sábado, 29 de diciembre de 2018

Tinta a la Carta C: Cena en tres tiempos

~Entrada~ 
Pedro Páramo 
(Juan Rulfo) 
—Bueno, pues llegué a la plaza. Me recargué en un pilar de los portales. Vi que no había nadie, aunque seguía oyendo el murmullo como de mucha gente en día de mercado. Un rumor parejo, sin ton ni son, parecido al que hace el viento contra las ramas de un árbol en la noche, cuando no se ven ni el árbol ni las ramas, pero se oye el murmurar. Así. Ya no daba vueltas a mi alrededor aquel bisbiseo apretado como un enjambre, hasta que alcancé a distinguir unas palabras vacías de ruido: “Ruega a Dios por nosotros”. Eso  que me decían. Entonces se me heló el alma. Por eso es que ustedes me encontraron muerto. 
—Mejor no te hubieras salido de tu tierra. ¿Qué viniste a hacer aquí? 
—Ya te lo dije en un principio. Vine a buscar a Pedro Páramo, que según parece fue mi padre. Me trajo la ilusión. 

~Plato Fuerte~ 
Refugio del viento 
(George R. R. Martin y Lisa Tuttle) 
—¡Maris! ¡Maris! 
Se encontraron y se abrazaron entusiasmados, antes de separarse con una sonrisa. 
—¿Dónde estabas? 
—Con Barrion. Estoy componiendo una canción. Sólo tengo el principio, pero será buena, lo noto. Es sobre ti. 
—¿Sobre mí? 
Evidentemente, estaba orgulloso de sí mismo. 
—Sí. Serás famosa. Todo el mundo la cantará, todo el mundo te conocerá. 
—Ya la conocen —rió Dorrel—. Créeme. 
—No, quiero decir para siempre. Mientras se cante esta canción, todos te conocerán. Conocerán a la chica que deseaba tanto unas alas que cambió el mundo. 

~Postre~ 
(Verano de corrupción). Alumno aventajado 
(Stephen King) 
—Bueno… quiero que me cuente, que me hable de cómo fue. Eso es todo. No quiero más que eso. De veras. 
—Que te cuente… —repitió Dussander. Parecía absolutamente perplejo. 
Todd se inclinó hacia adelante apoyando los codos curtidos en las rodillas. 
—Claro. Todo. Pelotones de fusilamiento. Cámaras de gas. Hornos crematorios. Lo de los tipos que cavaban sus propias tumbas y luego se quedaban de pie al borde hasta caer dentro. Los… —sacó la lengua y se humedeció los labios—, los experimentos. Todo. Absolutamente todo. 
Dussander le miraba con una especie de asombrada indiferencia, tal como podría observar un veterinario a la gata que va a dar a luz una serie de gatitos de dos cabezas. 
—Eres un monstruo —dijo al fin, suavemente.

Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Describiendo a... (CCXXXI)

Título: Diario de una pasión (en el idioma original, The Notebook).

Autor: Nicholas Sparks.

Sinopsis: Un hombre tiene un cuaderno viejo, traído y llevado mil veces, en su regazo. Una mujer a su lado escucha lo que él le lee cada mañana, aunque no acaba de entender. Muchos años antes, Noah Calhoun vuelve a casa, a Carolina del Norte, después de la Segunda Guerra Mundial. Noah intenta que la plantación de la que procede vuelva a su antigua gloria, pero las imágenes de la preciosa joven que conoció catorce años antes "una mujer a la que amó como a ninguna otra" no paran de perseguirlo. A pesar de que no ha sido capaz de volver a encontrarla, tampoco ha conseguido olvidar el verano que pasaron juntos. Es entonces cuando, de manera inesperada, vuelve a dar con ella. [...] (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).

sábado, 22 de diciembre de 2018

Tinta a la Carta XCIX: Merienda en cuatro tiempos

~Aperitivo~ 
Desayuno en Tiffany’s 
(Truman Capote) 
—Gracias, chato… Has sido muy amable acompañándome hasta aquí. 
—¡Eh, nena! —dijo él, porque estaban cerrándole la puerta en las narices. 
—Dime, Harry. 
—Harry era el otro. Yo soy Sid. Sid Arbuck. Sé que te gusto. 
—Te adoro, Arbuck. Pero buenas noches, Arbuck. 
Mr. Arbuck se quedó mirando con incredulidad la puerta, que se cerró firmemente. 

~Entrada~ 
Utopía 
(Leonardo Patrignani) 
—¿Podremos sacarlo de allí? 
El doctor permaneció impasible, y protegido por las tinieblas plegó los labios en una mueca. 
—¿Un ataque sorpresa en una de las penitenciarías más seguras de todo el continente, para sacar a un casi nonagenario de su celda de aislamiento, urdido por una banda que probablemente ya está siendo buscada por todas partes? 
Anna permaneció en silencio durante un momento, sin encontrar el valor de responder. Ciertamente se trataba de una empresa impensable. Fue el mismo Thierry quien concluyó y la sorprendió una vez más. 
—Pensaba hacerlo esta noche. 

~Plato Fuerte~ 
Delirios 
(A. G. Howard) 
—¿Cuántas veces tengo que decirlo? Mi hogar está en el reino humano, no aquí. —Una mentira a medias. No puedo resistir observar una vez más la destrucción que me rodea. Pero él no tiene que darse cuenta de lo dividida que estoy… lo indecisa que he estado desde el año pasado. 
—¿Qué te hace pensar que me estaba refiriendo a este hogar? —se apoya en el tallo de un capuchino. La pose no debería ser amenazadora pero sus alas se alzan a su espalda, negras y dominantes, recortadas en el fondo tormentoso, y mi piel se eriza con aprensión. Intento liberar los codos pero la margarita es demasiado fuerte. Aún con las mangas largas, sus dedos en forma de hoja me muerden la carne. 
—Exijo ver a la Reina Granate y a la Reina Marfil —mascullo. 
Morfeo se ríe con ganas. 
—¿Exiges? Así que estás jugando la carta real, ¿no? 

~Postre~ 
Manos rojas 
(Stephen Woodworth) 
El alma de la mujer muerta se disipó de nuevo en la negrura y dejó a Natalie débil y sola. Un asesinato, dos víctimas. 
No podía permitir que otro asesino anduviera suelto. 
Mientras el reguero de lágrimas se secaba en sus mejillas, tomó el teléfono de la cocina, marcó un número y aguardó. 
—Empresas Libra —contestó Inez—. ¿En qué puedo servirle? 
—Me han llamado antes para hablarme de una oferta especial —Natalie echó un vistazo a la pulsera de Marcy, que reposaba en el suelo como un gusano de plata—. Me gustaría aceptarla. 

Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".