~Aperitivo~
Buenos
Presagios
(Neil Gaiman y Terry Pratchett)
—No
creo que te sea posible hacer el mal —se burló Crawly con sarcasmo. Azirafel no
notó el tono.
—Espero
que no —contestó —Vaya si lo espero. Llevo toda la tarde pensando en ello.
Se
quedaron mirando la lluvia un rato.
—Pero
lo mejor es —dijo Crawly —que yo también me pregunto si lo de la manzana no
será lo bueno. Los demonios se pueden meter en un buen lío si hacen cosas
buenas —le dio un suave empujón al ángel —¿Te imaginas que hubiéramos metido la
pata los dos? ¿Que yo hubiera hecho lo bueno y tú lo malo?
—La
verdad es que no —contestó Azirafel.
Crawly
miró la lluvia.
—Ya
—dijo, algo más tranquilo —ni yo.
~Entrada~
Reckless.
Sombras vivientes
(Cornelia Funke)
—¡Prométemelo!
—le susurró Jacob —Prométeme que jamás intentarás algo así. ¡Prométemelo!
—¡No!
—¿¡Qué!?
¿Piensas que quiero que mueras en mi lugar?
—Solo
quería darte algo de tiempo.
—¡Estos
anillos son peligrosos! ¡Cada segundo que lo llevara yo puesto, te quitaría un
año de vida! A veces no es posible sacarlos del dedo antes de que hayan acabado
con toda una vida.
Ella
se soltó y se limpió las lágrimas.
—Quiero
que vivas —susurró las palabras como si tuviera miedo de que la muerte la oyera
y lo tomara como una provocación.
~Plato Fuerte~
Fuego
(Kristin Cashore)
—Vino
a pedirme que le diera lecciones para protegerse la mente y dejó de pedirme que
me casara con usted, las dos cosas al mismo tiempo —Fuego expresó así lo que
pensaba —Lo hizo por amor a su hermano.
—Bueno,
también le solté unos cuantos puñetazos, pero eso no es importante ni viene al
caso —dijo con cierta timidez, bajando la vista.
—Usted
sabe amar, sirve para ello —aseguró Fuego porque le parecía que era verdad —En
cambio, a mí no se me da bien, soy como una criatura espinosa; aparto a todos
los que amo.
Nash
se encogió de hombros y contestó.
—Pues
a mí no me importa que me apartes si ello significa que me quieres, hermanita.
~Postre~
Criadas y Señoras
(Kathryn Stockett)
—Miss Skeeter —me
dice, muy seria —quiero colabora en
lo de sus historias.
Me vuelvo y miro a
Aibileen, que enarca las cejas, boquiabierta. Busco a la mujer, pero ya está
saliendo por la puerta.
—Yo también quiero
ayuda, Miss Skeeter —dice otra mujer, alta y
delgaducha, con la misma cara de seriedad que la primera.
—Esto…Yo… Gracias
—es lo único que acierto a decir.
—Y yo, Miss
Skeeter. Me gustaría colabora
con usté —comenta una mujer con un
abrigo rojo que pasa apurada a mi lado sin apenas mirarme a los ojos.
A partir de la
siguiente, empiezo a contar: cinco, seis, siete… Respondo con un gesto
afirmativo y no se me ocurre nada más que decir gracias. Gracias, gracias a
todas. Siento un alivio amargo, porque han tenido que detener a Yule May para
conseguir esto.
Ocho, nueve, diez,
once… Ninguna sonríe cuando me dice que quiere colaborar.
Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".
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