Título: Tardes con Margueritte (en el idioma original, La tête en friche).
Autor: Marie-Sabine Roger.
Sinopsis: Germain, cuarenta y cinco, casi analfabeto, hijo poco querido y escolar humillado, pasa el tiempo haciendo algunas chapuzas o cultivando en el huerto. Desconfía de aquellos que han estudiado, de los libros y de las palabras difíciles, que le dicen poco. Pero una tarde, en el parque, conoce a Margueritte, una vieja dama que está sentada en su banco favorito, y descubre que comparten un mismo pasatiempo: contar pájaros. [...] Margueritte es una mujer culta, que parece no percatarse de las cosas que él ignora y que le propone leer un libro en voz alta. Germain, por educación, acepta [...] (Extracto de la descripción).
Formato: Digital (epub).
¿Qué les puedo decir? Una vez, en una de las tiendas que suelo visitar, pasé por la sección de películas y vi esta portada. Leí de qué trataba y me pareció una historia tierna, pero nada, no la compré, y eso que, si no mal recuerdo, estaba de oferta. Pero dio la casualidad de que una vez, buscando libros digitales para descargar a lo loco (?), me topé de nuevo con la portada, y pensé "anda, ¿es un libro? Pues lo leo y si me gusta, busco ahora sí la película". Así que aquí tienen.
Germain es un hombre adulto en plena cuarentena (es decir, que tiene cuarenta y tantos años), que se sabe no muy listo y que se gana la vida con trabajos ocasionales y vendiendo lo que cosecha de su huerto. Tiene algunos pasatiempos particulares, siendo uno de ellos ir al parque a contar palomas. Pero un día, al llegar al banco de siempre en el parque, lo descubre ocupado por una señora ya mayor, una "abuelita", con la que sin querer, se pone a conversar, enterándose que ella también cuenta palomas. Conforme pasa el tiempo, a Germain le cae mejor Margueritte (la "abuelita"), porque resulta ser una señora muy amable que, aunque bien instruida, no parece dar importancia a lo que él da a entender a veces, que no es hombre de leer mucho ni de usar palabras complicadas. Solo que Margueritte es una señora de libros y un día le lee en voz alta una historia y Germain, muy a su pesar, queda cautivado.
En realidad, por como lo cuento, parece que la historia es bonita y simple, ¿verdad? Pues bien, bonita sí es, aunque tenga sus pizcas amargas, y es corta. En mi lector de epub, no llega ni a las cien páginas. El narrador de todo es Germain, por lo que conocemos su vida cotidiana a detalle, así como lo que tuvo que pasar en la infancia, siendo hijo de madre soltera (y de una mujer sin nada de maternal, además), así como el saber que muchas veces los conocidos y amigos que lo rodean tratan cosas de las que no se entera. Solo que, como él mismo admite, la influencia de Margueritte hace que su cabeza se llene de pensamientos que antes no había tenido y es así como empieza a encariñarse con la ancianita hasta tal punto que piensa "voy a adoptar a Margueritte". Hasta eso el hombre tiene sus momentos tiernos.
Resumiendo, esta es una de esas historias que puedes leerte una tarde, sentir que te han llegado y que te saca una sonrisa. He dicho.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
Germain es un hombre adulto en plena cuarentena (es decir, que tiene cuarenta y tantos años), que se sabe no muy listo y que se gana la vida con trabajos ocasionales y vendiendo lo que cosecha de su huerto. Tiene algunos pasatiempos particulares, siendo uno de ellos ir al parque a contar palomas. Pero un día, al llegar al banco de siempre en el parque, lo descubre ocupado por una señora ya mayor, una "abuelita", con la que sin querer, se pone a conversar, enterándose que ella también cuenta palomas. Conforme pasa el tiempo, a Germain le cae mejor Margueritte (la "abuelita"), porque resulta ser una señora muy amable que, aunque bien instruida, no parece dar importancia a lo que él da a entender a veces, que no es hombre de leer mucho ni de usar palabras complicadas. Solo que Margueritte es una señora de libros y un día le lee en voz alta una historia y Germain, muy a su pesar, queda cautivado.
En realidad, por como lo cuento, parece que la historia es bonita y simple, ¿verdad? Pues bien, bonita sí es, aunque tenga sus pizcas amargas, y es corta. En mi lector de epub, no llega ni a las cien páginas. El narrador de todo es Germain, por lo que conocemos su vida cotidiana a detalle, así como lo que tuvo que pasar en la infancia, siendo hijo de madre soltera (y de una mujer sin nada de maternal, además), así como el saber que muchas veces los conocidos y amigos que lo rodean tratan cosas de las que no se entera. Solo que, como él mismo admite, la influencia de Margueritte hace que su cabeza se llene de pensamientos que antes no había tenido y es así como empieza a encariñarse con la ancianita hasta tal punto que piensa "voy a adoptar a Margueritte". Hasta eso el hombre tiene sus momentos tiernos.
Resumiendo, esta es una de esas historias que puedes leerte una tarde, sentir que te han llegado y que te saca una sonrisa. He dicho.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
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