoraba su pastel, el cual anunciaba la edad que había cumplido. Acto seguido, se pusieron a comer, llevándose el pastel, momentáneamente, lejos de la mesa y de una golosa Joke.

—Siempre me lo he preguntado —comentó Pad en plena comida —Si May y Joke son gemelas, ¿por qué no cumplen años el mismo día?

—No quieres saber —indicó Mery, meneando la cabeza.

La comida se desarrolló con normalidad, o al menos con toda la normalidad de la que eran capaces las chicas de la OSECI y sus invitados. Al anunciarse que iba a comerse el pastel, Dann debió llevarlo a la mesa por mandato de Bell, y al intentar negarse…

—Doño, no me provoques, que todavía me debes días.

Debido a la subasta de Navidad, las cinco que habían comprado un mes de servicios del dueño del Palacio se turnaron para “emplear” al susodicho. Lo mejor (para Dann, claro) habría sido servir a todas ellas de corrido, pero no: tomaron el mes como de treinta días, se repartieron dichos días y lo mandaban llamar cuando se les daba la gana. Ese día en concreto lo solicitó Bell para que decorara el comedor, envolviera regalos, limpiara la cocina después que Pad terminara de preparar el banquete y… Bueno, la idea se entiende.

—¡Aquí lo tienen! —anunció Dann, inesperadamente contento.

Evidentemente, nadie quiso saber el por qué.

—¡Se ve estupendo! —May casi babeaba, literalmente, al ver el postre, que además olía delicioso —Vamos, yo lo sirvo, préstenme el cuchillo, los platos…

No tardaron ni diez minutos en servirles a todos su respectiva rebanada, quedándose May con una sobre la cual estaba la única fresa del decorado.

—¡Provecho! —dijeron todos a la vez.

Comprobaron que algo era fuera de lo normal cuando May se comió su fresa en tres mordiscos, saboreándola con expresión soñadora, antes de animarse más de la cuenta y treparse a la mesa, saltando sin parar y robándole el látigo a Nea, agitándolo sin ton ni son.

Olvidamos decir que el citado látigo era el que impedía que Joke atacara el pastel de los demás, ¿verdad?

—¡May, qué haces! —se escandalizó la Diosa Menor de las Artes Escénicas.

—¡Juro que esta vez no le compartí de mi vodka! —gritó Tato enseguida.

—¡Eh, chicos, alguno bájela de allí! —pidió Carmen desesperadamente, al tiempo que ayudaba a Luna y a Writer a contener a Joke.

Uno de los amigos guapísimos de la Diosa Menor de Marzo no perdió el tiempo: subió también a la mesa de un brinco, atrapó a May cuando hacía un salto que en su sano juicio jamás habría podido hacer y la bajó, cargándola como un saco de papas. Está de más decir que la Alcaldesa comenzó a patalear y vociferar que quería volver al escenario, pero su “captor” no oyó razones, llevándosela de allí.

A la vez, varios pares de ojos se fijaron en Dann, quien había sido el único que logró salvar su ración de pastel de todo aquel escándalo.

—Amore, ¿qué diablos le diste a May? —preguntó Nea, arqueando una ceja.

—¿Yo? —Dann arqueó la ceja e intentó parecer convincente, cosa que no logró —Nada, solo un pequeño desquite por lo del año pasado y por esa alza de impuestos. ¿A que fue gracioso?

—Pues muy gracioso no será si se entera de lo que hiciste —sentenció Bell con aire aburrido, saboreando lo que quedaba de pastel.

Ante eso, Dann tragó saliva.

—Ah, y antes de que te vayas, este lugar debe quedar reluciente, ¿de acuerdo?

El dueño del Palacio maldijo (por enésima vez) ese mes de servidumbre que se había subastado en Navidad. Quizá debería mudarse de pueblo… si es que lo dejaban.

(1) Se hace referencia a una ley vigente en México que, entre otras cosas, le da derecho a los ciudadanos a exigir datos sobre las finanzas de las instituciones públicas.

&&&

Bueno, no es el mejor comienzo que ha tenido una OSECIaventura, pero no me maten, que estos últimos días no han sido los más relajados del mundo para mí (Bell rueda los ojos). Así pues, y al filo de que termine el día dieciséis en México, ¡feliz cumpleaños, May! Y también felicidades a Catta, quien cumplió años hace poco y me fui enterando tarde.

