Título: A tres metros sobre el cielo (en el idioma original, Tre metri sopra il cielo).
Autor: Federico Moccia.
Sinopsis: Babi es una estudiante modelo y la hija perfecta. Step, un adolescente violento y descarado. Provienen de dos mundos completamente distintos. A pesar de todo, entre ambos nacerá un amor fuera de todas las convenciones. [...] (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).
Editorial de mi ejemplar: Editorial Planeta Mexicana.
¿Qué les puedo decir? Yo no conocía a este autor de nada, lo juro. Vamos, que ni siquiera había visto uno de sus libros por acá. Pero da la casualidad de que Sole comenzó a hablar de él en Twitter, le dije que si lo veía le daría una oportunidad y dio la casualidad de que la primera novela que encontré de él fue esta. Además, necesitaba un par de libros cuyos títulos comenzaran con "A", por lo de mi desafío "Lee tu nombre", así que...
La historia da inicio con el primer encuentro de los protagonistas, algo fortuito, brusco, inesperado, de esas escenas que si pasaran en la vida real, es probable que solo sean una vez y ya. Tanto Babi (ella) como Step (él) no tienen ni idea de lo que desencadenarán cada uno de sus primeros encuentros, que serán meras casualidades, antes de convertirse en cosa buscada por los dos, aunque vayan contra el mundo.
Si les digo la verdad, es evidente la cantidad de detalles mencionados que el autor no se toma la molestia de describir, supongo que porque en Italia (su país) son el pan de cada día. Eso me fastidió un poco, intentando crearme imágenes mentales de cosas que jamás oí nombrar antes de leer este libro. Por otro lado, nos adentramos a una narrativa en tercera persona en tiempo presente, lo que es también poco frecuente, aunque le da cierto toque de "novedad".
Y bueno, pasando a la historia en sí, puedo decirles que es bastante simple. Así la sentí, lo juro: se conocen, tienen sus peleas, se enamoran, la gente a su alrededor aprueba eso o lo detesta... Y no les digo más para no soltar spoilers. Se nota que los protagonistas, sobre todo ella, son jóvenes, ya que las cosas surgen como se piensan, sin saber las consecuencias y sin querer imaginárselas. En ciertos puntos es buen libro, pero nada fuera de lo ordinario. Tan simple lo sentí que lo terminé (lo que por cierto, me dejó un sabor de boca agridulce, queriendo darle un zape a Moccia con ese final), me vine a escribir la presente seudo-reseña... E hice muecas. Por el final, por ciertas explicaciones que se quedaron en el aire, por el pobre Step (eh, amore, Bell quiere darte un abrazo, jajajaja...) y por algunos detalles más.
En conclusión: esta novela es buena para pasar el rato, pero no esperes mucha profundidad, confórmate con lo que hay.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
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