Título: Sangre dorada (en el idioma original, In Golden Blood).
Autor: Stephen Woodworth.
Sinopsis: Natalie Lindstrom tiene un don: el poder de hablar con los muertos y resolver crímenes mediante entrevistas a los asesinados. Pero ahora Natalie [...] busca un trabajo lejos de la violencia: con un arqueólogo en las montañas de Perú. Allí su tarea es encontrar un tesoro de valor incalculable, y cuando todo parece ir bien, los verdaderos y más terribles fantasmas comienzan a aparecer. (Extracto de la introducción).
Formato: Digital (epub).
¿Qué les puedo decir? Tras los acontecimientos de Manos rojas, realmente me pregunté "¿en serio Woodworth cree que puede sorprenderme ya?" Había presentado un conflicto realmente espeluznante para su protagonista en el segundo libro y se vislumbraba lo que le pasaría en lo que le quedaba de vida; así las cosas, ¿qué más podría pasar? Bueno, pues el autor se propuso poner a su personaje principal en algo bastante peculiar esta vez, aunque no acabé de convencerme de ello.
Natalie sigue un ritmo de vida enredado y poco retribuido, como consecuencia de no trabajar para la organización de Estados Unidos encargada de prácticamente todos los violetas del país. Realmente se pregunta qué pasará con ella cuando llega un hombre culto y bien vestido, diciéndole que tiene un trabajo de médium para ella muy bien pagado, en una expedición arqueológica en Sudamérica. Lo que Natalie no sabe es que ha sido contactada por una persona que podría traerle más problemas que soluciones, sobre todo marchándose al otro lado del mundo, donde no tendrá muchos aliados.
En esta ocasión tenemos información de antemano de aquello que pondría en líos a Natalie, algo así como un "prólogo spoiler", ¿saben de qué hablo? De esa clase de prólogos que te dan cierta información que te mantiene preguntándote "¿cuándo descubrirá la protagonista que pasó eso?", lo cual en ocasiones ayuda mucho a mantener la tensión, el suspenso. Y sí, fue un buen recurso, aunque no sé, el saber que tarde o temprano Natalie se iba a enterar del acontecimiento del prólogo no acabó de engancharme. No pregunten por qué, solo no me acababa de convencer.
En cuanto al resto de personajes que aparecen aquí por primera vez, no logré sintonizar con casi ninguno. La única excepción fue uno que se portó bien con la protagonista, sobre todo cuando las cosas se empezaron a poner un poco feas, pero claro, Woodworth tenía que hacer de las suyas (Bell se da un manotazo para no teclear spoilers). Así la cosa, eché de menos lo que a veces Natalie encontraba en los dos primeros libros, sobre todo gente conocida, pero en fin, así puede pasar con las series, así que ni modo.
Por el momento, acabo con la serie de Natalie Lindstrom. ¿Por qué lo digo así? Bueno, tengo entendido que existe otro libro después de Sangre dorada, pero no lo hallo en español por ningún lado, así que no me preocuparé por ello. Si un día se me pone a tiro, lo descargo y lo leo, pero no me muerdo las uñas porque aparezca, ni nada por el estilo.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
Natalie sigue un ritmo de vida enredado y poco retribuido, como consecuencia de no trabajar para la organización de Estados Unidos encargada de prácticamente todos los violetas del país. Realmente se pregunta qué pasará con ella cuando llega un hombre culto y bien vestido, diciéndole que tiene un trabajo de médium para ella muy bien pagado, en una expedición arqueológica en Sudamérica. Lo que Natalie no sabe es que ha sido contactada por una persona que podría traerle más problemas que soluciones, sobre todo marchándose al otro lado del mundo, donde no tendrá muchos aliados.
En esta ocasión tenemos información de antemano de aquello que pondría en líos a Natalie, algo así como un "prólogo spoiler", ¿saben de qué hablo? De esa clase de prólogos que te dan cierta información que te mantiene preguntándote "¿cuándo descubrirá la protagonista que pasó eso?", lo cual en ocasiones ayuda mucho a mantener la tensión, el suspenso. Y sí, fue un buen recurso, aunque no sé, el saber que tarde o temprano Natalie se iba a enterar del acontecimiento del prólogo no acabó de engancharme. No pregunten por qué, solo no me acababa de convencer.
En cuanto al resto de personajes que aparecen aquí por primera vez, no logré sintonizar con casi ninguno. La única excepción fue uno que se portó bien con la protagonista, sobre todo cuando las cosas se empezaron a poner un poco feas, pero claro, Woodworth tenía que hacer de las suyas (Bell se da un manotazo para no teclear spoilers). Así la cosa, eché de menos lo que a veces Natalie encontraba en los dos primeros libros, sobre todo gente conocida, pero en fin, así puede pasar con las series, así que ni modo.
Por el momento, acabo con la serie de Natalie Lindstrom. ¿Por qué lo digo así? Bueno, tengo entendido que existe otro libro después de Sangre dorada, pero no lo hallo en español por ningún lado, así que no me preocuparé por ello. Si un día se me pone a tiro, lo descargo y lo leo, pero no me muerdo las uñas porque aparezca, ni nada por el estilo.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
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