¡Hola, hola! ¿Cómo han estado? (Como de costumbre, se oye el canto de los grillos). Ya, finjan que se alegran, ¿quieren? Gracias...
Ahora, se preguntarán a qué viene una entrada en estos momentos, cuando ando atrasada con las seudo-reseñas, y Tinta a la Carta sigue en pausa, y no he empezado nada para Navidad (Bell rueda los ojos)... Pero esto tenía que contarlo, sin falta, agradeciendo a Makoto Black (la genial Mako-sama, hagan caso a la publicidad descarada y visítenla) la invitación que hizo realidad uno de mis pequeños sueños guajiros.
Damas y caballeros, oficialmente puedo decir que he ido a la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
(Varios miran a Bell con ansias asesinas mientras unos cuantos aplauden).
Bueno, después de haber divulgado el dato a los cuatro vientos, comencemos:
En primer lugar, en su humilde casa no querían que fuera. O mejor dicho, mi madre puso mala cara al saber que me invitaban a Guadalajara precisamente a la FIL. Si recuerdan mi última bitácora (la de mis vacaciones de octubre), recién había visitado allí una Feria del Libro, la del Zócalo, y no le hacía gracia que fuera de nuevo a despilfarrar en libros. Así pues, soltó algo como "si me dices que no compras ni un libro, vas". Obviamente la mandé al diablo (lo menos grosera que pude) porque era una petición irracional y le confirmé a Mako-sama que iba, so pena de sufrir la ira materna, aunque de hecho, la Doña estaría fuera de la ciudad... visitando precisamente Guadalajara, si no mal recuerdo.
Como sea, el domingo pasado quedamos de vernos a las ocho de la mañana. Por culpa de ciertas cosas (cofreténcof), a Mako-sama se le hizo tarde. Tras un larguísimo trayecto en carretera (la mitad del cual me la pasé durmiendo), llegamos. Y oh, Dios... ¡Oh, Dios!
Hubiera querido pedir mis vacaciones la semana pasada. Ese lugar (del que ahora no recuerdo el nombre) es enorme y había un montón de puestos, de varias editoriales, tanto nacionales como internacionales, ¡y hasta en otros idiomas! Nos conseguimos un mapa al entrar, pero al principio agarramos una de las "calles" y comenzamos a caminar. Sí, puro paseo a lo loco. Yo llevaba mi lista mental de libros que quería conseguir, y Mako-sama traía la suya en papel, pero al cabo de un rato, vimos que era imposible ir a la deriva sin saber más o menos dónde estaban los mentados libros (por no hablar de que nos perdíamos entre tanto local), así que por suerte fuimos a dar a donde podían consultarse los catálogos. Con esa ayuda y el fiel mapa, ya estábamos mejor encaminadas, aunque habíamos encontrado unos cuantos puestos de interés en el camino.
Visitamos las editoriales conocidas, obviamente. En Grupo Planeta hice mi primera compra, Cazadores de Sombras 5. Ciudad de Almas Perdidas, libro que como saben, debo dejar en la lista de espera un rato más porque ni siquiera he leído el primero (aquí Bell se va al refugio anti-bombas). Luego, en Grupo Santillana, al que pertenece Alfaguara, conseguí tres ejemplares de la colección En el infierno (historias paranormales de autores varios): Noches de baile en el infierno, Amor en el infierno y Vacaciones en el infierno. Después, en Random House Mondadori, increíblemente solo compré un libro (el más caro de la jornada, si no me falla la memoria): Oscuros. La primera maldición, el condenado final de la extraña saga que no sé si odio o amo (Bell rueda los ojos); además, adquirí allí una playera negra, ¡estampada con la portada de Danza de Dragones! (Bell delira de felicidad). Mako-sama, una amiga suya y yo pensábamos tomarnos una foto en el Trono de Hierro, pero era feúcho, de cartón, y así como que no (Bell rueda los ojos). Después, en Editorial Norma, me apoderé del "huerfanito" (así lo llamó la muchacha del local) de Vampyr, libro recomendado por Lunatica en su blog, y de la secuela, Vajda; también compré allí Querida Alejandría, una de las tantas, tantísimas recomendaciones de Nea Poulain. Y ya para terminar (¿en serio?), en Ediciones El Naranjo, me apoderé de Copo de Algodón, también recomendado por Nea, además de que el personaje principal lo conocí por Isabel Moctezuma, libro seudo-reseñado hace poco.
