Título: La chica de los prodigios (en el idioma original, The Wonder of All Things).
Autor: Jason Mott.
Sinopsis: El accidente en el espectáculo de vuelo acrobático conmocionó a todo el pueblo de Stone Temple. Cuando los equipos de rescate lograron dar con Ava y su amigo Wash entre los escombros, él se encontraba malherido... hasta que ella lo curó con solo tocarlo. Horas después, Ava despierta en el hospital y descubre dos desagradables verdades [...]. (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).
Editorial de mi ejemplar: Nocturna Ediciones, S. L.
¿Qué les puedo decir? El asunto de conocer editoriales y/o sellos (que no siempre son lo mismo) es que, si me enganchan con cierto tipo de publicaciones, les seré reverendamente fiel y trataré de conseguir todo lo que me llame la atención de lo que saquen. Eso me pasó con Nocturna, aunque fue más fácil seguirles la pista cuando sus libros llegaron a México con más frecuencia (y sin costarme un ojo de la cara). El libro de la presente seudo-reseña no me interesó a la primera que supe de él, pero luego sí. Pasemos al meollo del asunto.
Ava es una niña, en camino a ser adolescente, que vive en un pueblo ni muy chico, ni muy grande, con su puñado de festividades que la hacen feliz y un montón de gente cercana a la que puede apreciar. Entre otras cosas, tiene un mejor amigo y con él y sus familias están viendo un espectáculo que involucra aeronaves y todo va bien al principio, pero de pronto, hay un accidente, Ava queda envuelta... y descubre tener una habilidad casi mágica que fue notada por más de uno. Y sí, en estos tiempos modernos, ya se imaginarán lo que pasaría: la noticia se regó como la pólvora, Ava fue rodeada por todas partes pidiendo que les ayudaran y ella lo único que quería era ayudar a sus seres queridos, viéndose en un conflicto porque la mencionada habilidad le pasa factura, y teme lo grave que se pueda poner para ella. ¿Valdrá la pena usar su habilidad ayudando gente o debería guardársela para sí, incluso ahora que lo sabe tanta gente? Y las personas a su alrededor, ¿la protegerán o querrán utilizarla?
En historias como estas, mitad fantasía y mitad realidad cruda (en cierto modo, no diré mucho para no dejar escapar spoilers), Ava es quien tiene que tomar decisiones que normalmente, no deberían estar en manos de alguien de su edad, alguien que además puede verse en dificultades por querer hacer lo correcto. Ella, además, tiene cierta fuerza de carácter que la lleva por un rumbo una vez que quiere hacer algo, pero sus seres queridos (su familia, su mejor amigo, la familia de él...), como pueden, tratan de que vea las cosas desde su perspectiva, afirmando que no quieren que ella use su recién descubierta habilidad si le causa personalmente algún malestar. Hay otras motivaciones en Ava para querer descubrir qué tanto puede hacer, pero por otro lado, sigue siendo una niña que es feliz con su gente amada, y que no quiere decepcionar a nadie negándose a ayudar, pero bueno, como suele pasar en varias historias de este tipo, no todos respetan deseos como los de Ava y tratarán de que ella haga lo que quieren solo porque "ella puede".
Los niños, creo yo, tienen derecho a decidir sus vidas, por mucho que algunos adultos crean que no saben lo que quieren. Es trabajo de los adultos enseñarles a ver lo bueno y lo malo para que sepan cómo decidir, y protegerlos cuando otros quieren ser maliciosos con ellos. Creo que eso es algo que queda claro con La chica de los prodigios: al final, es el niño en el centro del asunto quien tendrá la última palabra, lo quieran o no, y Ava se los deja claro en su caso... aunque sí, les aviso que quizá eso haga llorar a algunos o que quieran lanzar su ejemplar del libro a algún lado en el calor del momento. Gracias por esa sensación, Mott (mira mal al autor).
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
(Leído en 2019)
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