Cuídense mucho y nos leemos… en cuanto sepa qué será del Doño (el susodicho tiembla mientras Bell sonríe con malicia).

miércoles, 15 de mayo de 2013

Describiendo a... (XLIX)

Título: Oscuros. La eternidad y un día (en el idioma original, Fallen in love).

Autor: Lauren Kate.

Sinopsis: El amor eterno de Luce y Daniel es emblemático, pero no es el único tipo de amor posible... [...] Acérquense un poco más a la eternidad de Luce y Daniel y descubran los derroteros amorosos de Miles, Shelby, Roland, Arriane... (Extracto de la portada de mi ejemplar).

lunes, 13 de mayo de 2013

Personalidad Literaria XIII: Desde los cielos

Nombre: Raziel.

Libro de origen: Cazadores de Sombras 3. Ciudad de Cristal (en el idioma original, The Mortal Instruments. City of Glass), de Cassandra Clare.

domingo, 12 de mayo de 2013

Agradecimientos de LAV

Aviso: si lees el siguiente texto sin tener la menor idea de qué es LAV, no entenderás gran cosa y por supuesto, no encontrarás tu nombre/nick en ninguna de las listas. Volverán las entradas habituales a partir de mañana. Disculpa de antemano por las molestias.

Finalmente, después de… ¿cuánto, tres años? (Bell se sonroja). Diablos, no puedo creerlo, ¿cómo es que me han aguantado tanto? En fin, hemos llegado a otro final de mi única saga de fics, lo que sigo preguntándome cómo ha sido posible, si hubo periodos en los cuales no tenía ni la menor idea de qué escribir, o cómo escribirlo. Sin embargo, hubo gente que siguió allí, animando a su humilde servidora a seguir, cuando incluso se me pasaba por la cabeza dejar el fic botado pese a que ha sido una de mis creaciones más complejas y geniales (sin afán de sonar egocéntrica).
Así pues, gracias, muchísimas gracias.
A continuación, las personas que se tomaron la molestia de dejarme un comentario. El orden, en esta ocasión, por el de los capítulos, sin importar si fueron de los primeros en llegar a LAV y sin indicar con ello mi predilección por una u otra persona. Por otro lado, hay quienes aparecerán en más de una lista (ya saben, cuando en una página no podían leer aún, se iban a la otra). Y son a la fecha de que terminé el fic, para que nadie se sienta fuera.
De Fanfiction.Net:
yuli35
MarsNeptune
controlg
solpotter
Liilapops
Hoshii446
Hikari Asakura
Arabella.E.Lupin
Caigdimo
Etel
Gala Potter
ale phoenix
Seleneite Andromeda
laromantica507
Guest
Zanzamaru
De Potterfics:
LiluuAbbey
elizabeth_arabella­_lupin
letty_potter
Caigdimo_Potter_1998
paularis
Fox
olivia paola paredes
eduventorrillo
maryn
Así pues, los espero en el resto de mis fics, ubicados en mis distintas cuentas de autora (considerando que algunos los escribí exclusivamente para concursos…). La quinta entrega tiene como título tentativo El Infierno de los Magos (sus siglas serían EIM), pero la trama central está por definirse. Soy un desastre, lo sé, pero espero que el periodo de descanso habitual que tomo entre cada entrega me permita enfocar las ideas y pensar en algo bueno. Y claro, quiero completar la bajara de L’Arcanes Visionnaires, que nos quedamos a muy poco de conocerla en su totalidad.
Cuídense mucho y nos leemos… en cuanto se pueda. Estén al pendiente.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Describiendo a... (XLVIII)

Título: Pecados de la noche (en el idioma original, Sins of the Night).

Autor: Sherrilyn Kenyon.

Sinopsis: En el reino de los Cazadores Oscuros existe un código de honor que incluso ellos, los chicos malos de la inmortalidad, deben respetar: «No hacer daño a ningún humano. No beber sangre. No enamorarse jamás». Aunque en ocasiones hay quien se rebela, y entonces, Alexion, el juez y verdugo de los Cazadores Oscuros, el brazo ejecutor de Aquerón, se ve obligado a intervenir. [...] (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).

lunes, 6 de mayo de 2013

Personalidad Literaria XII: Sin carne en la dieta

Nombre: Scathach (también conocida como Scatty).

Libro de origen: El Alquimista (en el idioma original, The Alchemyst), de Michael Scott.