miércoles, 26 de septiembre de 2012

Describiendo a... (XXXIV)

Título: Festín de Cuervos (Canción de Hielo y Fuego IV). (En el idioma original, A Feast for Crows).

Autor: George R. R. Martin.

Sinopsis: Luego de siglos de guerras descarnadas, los siete poderes que dividen la tierra se han diezmado unos a otros hasta alcanzar una difícil tregua. Muy pocos reclamos legítimos existen ya por el Trono de Hierro, y la guerra que ha convertido al mundo en poco más que un desierto al fin ha terminado. Pero no pasa mucho tiempo antes de que los sobrevivientes, los proscritos, los renegados y los carroñeros de los Siete Reinos se reúnan. [...] (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).

Editorial de mi ejemplar: Random House Mondadori (a través de Plaza & Janés).

¿Qué les puedo decir? Cuarta entrega de la titánica saga creada por el señor Martin. Y sí, también es un tabique. Salió a finales de junio y me compré el ejemplar como auto-regalo de cumpleaños (Bell rueda los ojos). Es que si lo pedía de regalo, me lo daban... Hasta el año 2020 o algo así. Ya, dejando de lado mis vicisitudes, pasemos a lo que interesa.

El prólogo nos muestra un lugar que ha sido nombrado antes pero que nunca había aparecido: la Ciudadela, allí donde los que así lo desean, pueden formarse como maestres, personas que prestan un juramento y aprenden diversas disciplinas, cada una de las cuales es representada por un metal en una cadena que se cuelgan al cuello. La escena es de unos novicios (aspirantes a maestres) bebiendo y bromeando en una posada, pero uno de ellos espera a un supuesto alquimista... encuentro que llega a darse de manera muy peculiar.

Después de ese prólogo un tanto raro, nos adentramos de lleno a algunas de las panorámicas que quedaron en suspenso en Tormenta (Tormenta de Espadas). Se observan todavía más los efectos de la guerra, el cómo los Siete Reinos han quedado reducidos a ruinas, a cadáveres desperdigados por allí donde se fije la vista siendo, como bien dice el título de esta parte, un festín para los cuervos. Y aunque ahora parece que a ciertos personajes se les resuelven las cosas, en realidad se les está complicando todo de una forma que nadie (o quizá casi nadie) puede prever.

Debido al estilo curiosamente desordenado de Martin, en esta ocasión le decimos "adiós" y/o "hasta luego" a más de un personaje cuya perspectiva se describe en los capítulos (ya saben que Bell no dirá quiénes se van y quiénes se quedan, so pena de ser linchada por dar spoilers significativos). Así, le damos la bienvenida a más de un punto de vista nuevo, mostrándonos así una panorámica más amplia de los Siete Reinos y lo que se gesta en cada sitio:
  • El profeta.
  • El capitán de los guardias.
  • Cersei.
  • Brienne.
  • Alayne.
  • La hija del kraken.
  • El caballero manchado.
  • El capitán del hierro.
  • El hombre ahogado.
  • La hacedora de reinas.
  • Gata de los canales.
  • La princesa en la torre.
Como semi-spoiler (vaya conceptos puede crear Bell, ignórenla si quieren) puedo decir que algunos títulos de capítulos, aunque sean diferentes, están hablando de la misma persona; en Festín se vuelve una táctica recurrente de Martin andar apodando a ciertos personajes de más de una forma, además que, como quien sabe por haberlo leído en las anteriores entregas, hay personajes que han debido dar nombres falsos, sobre todo para salvaguardar su vida. Porque aquí nada es lo que parece, ni siquiera lo que se ve como inocente ayuda.

Con semejante panorámica, es evidente que se echarán de menos a algunos personajes, sobre todo porque no dan señales de vida (literalmente). ¿Quién más morirá a lo largo de Festín? ¿Quién sobrevivirá? ¿Quiénes se unirán contra sus enemigos y quiénes pelearán entre sí? Y aún más interesante, ¿qué ha pasado en todos esos escenarios que Festín no nos mostró? ¿Qué suerte han corrido aquellos personajes de quien no leímos sus perspectiva?

Damas y caballeros, el fin de la guerra es incierto; las consecuencias, nefastas. Lo peor de todo es que los cuervos blancos han volado desde la ya nombrada Ciudadela con un anuncio de importancia, uno que los grandes señores no pueden dejar pasar porque de hacerlo, su pueblo sufrirá todavía más... Se Acerca el Invierno.

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.

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