miércoles, 10 de febrero de 2016

Describiendo a... (CXXXVI)

Título: Sandy y la guerra de los sueños (en el idioma original, The Sandman and the War of Dreams).

Autor: William Joyce.

Sinopsis: ¡Katherine ha desaparecido! [...] Los Guardianes ya saben que la astucia y la maldad de Sombra no conocen límites, y ahora parece que el temible adversario de nuestros amigos tiene una aliada más en su lucha para convertir las vidas de los niños de Santoff Claussen en terroríficas pesadillas. Por suerte, desde la isla de las Arenas Dormideras llega un nuevo héroe: Sanderson Mansnoozie había sido el piloto de una estrella fugaz. Pequeño y silencioso, Sandy tiene la experiencia y la fortaleza que los Guardianes necesitan. [...] (Extracto de la solapa de la portada de mi ejemplar.


Editorial de mi ejemplar: Editorial Casals, S. A. (a través de Editorial Bambú).

¿Qué les puedo decir? Increíblemente, este libro no salió de los pendientes por la Lata. Es más, no creo haber tenido oportunidad de meter su nombre allí, debido a que fue parte de mi última compra de 2015, ¡la primera hecha por Amazon México! (Salta de gusto). En ningún otro lado hallaba a un precio razonable este libro, así que fue genial topármelo y poder avanzar en eso de completar la saga de los Guardianes.

Tras el desastre del último encuentro entre Sombra y los Guardianes, nadie sabe qué hacer para encontrar a la querida Katherine. Sin embargo, alguien surge desde una lejana isla: un hombrecillo de nombre peculiar y al que suelen llamar Sandy, que tiene poder sobre los sueños y antes fue un piloto de estrellas fugaces, allá por la época en la que Sombra no era tal. De hecho, Sandy les cuenta a los Guardianes y a los demás en Santoff Claussen una historia muy antigua, casi tanto como el mal que ahora los aqueja, en la cual comienzan a comprender varias cosas y desean, de corazón, que les ayude a rescatar a su amiguita.

Si les digo la verdad, el tiempo que pasó entre que leí los primeros libros y este, hizo que me desligara del universo creado por Joyce. Sí, lo recordaba y lo comprendía, pero no fue lo mismo que si los hubiera leído de corrido, como suelo hacer con todas las sagas (si es que puedo). En lo personal, Sandy me cayó bien, aunque no se nota demasiado que es el personaje a quien está dedicada esta entrega. Pero claro, como dije antes, puede ser por lo que demoré en conseguir el ejemplar, así que quizá, de haber leído la serie toda seguida, mi apreciación sería diferente.

Dato aparte, las ilustraciones siguen siendo tan bonitas como siempre. Son de esos dibujos que da gusto contemplar sin importar la edad que se tenga, aunque los niños son quienes seguramente las disfrutarán más.

Cuídense mucho y suerte a la próxima.

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