Describiendo a... (e-II)

Título: Los reyes de la arena (en el idioma original, Sandkings).

Autor: George R. R. Martin.

Sinopsis: Cuando Simon Kress regresa a su planeta natal Baldur desde un viaje interplanetario de negocios, observa entretenido cómo su tanque de pirañas está vacío, pues se han devorado entre ellas, y de los dos animales exóticos que tenía en la propiedad, solo queda uno. Entonces, en su búsqueda de nuevas mascotas para satisfacer su cruel sentido del entretenimiento, Simon encuentra una nueva tienda en la ciudad en la que le ofrecen una nueva forma de vida de la que jamás ha escuchado hablar... [...] (Extracto de la introducción).

Formato: Digital.

¿Qué les puedo decir? Uno de mis grandes descubrimientos del año pasado fue Canción de Hielo y Fuego, sendos "tabiques" que me hicieron recuperar la fe en las sagas y cuyo autor, Mr. Martin, se ha ganado mi respeto, mi admiración y mi odio (?) debido a lo que hizo en el último libro (Bell delira, déjenla ser). Así pues, cuando anuncié a los cuatro vientos que por fin tenía tableta en la cual leer libros electrónicos, Tanit (Bell hace publicidad descarada que vale la pena) me pasó varios, entre ellos unos cuantos del autor ya mencionado. Y, dicho sea de paso, este texto fue el primero que leí en mi ahora muy amada tableta (Bell rueda los ojos).

La historia da inicio presentando a Simon Kress, un hombre de negocios con un retorcido gusto por las criaturas exóticas... retorcido porque le gusta sacarle un macabro provecho a las "mascotas" que adquiere y porque no las cuida más de lo necesario. En serio, cualquier amante de los animales querría echársele encima. En fin, este tipo regresó a su casa muy quitado de la pena, esperando encontrar todo tal como lo dejó, pero descubrió que algunas de sus criaturas se comieron unas a otras, dejándolo sin "sano" entretenimiento. Así, se lanza a la ciudad más cercana a su mansión, a recorrer cada tienda de animales y criaturas que pueda, queriendo algo nuevo, algo que cause sensación entre sus amigos, hasta que llega a una tienda que nunca antes había visto, donde le presentan a unas cositas que, a simple vista, no parecen más que hormigas mutantes, los "reyes de la arena", pero después que la dependiente le explica exactamente qué son y cómo se comportan, Simon acepta llevarse algunos.

Ahora, ¿les parece una historia simple? Pues... No del todo. Kress es un hombre que cae mal enseguida, solo piensa en sí mismo y en su satisfacción, por lo que los reyes de la arena llaman poderosamente su atención por uno de sus "hábitos". Pero conforme se desarrolla la historia y se ve más a detalle el trato que le da a las diminutas criaturas, una se queda pensando si acaso no merece el final que tiene (Bell se contiene para no soltar spoilers). Para que vean que ser demasiado egocéntrico no siempre es bueno.

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.