Título: Renace el fénix (en el idioma origina, Phoenix Rising).
Autor: John J. Nance.
Sinopsis: [...] Una nueva línea aérea de lujo comienza a volar con el viejo nombre de Pan Am. Sin embargo, hay fuerzas siniestras que conspiran en la oscuridad para cortarle las alas [...]. El financiamiento prometido se esfuma, y los aviones de la compañía son blanco de sabotaje. ¿Serán capaces Elizabeth Sterling, la brillante directora financiera de Pan Am, y Brian Murphy, el jefe de pilotos, de detener a tiempo a los conspiradores? (De la presentación de mi ejemplar).
Editorial de mi ejemplar: Reader´s Digest México S. A. de C. V., en su colección de Libros Condensados.
¿Qué les puedo decir? Esta novela en particular, curiosamente, viene en el mismo ejemplar que Mañana de gloria, seudo-reseñada hace poco. Eso sirve como antecedente de que no me duró nada la lectura, ¿verdad? Sobre todo cuando la trama está llena de cosas que intrigan.
Ha surgido una nueva aerolínea con el conocido nombre de Pan American (abreviado Pan Am), la cual parece que va haciendo un buen trabajo desde su vuelo inaugural. Elizabeth Sterling, quien fue consultada para armar el plan financiero de arranque, tiene un ofrecimiento de la aerolínea para trabajar con ellos de planta, pero hasta que se decide, ella no se entera de la razón de una oferta ligeramente apresurada: el plan que les preparó se está yendo a pique y con él, la nueva empresa. Lo que ahora desean los altos mandos es que salve a la compañía, pero todo se complica cuando un par de vuelos sufren desperfectos y comienza a hablarse de sabotaje en los aviones.
Las intrigas me gustan. A estas alturas es raro quien no lo sepa, debido a algunas de mis lecturas y a lo que a veces me da por escribir. Así pues, el enredo que conlleva a la posible caída de una aerolínea me planteaba las preguntas que, según yo, tienen la mayoría de los mortales sobre esta clase de empresas; además, la duda más grande era la más simple, ¿quién querría hacer a Pan Am y por qué? Ah, Elizabeth Sterling se propone descubrirlo, aunque no tarda en ver que, pese a que lo suyo son las finanzas, puede ser una misión suicida.
Tengo la impresión de que me pierdo de algo cuando leo los libros en este formato. Antes no me pasaba, porque no era tan crítica, sino más del tipo de "disfruta sin preocupaciones lo que estás leyendo". En el caso de historias como Renace el fénix, lo que disfruto es el camino que siguen para desvelar el misterio en turno, porque deben admitir que a veces algunos detalles resultan fascinantes, sobre todo si son de un ámbito que llama la atención.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
Ha surgido una nueva aerolínea con el conocido nombre de Pan American (abreviado Pan Am), la cual parece que va haciendo un buen trabajo desde su vuelo inaugural. Elizabeth Sterling, quien fue consultada para armar el plan financiero de arranque, tiene un ofrecimiento de la aerolínea para trabajar con ellos de planta, pero hasta que se decide, ella no se entera de la razón de una oferta ligeramente apresurada: el plan que les preparó se está yendo a pique y con él, la nueva empresa. Lo que ahora desean los altos mandos es que salve a la compañía, pero todo se complica cuando un par de vuelos sufren desperfectos y comienza a hablarse de sabotaje en los aviones.
Las intrigas me gustan. A estas alturas es raro quien no lo sepa, debido a algunas de mis lecturas y a lo que a veces me da por escribir. Así pues, el enredo que conlleva a la posible caída de una aerolínea me planteaba las preguntas que, según yo, tienen la mayoría de los mortales sobre esta clase de empresas; además, la duda más grande era la más simple, ¿quién querría hacer a Pan Am y por qué? Ah, Elizabeth Sterling se propone descubrirlo, aunque no tarda en ver que, pese a que lo suyo son las finanzas, puede ser una misión suicida.
Tengo la impresión de que me pierdo de algo cuando leo los libros en este formato. Antes no me pasaba, porque no era tan crítica, sino más del tipo de "disfruta sin preocupaciones lo que estás leyendo". En el caso de historias como Renace el fénix, lo que disfruto es el camino que siguen para desvelar el misterio en turno, porque deben admitir que a veces algunos detalles resultan fascinantes, sobre todo si son de un ámbito que llama la atención.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
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