Muy buenas tardes, damas y caballeros. Sé que me extrañan (o al menos lo fingen bien), así que vengo a deleitarlos con un poco de cómo la pasé en este sábado... Pues medio nublado, siendo sincera (Bell anda desvariando, ahora se concentra).
En primer lugar, debo decirles algo que quizá ya sepan y si no, pasarán a enterarse: trabajo los sábados media jornada. ¿Eso a qué viene? A que detesto trabajar en fin de semana, eso me deja únicamente el domingo como día enteramente libre y mío, para hacer lo que se me pegue la gana. Y si agregamos que hoy a mi jefa se le ocurrió la "grandiosa" idea de ordenar el archivo muerto (que está guardado en un lugar que por alguna razón, acumula polvo a la velocidad del sonido), no fue un día agradable en la oficina. Vamos, quería acabar otros pendientes porque el martes dejo de ir (debido a inventarios) pero no, a la jefa no hay que decirle que no. Así que a cargar cajas se ha dicho (porque Bell tuvo que cargar sus cajas, los caballeros ya no existen, lástima...).
Dejando ese detalle de lado, tuve que enfrentarme a dos, ¡dos!, cajeros automáticos (de distintos bancos, al menos) antes de lanzarme de lleno a recorrer la Feria del Libro Aguascalientes en su edición número cuarenta y cuatro. Desde hace casi dos semanas andaba frenética buscando las fechas y cuando las encontré, lamenté hasta el cansancio que esta vez, el día de mi santo no estuviera en el periodo que durará (una escasa semana... ¿por qué no más días?). Echémosle la culpa al año bisiesto (Bell se entiende, ahora lo sabrán).
La edición 44 de la Feria del Libro fue inaugurada hoy, teniendo como fecha de término el domingo 30 de septiembre (por un día, ¡un día!, no se incluyó el santo de Bell, quien se va a un rincón a lloriquear). Hay puestos (ya saben que Bell se niega rotundamente a llamarlos "stands") para todos los gustos: las editoriales conocidas y/o tiendas conocidas, las no tan conocidas, las que venden material didáctico, las que venden curiosidades, ¡hasta hay un puesto con cosas de cómics, manga y eso! Además, a lo largo de la Feria habrá unas cuantas presentaciones editoriales y eventos culturales. El folleto de este año es cuadrado (a diferencia de otros años, que era más alargado) y por fortuna, incluye un plano con los puestos señalados, porque ¿recuerdan mis entradas del año pasado, no? Casi me perdí. Este año no fue la excepción, será porque fui sola y con un andar lento... Pero así soy cuando veo cosas que me gustan y acá no sabía para dónde mirar primero (Bell no tuvo que huir de las leyes fiscales, no se las topó, lo cual fue raro).
Mis compras de libros, por increíble que parezca, fueron pocas: Laila Winter y las Arenas de Solarïe, de Bárbara G. Rivero (la autora nada conocida por acá y el libro tiene una portada medio feúcha, pero la portada no hace a la novela, así que...) y Apuntes de un escritor malo (pequeño, con una portada genial al tacto y que le recordó a Bell inmediatamente a Dann, él sabe por qué). Aunque lo primero que compré fue una película: El castillo en el cielo, de Hayao Miyazaki (ya saben cómo es fan Bell de ese hombre). La peli la adquirí en el puesto de la Gandhi (la tan alabada y a la vez regañada Gandhi), donde pregunté si tenían más libros de Martin (ya saben, ese señor rellenito con barbita tipo Santa Claus que cumplió años el día 20 y es autor de la saga Canción de Hielo y Fuego, que tan encandilada tiene a Bell), pero me dijeron que no, ¿pueden creerlo? Y yo que quería la novela gráfica o los libros pre-CdHyF... (Bell rueda los ojos).
Iba a irme a comer pasta (un enorme plato de pasta, deliciosa, humeante, engordadora y demás) saliendo de la Casa de la Cultura, pero no, preferí dejarlo para la segunda vuelta. ¡Porque habrá segunda vuelta, claro que sí! Y más con la perspectiva que esta humilde mortal tiene: si todo sale bien y los Otros no se meten donde no los llaman (Bell ya hace alusión a CdHyF, pueden ignorarla si quieren), el sábado veintinueve veré por segunda vez en mi vida a Makoto Black, alias Mako-sama, pero eso no es todo, no... Una reciente conocida de Twitter, que también es autora de fics y mexicana ¡tiene pensado venir! A diferencia de Mako-sama, TanitBenNajash (la otra chica, llamémosla Tanit para abreviar) no vive tan cerca, pero es tan malditamente genial que se lanzará desde San Luis Potosí hasta acá nomás para conocernos (vamos, conocer solo a Bell no es la gran maravilla, aunque ella se esfuerza por ser agradable). Insisto, todo esto es oficial a menos que alguna de las dos (o las dos, en el peor de los casos) no pueda venir por causas de fuerza mayor (como lo que Mako-sama comentaba en Twitter hace unos días, que había balacera por donde vivía, en Zacatecas, y cosas así). No es necesario señalar que su servidora está más feliz que una lombriz en cadáver (qué metáfora más asquerosa) con semejante plan, ¿verdad? Será una de las pocas ocasiones en que estaré encantada en tomarme fotos (si es que Mako-sama y Tanit no ponen objeciones).
