jueves, 29 de octubre de 2015

Describiendo a... (e-LVII)

Título: La leyenda de Sleepy Hollow (en el idioma original, The Leyend of Sleepy Hollow)

Autor: Washington Irving.

Sinopsis: [...] Ichabod está enamorado de la bellísima joven Katrina van Tassel, la única hija de un adinerado terraniente holandés, pero no es el único, cuenta con un formidable rival: Brom Bones, un mozo fornido, bullanguero y jovial. Un día, el señor Van Tassel invita a Ichabod a una gran fiesta en sus propiedades y el maestro ve su oportunidad para cortejar a la hermosa Katrina. Sin embargo, Ichabod no contaba con toparse con el espectro del Jinete Sin Cabeza, que vaga por los bosques de la Región del Sopor... (Extracto de la introducción).

Formato: Digital (epub).

¿Qué les puedo decir? Seguramente, a estas alturas, no soy la única que ha visto la película protagonizada por Johnny Depp que se basa en esta historia. ¿Listo? ¿Ya la ubican? Pues bien, olvídense de ella. Ciertamente hay un hombre con estudios (Ichabod), una joven preciosa (Katrina) y una leyenda tétrica (el Jinete sin Cabeza). Pero gran parte del resto fue licencia creativa del filme, se los advierto desde ahora. Así que, aclarado ese punto, podemos pasar a lo que interesa.

El relato comienza presentándonos el escenario, un pueblo al que cierto grupo femenino da por llamar Tarry Town. En ese pueblo encontramos a Ichabod Crane, maestro de profesión y aficionado, entre otras cosas, a las historias truculentas como los juicios a las brujas de Salem. Corteja a la única hija de un rico hacendado holandés, habitante de aquellos parajes, aunque no es el único, pues la muchacha es una beldad. Es cuando Van Tassel (el hacendado) da una fiesta, que Crane ve una oportunidad, aunque quizá no acabe muy bien.

Para cuento de terror, puede que La leyenda de Sleepy Hollow sea pasable. por su estilo tan detallado y por uno que otro personaje pintoresco. El relato tiene pocas páginas en mi archivo epub (no llega a las 100), así que no esperen un reporte pormenorizado de un misterio que, a fin de cuentas, se queda como tal: el Jinete sin Cabeza. ¿Es real o solo una ilusión? ¿Qué es lo que logra ver Ichabod Crane? ¿Qué pasó después con el profesor? Esas y otras preguntas se quedan sin respuesta, dejándolas en la imaginación del lector que, tras páginas y páginas en las cuales se narraba cómo era Crane y qué pensaba, al final se siente como si nos estampara una puerta en la cara antes de saber qué pasó en realidad.

Lo anterior, por si no ha quedado claro, demuestra mi estupefacción a terminar de leer semejante historia y además, a que los creadores de la película parece que solo tomaron el escenario, algunos personajes y claro, el Jinete sin Cabeza, todo con el fin de hacer lo que les venía en gana. En lo personal me gusta la película tal cual es, quizá por eso me chocó tanto leer el relato original y comprobar en qué acabó realmente la cosa.

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima. 

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