jueves, 5 de noviembre de 2015

Describiendo a... (e-LVIII)

Título: Forrest Gump (en el idioma original, igual).

Autor: Winston Groom.

Sinopsis: [...] Un muchacho que se presenta como idiota, pero que demuestra que algo tan trivial como la inteligencia no es una barrera infranqueable ante la vida. Consigue ser una estrella del futbol americano, héroe de guerra, magnate de los negocios, astronauta y un largo etcétera. Cada capítulo es una desternillante y conmovedora historia sobre un chico que no le importa lo que piensen de él y que vive, pese a cualquier circunstancia, con una sonrisa en su rostro. (Extracto de la introducción).
Formato: Digital (epub).

¿Qué les puedo decir? Leer aquellos libros en los cuales se basaron películas que he visto es una especie de meta lenta en mi vida. Es decir, si hallo el texto, me apodero de él, aunque por algunos siento más entusiasmo que otros. Es el caso de Forrest Gump, filme que me gusta ver cada que lo repiten (seguro varios coinciden conmigo), aunque luego me fui enterando que la adaptación era bastante libre (¿a qué suena esto? ¡Ah, sí, a la seudo-reseña de La leyenda de Sleepy Hollow!). De esa forma, cuando hallé el libro, me tardé bastante en leerlo, más que nada por indecisión. Pero aquí lo tienen.

Quien nos lleva de la mano en esta historia es el mismo protagonista, Forrest Gump, llamado así por un militar al que su madre admiraba. Desde su infancia quedó patente que no era exactamente como los demás niños, sino que era lo que muchos (incluso él mismo) daban por llamar "idiota". La vida lo fue conduciendo, casi siempre sin querer, a los acontecimientos que lo harían cambiar para siempre, así como a las personas que se le quedarían en la memoria.

Cuando lees todo aquello que le pasa a Forrest, te quedas preguntándote si realmente él es el idiota o la gente a su alrededor. Es verdad que hay personas que, debido a cuestiones biológicas o accidentales, no tienen completamente desarrollada su capacidad intelectual, pero en el caso de Forrest, él supo ingeniárselas con lo que sabía, aunque no siempre le saliera bien. Es más, él mismo dice, a lo largo de la historia, que ha sido idiota, a veces por su intelecto y otra por sus actos, lo cual demuestra que, por lo menos, es honesto consigo mismo y con el resto de las personas.

Y claro, como mencioné antes, la versión cinematográfica se tomó demasiadas libertades. Incluso, si no recuerdo mal, el autor del libro acabó disgustado con el resultado, por lo alejado que estaba de su obra. Como quien conoció la película antes que el libro, reconozco que cada uno tiene su encanto, pero advierto a quienes quieran leer esto que se preparen, porque si la película la aman, puede que el libro los decepcione o hasta los llegue a enfadar.

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.

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