miércoles, 13 de abril de 2016

Describiendo a... (CXLIV)

Título: Crónicas marcianas (en el idioma original, The Martian Chronicles).

Autor: Ray Bradbury.

Sinopsis: Esta colección de relatos reúne la crónica de la colonización de Marte por parte de la humanidad que abandona la Tierra en sucesivas oleadas de cohetes plateados y sueña con reproducir en el Planeta Rojo una civilización de perritos calientes, cómodos sofás y limonada en el porche al atardecer. Pero los colonos también traen en su equipaje las enfermedades que diezmarán a los marcianos y mostrarán muy poco respeto por una cultura planetaria misteriosa y fascinante, que éstos intentarán proteger ante la rapacidad de los terrícolas. [...] (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).


Editorial de mi ejemplar: Editorial Planeta Mexicana S. A. de C. V., a través de Booket.

¿Qué les puedo decir? Acordarme de la primera compra de un libro de Bradbury (no, no fue Crónicas marcianas) es acordarme de cierto accidente cercano a la fecha de uno de mis cumpleaños (larga historia que a Bell le recuerda dolooooooor). Y eso me lleva a recordar que fue la muerte de Bradbury lo que despertó mi curiosidad sobre su obra. Sí, quise leer al pobre hombre hasta que se murió, quizá para algunos eso no tenga perdón, pero considerando que antes novelas como las de Bradbury ni las consideraba, es un avance... ¿verdad? (Bell rueda los ojos).

En fin, en Crónicas marcianas nos sumergimos en la posibilidad remota de una conquista de Marte, tomando a este planeta como uno que, antes de la llegada de los humanos, ya estaba habitado por una raza inteligente, de cualidades y habilidades peculiares, con una cultura que quizá los humanos jamás llegarían a entender pero que, como ocurrió en la antigüedad y a veces sigue ocurriendo, no se toman la molestia de conocer, ¡ya no digamos de respetar! Así que los marcianos poco a poco son casi extintos (en parte por las enfermedades humanas, recordándome terriblemente a cierta parte de la Conquista de Tenochtitlán), para luego ser despojados de su territorio varios tipos de humanos: los exploradores, los fundadores de pueblos y ciudades, los mineros, los empresarios, los creadores de leyes y reglas... Y una larga lista que seguramente imaginan, pero que desde el principio hace que nos preguntemos si estas personas harán de Marte una segunda Tierra o quizá, solo quizá, lo harán un poco mejor.

Bradbury se tomó la molestia de mostrarnos su visión de lo que sería una hipotética colonización de Marte con lo que, él creía, sería un panorama realista. Aunque resulte desagradable o estremecedor, lo que se lee aquí no es muy distinto a lo que los humanos realmente haríamos con Marte, ya que a través de la historia, se ha visto lo que hacen los conquistadores con los sitios conquistados. No me extrañaría nada que Bradbury usara precisamente sucesos históricos fidedignos para inspirarse y describirnos el proceso, aunque él fue más allá y también mostró lo que pasaría con los que habitaran el planeta rojo en caso de que la Tierra, por uno de tantos conflictos armados, se estuviera cayendo a pedazos.

En conclusión, puedo decirles que el señor Bradbury se ha ganado mi admiración, así que veré cuándo la Lata me dicta que lea ese primer libro suyo que compré.

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.

1 comentario:

  1. Como no planeo mis lecturas, no puedo decir cuando lo leeré pero lo tengo esperando en mi estantería –lo que ya es un avance XD–.

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