sábado, 2 de marzo de 2019

Tinta a la Carta CI: Desayuno en tres tiempos

~Entrada~ 
Fuera de mí 
(Sharon M. Draper)
[…] —: Mire. ¿Alguna vez se dijo a sí misma: “Si pasan una vez más ese estúpido comercial por televisión, creo que voy a gritar”? 
La maestra hizo un lento gesto afirmativo con la cabeza. 
—¿O: “Si tengo que permanecer cinco minutos más en medio de este embotellamiento, voy a explotar”? 
—Sí, supongo que sí —admitió. 
—Bueno, pienso que eso es lo que le sucedió a Melody. Se dijo a sí misma: “Si tengo que repasar una vez más esas letras, voy a gritar”. Y gritó. Yo no puedo culparla, ¿no cree? 
La Sra. Billups paseó la mirada de mi madre a mí. 
—Ahora que lo explica de esa manera, supongo que no —dijo finalmente la maestra, la voz tan calma como la de mi madre. 
Melody sabe el alfabeto a la perfección y cientos de palabras. Puede sumar y restar dentro de su cabeza. Hablamos de todas estas cuestiones en la última reunión de padres, ¿verdad? —me di cuenta de que mi madre estaba haciendo un esfuerzo para controlar su enojo. 
—Pensé que estaba exagerando —dijo la maestra—. Los padres no siempre son realistas cuando se trata de estos chicos. 
—Si los llama “estos chicos” una vez más, yo voy a gritar —advirtió mi madre. 

~Plato Fuerte~ 
Mañana de gloria 
(LaVyrle Spencer) 
¿Sabes, EllyEs muy tonto que hagamos esto solo porque pusiste un anuncio y yo respondí a él. No es razón para atarse de por vida, ¿no es cierto? 
—¿No quieres casarte? 
La miró por encima del hombro para descubrir que ella lo observaba con el rostro encendido. 
—¿Y tú? 
“Estoy embarazada, soy tonta y nada bonita”, pensó ella. 
“Soy un ex convicto […]”, pensó él. 
Y ninguno de los dos habló acerca de lo que sentían realmente en el corazón. 
—Me parece que debería existir algún… algún sentimiento entre las personas —en esta ocasión fue él quien se ruborizó, pero logró ocultarlo. 
—Me agradas mucho, Will. ¿No te simpatizo? —parecía que estaban discutiendo sobre el nuevo rastrillo que iba a elegir. El tono de su voz no contenía ninguna emoción. 
—Claro. Me simpatizas mucho. 
—Bueno, entonces creo que deberíamos casarnos. 

~Postre~ 
Ever After High. El cuento de Madeleine Hatter 
(Shannon Hale) 
Maddie se asomó por la puerta de la cocina. 
Todas las mesas estaban llenas, ocupadas por grupos de adolescentes que hablaban y reían. Pero Clara estaba sola, sentada muy recta, con la mirada perdida. Maddie recordó su propia soledad antes de conocer a Raven y Cedar. Tan solo pensar en sus amigas le arrancaba una sonrisa. 
Y, de repente, entendió por qué Clara Lear tenía los labios fruncidos. Tiró el té normal y corriente a la basura y fue a buscar la tetera más brillante y alegre que pudo encontrar. 
—¡Por fin! —dijo Clara, cuando Maddie apoyó la tetera en su mesa. 
—No es exactamente lo que has pedido —dijo Maddie —pero creo que, en los días del revés, cuando tienes el estómago lleno de pensamientos y la cabeza llena de mariposas, no hay nada mejor para poner las cosas en su sitio que un té de flores de la fortuna —el líquido empezó a dar vueltas sin que nadie lo removiera, girando y ondulando, pasando de un color lavanda clarito a color melocotón, y luego, naranja —Escucha tu voz y adopta el sabor que necesitas. 
Clara parecía demasiado sorprendida como para hablar.

Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".

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