miércoles, 25 de noviembre de 2015

Describiendo a... (CXXVI)

Título: El nombre del viento. Crónica del asesino de reyes: primer día (en el idioma original, The Name of he Wind. The Kingkiller Chronicle: Day One).

Autor: Patrick Rothfuss.

Sinopsis: En una posada en tierra de nadie, un hombre se dispone a relatar, por primera vez, la auténtica historia de su vida. Una historia que únicamente él conoce y que ha quedado diluida tras los rumores, las conjeturas y los cuentos de taberna que lo han convertido en un personaje legendario a quien todos daban ya por muerto: Kvothe... músico, mendigo, ladrón, estudiante, mago, héroe y asesino. [...] (Extracto de la solapa de la portada de mi ejemplar).

Editorial de mi ejemplar: Random House Mondadori (ahora Penguin Random House), a través de Plaza y Janés.

¿Qué les puedo decir? A estas alturas, quien haya pasado un tiempo leyendo mis seudo-reseñas sabrá mis gustos. Además, se habrá enterado que en ocasiones, entre más gordo sea un ejemplar, más feliz me siento (solo en ocasiones, ¿de acuerdo?). Así las cosas, cuando empezó a hablarse de la novela que nos compete, no tenía la menor intención de leerla, mucho menos comprarla. ¿Por qué? Ya ha habido ocasiones en que ponen una novela por todo lo alto, me confío, la leo y mis expectativas se ven seriamente desilusionadas. Y cuando el ejemplar físico en cuestión tiene un precio considerable que pago yo misma, ¿cómo no lo iba a pensar? Sin embargo, como tantas otras veces, caí en tentación y lo adquirí, esperando sinceramente hallarme con algo que sobresaliera del montón no por publicidad sino por sí mismo. Y vaya que en ese punto, no quedé inconforme.

Esta historia comienza presentándonos la aparente tranquilidad de una posada en medio de la nada, la Roca de Guía, regentada por un hombre sereno y apacible llamado Kote. El pueblo donde se asienta la posada no parece la gran cosa, más con los tiempos que corren, grises y cada vez más pobres. Sin embargo, un extraño acontecimiento hace que las cosas se animen, aunque no para bien,

Por su parte, un hombre conocido como Cronista se dirige a la residencia de un noble, aunque es asaltado en el camino y dejado, entre otras cosas, sin montura. Sin poder comprarse otro animal en el pueblo al que llega después, decide adentrarse de noche en los senderos poco seguros, para toparse con un extraño individuo que, sin dar mayores explicaciones, le pide ayudarle con algu que resulta ser cualquier cosa, menos un ser vivo normal.

Así, ¿cómo se relacionan un posadero anodino y un viajero que se dedica a recolectar hechos verídicos en sus pergaminos? Eso se sabe cuando se revela que el posadero no es del todo lo que dice, y acepta contar a Cronista la historia de su vida, una cadena de sucesos que la gente va contando por allí cual mito o leyenda, colocando como protagonista a un hombre misterioso y de extrañas facultades llamado Kvothe.

De esa manera, vamos conociendo de boca del protagonista los inicios de una leyenda: su origen, su infancia, la tragedia que lo perdió por años en una vida que le curtió pies y carácter para luego, en un momento de iluminación, guiarlo al sitio que una vez escuchó que podría darle todas las respuestas: la Universidad, máximo centro del saber de aquel mundo suyo, lleno de ciencia y manipulaciones sobrenaturales por igual.

El mundo presentado en El nombre del viento obviamente no es el que conocemos. Con un ambiente semejante al medieval, las ciudades y países en las cuales se divide no son explicadas a grandes rasgos, pero de algunas se da una visión medianamente clara, por no decir desagradable en ciertos casos. Por otra parte, las personas con las que se va cruzando nuestro protagonista son de todo tipo, algunas muy agradables y otras espantosas, con unas cuantas de las cuales no se sabe, a ciencia cierta, qué les pasa por la cabeza (ajá, hay algunos chiflados por ahí).

No voy a decir que este libro es para todo público, porque seguramente no lo es. Una historia como esta, que es narrada por quien la vivió, quizá a algunos deje con la intriga de qué pasó en ciertos puntos, ya que no se han de aclarar hasta que el mismo protagonista decida contarlo. Por otra parte, se sabe que el narrador en primera persona nos dejará en el limbo con cosas que él mismo no comprenda o conozca, así que tendremos que crear nuestras propias teorías con lo que conocemos, hasta que llegue el momento de conocerlo. Dato aparte son los intervalos de tiempo en los cuales el narrador para sus palabras debido a las ocupaciones diarias en una posada, donde de hecho, ocurre otra cosa que es para tener de nervios al posadero, a su joven ayudante y a Cronista. ¿Qué está por pasar realmente en la posada Roca de Guía? Oh, esa es una pregunta que de momento, se queda sin respuesta.

Sí, lo anterior va porque pese a su grosor, esta es solo la primera de tres entregas, siendo la última un deseo ferviente de los admiradores de Rothfuss porque vea la luz en las librerías (ajá, Bell hizo su tarea y ha investigado un poco al respecto). Por mi parte, como es costumbre, me paso enseguida a El temor de un hombre sabio (segunda parte de Crónica del asesino de reyes, sin estar muy segura de querer hallar allí algunas de las respuestas que quise conocer en cuanto El nombre del viento plantó las dudas.

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.

1 comentario:

  1. Este libro y su continuación me encantan <3 Me alegro mucho que te gustara tanto

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