Título: Desayuno en Tiffany's (en el idioma original, Breakfast in Tiffany's).
Autor: Truman Capote.
Sinopsis: Holly Golightly se encuentra, sin duda, entre los personajes más cautivadores de la literatura de todos los tiempos. Joven y atractiva, la protagonista es una texana que se introduce poco a poco en la alta sociedad del Nueva York de los años cuarenta. Mezcla de inocencia y picardía, Holly se contenta con vivir el día a día, rechaza las ataduras emocionales, se siente desterrada en todas partes y solo encuentra solaz al entrar en la famosa joyería Tiffany's, lugar que para ella encarna una especie de paraíso terrenal. [...] (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).
Editorial de mi ejemplar: Random House Mondadori (a través de Ediciones Gandhi).
¿Qué les puedo decir? Esta es una de esas lecturas son de las que a veces llamo "de impulso", que me dan ganas de leer solo porque sí pero no compro el ejemplar a menos que se cruce en mi camino. En esta ocasión, lo que necesitaba era completar cierto monto para una orden en línea de cierta librería (Bell y sus razones raras...), por lo que aproveché que estaba en oferta. Y bueno, fue una de las primeras lecturas que dictaminó el Bote de Pendientes (nombre completo: Bote de las Lecturas Pendientes). Aquí voy.
Un hombre vive sus días con normalidad en la fascinante ciudad de Manhattan, cuando de pronto un viejo conocido, dueño de un bar, le llama. El hombre, curioso, acude al negocio, porque sabe que solo una cosa habría hecho que el viejo le llamara: le muestra una fotografía tomada del otro lado del Atlántico, donde aparece una figurilla cuya cara es muy similar a la de una antigua conocida, Holly Golightly. Es esa la antesala para conocer un poco al hombre que nos narra la historia (un eterno sin-nombre) y la temporada en la cual compartió edificio y amistad con Holly, una chica bastante guapa que se rodeada de gente importante para llevar una buena vida y que al final se marchó en circunstancias un tanto peculiares. A decir verdad, no acabé de entender la historia de Holly. Mejor dicho, no acabé de entenderla a ella, aunque habrá muchas que admiren las agallas que tenía, su desparpajo y su don de gentes.
Por otro lado, mi ejemplar trae, aparte de la pequeña novela Desayuno en Tiffany's, otros tres relatos cortos que igualmente me causaron una especie de desconcierto, dado que el desarrollo no acababa de convencerme y no siempre había un final feliz para todos los personajes. Con eso llego a la conclusión (muy personal) de que Capote no es cien por ciento mi tipo de escritor, aunque quizá deba darle otra oportunidad. El tiempo dirá.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
P. D. Por si el título no era del todo claro, ¡esta es la reseña número 100 de lecturas en físico! (Bell salta de alegría por todas partes). Y pensar que tengo muchos más libros que eso... (deja de presumir y se va).
Un hombre vive sus días con normalidad en la fascinante ciudad de Manhattan, cuando de pronto un viejo conocido, dueño de un bar, le llama. El hombre, curioso, acude al negocio, porque sabe que solo una cosa habría hecho que el viejo le llamara: le muestra una fotografía tomada del otro lado del Atlántico, donde aparece una figurilla cuya cara es muy similar a la de una antigua conocida, Holly Golightly. Es esa la antesala para conocer un poco al hombre que nos narra la historia (un eterno sin-nombre) y la temporada en la cual compartió edificio y amistad con Holly, una chica bastante guapa que se rodeada de gente importante para llevar una buena vida y que al final se marchó en circunstancias un tanto peculiares. A decir verdad, no acabé de entender la historia de Holly. Mejor dicho, no acabé de entenderla a ella, aunque habrá muchas que admiren las agallas que tenía, su desparpajo y su don de gentes.
Por otro lado, mi ejemplar trae, aparte de la pequeña novela Desayuno en Tiffany's, otros tres relatos cortos que igualmente me causaron una especie de desconcierto, dado que el desarrollo no acababa de convencerme y no siempre había un final feliz para todos los personajes. Con eso llego a la conclusión (muy personal) de que Capote no es cien por ciento mi tipo de escritor, aunque quizá deba darle otra oportunidad. El tiempo dirá.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
P. D. Por si el título no era del todo claro, ¡esta es la reseña número 100 de lecturas en físico! (Bell salta de alegría por todas partes). Y pensar que tengo muchos más libros que eso... (deja de presumir y se va).
Este Libro me gusta mucho la verdad, una lectura muy disfrutable, y una figura interesante este Capote
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