jueves, 3 de septiembre de 2015

Describiendo a... (e-LIII)

Portada de mi archivo (en inglés, lo sé)
¿No es una preciosidad?
Título: Cress. Crónicas Lunares III (en el idioma original, The Lunar Chronicles. Cress).

Autor: Marissa Meyer.

Sinopsis: Siendo una fugitiva de la justicia y con compañeros de travesía más que peculiares, Cinder consigue una aliada más que inesperada: Cress, joven que habita desde hace años un satélite equipado con la tecnología más avanzada para realizar las tareas de hacker y espía que le encomienda su carcelera, a las órdenes de la terrible reina Levana. Cress tiene la tarea de buscar a Cinder y sus compañeros, pero algo la impulsa a unirse a ella, luego de lo cual el peculiar grupo comienza a resquebrajarse. Quizá sea una chica en apuros, pero de alguna forma, Cress no resultará del todo indefensa, así como no lo estuvieron Scarlet y claro, Cinder. (Texto propio, me reservo su uso).

Formato: digital (PDF)

¿Qué les puedo decir? Lectores asiduos a este humilde blog recordarán que, en 2013, conseguí unas ediciones digitales más o menos decentes de Cinder y Scarlet, primera y segunda entrega respectivamente, de Las Crónicas Lunares. Había quedado fascinada con esa versión futurista de algunos de los cuentos de hadas más famosos del mundo, que esperaba impaciente porque saliera alguna traducción decente de la tercera parte, la cual tardé bastante en adueñarme, aunque en inglés el libro salió desde el año pasado. Y claro, quedan advertidos que de seguir leyendo, podrían toparse con detalles de Cinder y Scarlet, así que bajo aviso no hay engaño.

Esta historia comienza mostrándonos el sitio donde habita una chica concentrada en la vigilancia de sistemas y cámaras espías de la Tierra: Cress, una oriunda de la Luna conocida como "caparazón"; es decir, que no posee ninguna de las extrañas facultades de los lunares. El hogar de la chica es un satélite que orbita alrededor de la Tierra por orden de una de las personas más allegadas a la actual gobernante de la Luna, por lo que Cress no tiene mucho qué hacer... a excepción de participar, muy a su manera, en la posible salvación de la Tierra, ya que sabe muchas cosas sobre la reina de la Luna que otros solamente pueden imaginar.

Por otro lado, Cinder sigue fugitiva (más ahora con lo ocurrido en Scarlet), rodeada de algunas personas más que singulares como aliadas, entrenándose para lo que le espera: detener los planes de Levana, la reina de la Luna, entre ellos el contraer matrimonio con Kaito, emperador de la Comunidad Oriental. Hay mucho en juego, por lo que Cinder está pensando seriamente en cómo lograr sus objetivos, y es en esos momentos de planificación que recuerda contactar con una persona a la que vio fugazmente una sola vez: una hacker lunar llamada Cress.

Al igual que las historias de Cinder y Scarlet poco a poco se entrelazaron, también ocurrió lo mismo con Cress, quien debido a su aislamiento es una soñadora nata y al mismo tiempo, un genio en lo que se refiere a espionaje, sistemas de seguridad y códigos de computadora. Debido a la gran encrucijada en la que Cinder está metida, la ayuda de Cress resulta inestimable, pero en cierto momento el grupo de protagonistas queda dividido en más de dos partes, se unen nuevas caras a la travesía y escabrosos detalles se van agregando a lo ya sabido sobre los oscuros planes de los lunares, lo cual hace que se haga más urgente impedir que Levana se convierta en emperatriz de la Comunidad Oriental.

En cuanto a Cress, el cuento del que es retelling es Rapunzel, lo cual parece un poco raro en un ambiente de tecnología y viajes espaciales. Hay una jovencita encerrada desde hace años por una mujer horrible, sí. Hay un sujeto que saca a la jovencita de su prisión, sí. Vamos, incluso la jovencita es descrita, en cierto momento, con largos, larguísimos cabellos. Pero fuera de ese y algunos detalles más, queda pronto en evidencia que Cress no será por siempre una damisela en apuros, esperando que la rescaten. Quizá es ingenua y con gran imaginación, debido a su aislamiento, pero en cambio tiene una mente privilegiada para otras cosas (lo de ser hacker da una pista de ello); por otro lado, el romance es una de sus fantasías más acariciadas y aunque parece que tiene la oportunidad de hacerlo realidad, el potencial galán es un pillo, que quizá no esté listo aún para asumir que Cress puede ser su chica destinada. Ni modo, es lo que hay.

Sin más por el momento, me despido, no sin antes informarles que el año pasado se reveló la portada y el título de la última entrega de Las Crónicas Lunares: Winter. Entre eso y que ya llegó a México Cinder en español (gracias a la editorial que trae las sagas Maze Runner y Asylum, entre otras), no veo la hora para tener en mano toda la colección.

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.

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