En fin, dejaré de presumir a los mortales mis futuras compras (como los libros de Cashore, recomendaciones de Nea del que solo vi Fuego; o los otros dos de Laila Winter, ya que buscarlos en otro lado será inútil... y lo que vaya saliendo) y/o mis futuros encuentros (Bell es una pobre mortal con demasiada suerte a veces, ver a Mako-sama y a Tanit será como un regalo adelantado del día del nombre y no es exactamente una referencia a CdHyF). Así, dejamos esta alegría literaria de momento, porque continuará muy pronto y esperemos que de buena manera.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
P.D. La publicidad (descarada) de esta entrada los mandará a Fictopia, aunque ambas chicas también escriben en Potterfics (prácticamente con los mismos seudónimos).
Dejando ese detalle de lado, tuve que enfrentarme a dos, ¡dos!, cajeros automáticos (de distintos bancos, al menos) antes de lanzarme de lleno a recorrer la Feria del Libro Aguascalientes en su edición número cuarenta y cuatro. Desde hace casi dos semanas andaba frenética buscando las fechas y cuando las encontré, lamenté hasta el cansancio que esta vez, el día de mi santo no estuviera en el periodo que durará (una escasa semana... ¿por qué no más días?). Echémosle la culpa al año bisiesto (Bell se entiende, ahora lo sabrán).
La edición 44 de la Feria del Libro fue inaugurada hoy, teniendo como fecha de término el domingo 30 de septiembre (por un día, ¡un día!, no se incluyó el santo de Bell, quien se va a un rincón a lloriquear). Hay puestos (ya saben que Bell se niega rotundamente a llamarlos "stands") para todos los gustos: las editoriales conocidas y/o tiendas conocidas, las no tan conocidas, las que venden material didáctico, las que venden curiosidades, ¡hasta hay un puesto con cosas de cómics, manga y eso! Además, a lo largo de la Feria habrá unas cuantas presentaciones editoriales y eventos culturales. El folleto de este año es cuadrado (a diferencia de otros años, que era más alargado) y por fortuna, incluye un plano con los puestos señalados, porque ¿recuerdan mis entradas del año pasado, no? Casi me perdí. Este año no fue la excepción, será porque fui sola y con un andar lento... Pero así soy cuando veo cosas que me gustan y acá no sabía para dónde mirar primero (Bell no tuvo que huir de las leyes fiscales, no se las topó, lo cual fue raro).
Mis compras de libros, por increíble que parezca, fueron pocas: Laila Winter y las Arenas de Solarïe, de Bárbara G. Rivero (la autora nada conocida por acá y el libro tiene una portada medio feúcha, pero la portada no hace a la novela, así que...) y Apuntes de un escritor malo (pequeño, con una portada genial al tacto y que le recordó a Bell inmediatamente a Dann, él sabe por qué). Aunque lo primero que compré fue una película: El castillo en el cielo, de Hayao Miyazaki (ya saben cómo es fan Bell de ese hombre). La peli la adquirí en el puesto de la Gandhi (la tan alabada y a la vez regañada Gandhi), donde pregunté si tenían más libros de Martin (ya saben, ese señor rellenito con barbita tipo Santa Claus que cumplió años el día 20 y es autor de la saga Canción de Hielo y Fuego, que tan encandilada tiene a Bell), pero me dijeron que no, ¿pueden creerlo? Y yo que quería la novela gráfica o los libros pre-CdHyF... (Bell rueda los ojos).
Iba a irme a comer pasta (un enorme plato de pasta, deliciosa, humeante, engordadora y demás) saliendo de la Casa de la Cultura, pero no, preferí dejarlo para la segunda vuelta. ¡Porque habrá segunda vuelta, claro que sí! Y más con la perspectiva que esta humilde mortal tiene: si todo sale bien y los Otros no se meten donde no los llaman (Bell ya hace alusión a CdHyF, pueden ignorarla si quieren), el sábado veintinueve veré por segunda vez en mi vida a Makoto Black, alias Mako-sama, pero eso no es todo, no... Una reciente conocida de Twitter, que también es autora de fics y mexicana ¡tiene pensado venir! A diferencia de Mako-sama, TanitBenNajash (la otra chica, llamémosla Tanit para abreviar) no vive tan cerca, pero es tan malditamente genial que se lanzará desde San Luis Potosí hasta acá nomás para conocernos (vamos, conocer solo a Bell no es la gran maravilla, aunque ella se esfuerza por ser agradable). Insisto, todo esto es oficial a menos que alguna de las dos (o las dos, en el peor de los casos) no pueda venir por causas de fuerza mayor (como lo que Mako-sama comentaba en Twitter hace unos días, que había balacera por donde vivía, en Zacatecas, y cosas así). No es necesario señalar que su servidora está más feliz que una lombriz en cadáver (qué metáfora más asquerosa) con semejante plan, ¿verdad? Será una de las pocas ocasiones en que estaré encantada en tomarme fotos (si es que Mako-sama y Tanit no ponen objeciones).
En fin, dejaré de presumir a los mortales mis futuras compras (como los libros de Cashore, recomendaciones de Nea del que solo vi Fuego; o los otros dos de Laila Winter, ya que buscarlos en otro lado será inútil... y lo que vaya saliendo) y/o mis futuros encuentros (Bell es una pobre mortal con demasiada suerte a veces, ver a Mako-sama y a Tanit será como un regalo adelantado del día del nombre y no es exactamente una referencia a CdHyF). Así, dejamos esta alegría literaria de momento, porque continuará muy pronto y esperemos que de buena manera.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
P.D. La publicidad (descarada) de esta entrada los mandará a Fictopia, aunque ambas chicas también escriben en Potterfics (prácticamente con los mismos seudónimos).
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