Tuve mis decepciones, como no encontrar el primero de la trilogía de Fairy Oak o que el presupuesto asignado para esto se acabara justo cuando llegué a SM, la editorial de la mayoría de los libros de Laura Gallego García. Y llevaron los cómics de Idhún, aunque solo habían solitarios ejemplares de los primeros dos (que ilustran "La búsqueda", quien conozca la historia de Idhún, sabrá de qué habla Bell). Tenían en su catálogo otro libro que recomendaba Nea, pero no lo hallé. Eso fue lo malo de ir el último día, lo que mostraban era lo que les quedaba (Bell suspira con resignación). Igual me sentí medio triste de llegar a Fondo de Cultura Económica, que está sacando las obras de Cornelia Funke, y quise llevarme de un jalón su trilogía pero solo tenían Corazón de Tinta y Sangre de Tinta (faltaba el último, Muerte de Tinta).
Acabar acalorada (en serio, ¿por qué hace calor en diciembre? No es que el frío sea lo máximo, pero...), con los pies adoloridos y un hambre de muerte no es muy agradable que digamos. Pero vamos, ¡era la FIL de Guadalajara! Con tanto qué ver y poco tiempo, nos perdimos la parte internacional, ya saben, donde estaban otras editoriales (de las que solo alcancé a ver algo de Norma Cómics, muy de lejos). Tampoco voy a andarme quejando demasiado, porque al menos comprobé que si te molestas en ir directamente al puesto de la editorial, puedes hallar buenos descuentos (como en Norma, que me dieron el 20% en TODO lo que compré), pero había gente que por comodidad iba al puesto de alguna librería reconocida (como Gonvill o Gandhi) y así se perdía algunas cosas.
Ya con las manos llenas (o en mi caso, con mi enorme bolsa de Mafalda comprada en el Zócalo), nos fuimos de la feria. A comer, por supuesto, después de tanto caminar y batallar, era lo más justo. Y tras comer, lo único que quedaba era otras cuantas horas en carretera para llegar a mi ciudad a buena hora de la noche, no muy tarde, pero ya oscuro, y yo temiendo que mi madre hubiera llegado porque, para como quizá dedujeran, me largué sin decirle ni media palabra y seguro me regañaría. Pero tuve suerte, ella llegó de su viaje después, además que hasta ahora le ha valido, y eso que anduve delante de ella estrenando mi playera de Danza (Bell rueda los ojos mientras sonríe con malicia).
Bien, ¿qué piensan? ¿Volví con un buen "botín"? ¿Debí comprar algo más? ¿Iré a Guadalajara alguna otra ocasión? Estas y otras preguntas seguro las sabrán por este mismo canal el año que viene... quizá.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
¡Hola!
ResponderEliminarMafalda!! Adoro a esa niña =P... jejeje, bueno eso no viene a cuento, pero ya que.
¿Playera de Danza? No sabía que habían sacado una :(, tengo la de Juego de Tronos, pero me gustaría conseguir esa... jajajaja aunque ni idea de como va la historia así que...
Vampyr! Sé que te gustará, o al menos confío en ello... Es un libro genial, que le devuelve un poco el esplendor malvado a los vampiros ^^, ya me dirás que te parece.
La colección en el infierno es muy entretenida, algunas historias rayan en lo cliché pero hasta el sol de hoy sigo releyéndolas cuando tengo tiempo XD!
Waaaa!! Tengo que seguir con la saga Oscuros, no es que me haya gustado, pero tampoco la odio, además de que tengo los otros dos volúmenes... Tú si que logras acordarme de las sagas pendientes ;)
Wiii, disfrutaste mucho la feria :D! A la única que he ido, y eso acompañada de mis padres que lamentablemente hasta hace tres meses logre conseguir una amiga amante de los libros como yo para estos casos, sólo compré dos libros por la falta de dinero u____u pero libros que fueron geniales! Adoro cuando compro los libros y resultan ser geniales, ajjaajajjaja.
Espero regreses y nos sigas contando que tal tu visita ^^
¡Besos!
Te odio.
ResponderEliminarAsí, te odio con envidia de la buena.
Quiero tu playera de Danza *sniff sniff* y uno de los comics de Idhún (el segundo, que el primero ya lo tengo).
¡Que bueno que se cumplió tu sueño! :D
Nea