Describiendo a... (XLI)

Título: Cazadores de Sombras 2. Ciudad de Ceniza (en el idioma original, The Mortal Instruments. City of Ashes).

Autor: Cassandra Clare.

Sinopsis: Clary Fray desearía que su vida volviera a la normalidad. Si pudiera dejar atrás el mundo de los cazadores de sombras, tendría más tiempo para Simon, su mejor amigo, que se está convirtiendo en algo más... [...] Para complicar las cosas, una ola de asesinatos sacude la ciudad. Clary cree que Valentine está detrás de esas muertes, pero ¿cómo podrá detenerlo si Jace parece dispuesto a traicionar todo en lo que cree para ayudar a su padre? (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).

Editorial de mi ejemplar: Editorial Planeta Mexicana (a través de Destino).

¿Qué les puedo decir? Esta es la segunda entrega de los Cazadores de Sombras, siguiendo con los sucesos de Ciudad de Hueso que tan... abruptamente se cortaron. Sí, no me miren raro, tengo un problema con esta saga, lo que quizá se deba a que tuve un periodo complicado en mi aburrida y caótica vida que me impidió que leyera a mi ritmo normal esta entrega en particular, y varias veces quise lanzar el libro lejos de mi vista. Pero dejando de lado mis lamentos (que a nadie importan, Bell lo sabe y ustedes también, así que ignoremos eso), pasemos al quid de la cuestión.

En esta ocasión, un prólogo nos muestra cómo un brujo invoca a un demonio de alto nivel por pedido del villano del cuento, Valentine Morgenstern (eh, Bell se aprendió el apellido raro, ¡aplausos!), solo que la invocación parece salirse de control... o quizá no.

Así, pasamos a ver cómo Clary está preocupada por la suerte de su madre, en tanto ella y Jace intentan llevarse bien dada la complicada relación que comparten (no, no se emparejaron, vayan a leer Ciudad de Hueso si no saben de qué habla Bell); en tanto, la ciudad es aquejada por un ser que asesina seres sobrenaturales quitándoles toda la sangre... y no, no es un vampiro, dado que el líder local de éstos lo niega categóricamente. Así mismo, aparece una enigmática mujer conocida como la Inquisidora, que piensa interrogar severamente a Jace por lo sucedido con Valentine... pero todos se quedan sorprendidos cuando lo hace conducir a las celdas de la Ciudad de Hueso, en espera de lo que sea que la Inquisidora hará con él. 

A ver, ¿el argumento suena bien? Sí, de hecho lo anterior es el perfecto inicio para lo que se desencadena después, que incluye un plan alocado de Valentine para iniciar una verdadera guerra contra el resto de los cazadores de sombras; así mismo, Clary parece ir descubriendo lo que puede hacer aunque sea una novata en eso de ser cazadora. Y para colmo, aparecen más de un personaje y/o situación que no solo es desconcertante a más no poder, sino hilarante. Esperen al fragmento de esta novela que saldrán en Tinta a la Carta (pausada todavía, por desgracia) si no me creen (Bell suelta una risita). Aunque claro, había partes demasiado aburridas (eso o Bell leía a paso de tortuga... No, lo del paso de turtuga es imposible, eran aburridas, punto) o al revés, que se desarrollaban tan rápido que no podías seguirle el hilo hasta regresarte un par de párrafos. Fuera de eso y el cortón tan horrible que dieron al epílogo (en serio, ¿eso qué? Pudieron poner un par de páginas más para no sentirlo tan brusco), creo que Ciudad de Ceniza no será de mis libros favoritos de los Cazadores de Sombras.

Por lo tanto, declaro que Ciudad de Ceniza se vaya a mi anaquel un buen rato, mientras empiezo Ciudad de Cristal, y solo regresaré a él cuando necesite acordarme de algo... Que seguramente será pronto, por lo que dije al principio (mi periodo complicado y caótico), no estoy segura de haberme involucrado lo suficiente con esta entrega. Ya qué...

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.

P.D. Magnus es de Nea, sí... Entonces me pido a Alec (Bell suelta una risita, hace una reverencia y se va).