sábado, 16 de agosto de 2014

Tinta a la Carta LXII: Almuerzo en cuatro tiempos

~Aperitivo~
El coleccionista de relojes extraordinarios
(Laura Gallego García)
Pero la mirada de él ya estaba buceando en la suya…
… Y en un instante, Jonathan se vio a sí mismo cayendo por un oscuro pozo sin fondo que se asemejaba al corazón de un huracán. Jonathan gritó, agitando brazos y piernas mientras se precipitaba por aquel remolino insondable que parecía llevar directamente al núcleo primigenio del cosmos…
Aquello que lo tenía sujeto lo soltó y Jonathan se encontró de nuevo en un oscuro callejón de la Ciudad Oculta. El chico tardó unos segundos en volver a la realidad. Todavía respiraba entrecortadamente cuando se volvió hacia Emma y descubrió que ella había apartado la mirada.
—No debías mirarme a los ojos —susurró ella —No, no tenía que suceder así.

~Entrada~
Luces del Norte
(Philip Pullman)
—Es Polvo —repitió Lord Asriel —Queda impresionado como luz en la placa porque sus partículas afectan esta emulsión de la misma manera que los fotones afectan la emulsión de nitrato de plata. El motivo de que mi expedición se dirigiera primero al norte fue, en parte, comprobar esto. Como pueden ver, la figura del hombre resulta perfectamente visible. Ahora quisiera que se fijasen en la forma que tiene a su izquierda.
Indicó la forma borrosa de la figura más pequeña.
—Yo me figuraba que era el daimonion del hombre —apuntó el investigador.
—No, en aquel momento preciso tenía a su daimonion arrollado en torno al cuello en forma de serpiente. Esta figura que resulta apenas visible es un niño.
—¿Un niño amputado…? —apuntó alguien. Y por la manera de interrumpir la frase, demostró que se daba cuenta que no habría debido hacer el comentario.
Se hizo un profundo silencio. Lord Asriel respondió con voz tranquila.
—Un niño entero y, dada la naturaleza del Polvo, precisamente en esto estriba la cuestión, ¿no creen?

~Plato Fuerte~
Bitterblue
(Kristin Cashore)
—Bueno, supongo que sería más preciso decir que es un libro sobre palabras. Se conoce como «diccionario». Son pocos los intentos para hacer uno. La idea es hacer una lista de palabras y después escribir una definición para cada una de ellas. «Chispa» —enunció con grandilocuencia —una porción pequeña de fuego, como en «una chispa saltó del horno y prendió fuego a las cortinas». ¿Lo entiendes, Chispas? Una persona que lea mi diccionario podrá aprender el significado de todas las palabras que existen.
—Sí, he oído hablar de esos libros —comentó Bitterblue —Solo que, si se utilizan palabras para definir palabras, entonces uno no necesita realmente saber las definiciones para entenderlas, ¿no?
El regocijo de Zaf parecía ir en aumento.
—Y así es como Chispas, de un plumazo, se ha cargado el maldito libro de palabras de Teddren.

~Postre~
El caballero fantasma
(Cornelia Funke)
—Déjame seguir durmiendo, Jon Whitcroft —rogó con voz cansada —El sueño es lo único que brinda olvido cuando las tinieblas de tu vida te persiguen y añoras a quien amas.
Sus rasgos comenzaron a difuminarse como una foto desenfocada y toda su figura palideció.
¡No!
Quería aferrar su enguantada mano y sujetarlo, pero continué ahí parado sin moverme y sintiendo que el miedo, la soledad y la rabia regresaban, mientras la figura de Longspee se desvanecía en la oscuridad como la imagen de un sueño. No era más que un espejismo. ¡Producto del miedo y la nostalgia y la palabrería constante de Bonapart sobre Ricardo Corazón de León!
—Pero él te ha llamado a ti, no a Cheney.

(Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta").

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