Título: El príncipe de la niebla.
Autor: Carlos Ruiz Zafón.
Sinopsis: El nuevo hogar de los Carver está rodeado de misterio. En él aún se respira el espíritu de Jacob, el hijo de los antiguos propietarios, que murió ahogado. Las extrañas circunstancias de esa muerte sólo se empiezan a aclarar con la aparición de un diabólico personaje: el Príncipe de la Niebla [...]... (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).
Editorial de mi ejemplar: Editorial Planeta Mexicana S. A. de C. V. (a través de booket).
¿Qué les puedo decir? Aunque en ese momento solo fue un arranque, comencé a comprar algunas de las obras de Ruiz Zafón en cuanto su nombre se hizo un poco famoso por estos lares, aunque me tardé bastante en sacarlos de los pendientes. En el caso del que compete, fue el último que conseguí de la que llaman Trilogía de la Niebla, aunque parece que es el primero. Además, no pude conseguirlo en la misma edición que los otros dos, lo cual me molesta un poquito, me gusta tener las series del mismo tamaño y edición, así respeto el orden de mi anaquel a la hora de guardarlas. En fin, así es la vida.
La familia Carver se muda a un pueblo de la costa. Aunque el padre no lo dice de forma explícita, todos sospechan que es a causa de la guerra, que no tarda en llegar a esos lares. Así, todos se instanan en una vieja casa, abandonada por sus dueños tras la tragedia que les arrebató a su único hijo y sobre la que los lugareños apenas hablan. Sin embargo Max, el hijo varón de los Carver, acaba conociendo la historia... e involucrándose como no hubiera imaginado jamás.
En cuanto a personajes, Max (el protagonista) me cayó bien. Al menos con él no me aburrí ni acabé queriendo darle un zape, como pasó con su hermana mayor. Hay un par de personajes también que me agradaron, pero bueno, como Ruiz Zafón hizo de las suyas, mejor no ahondar en ellos. Y el gran malvado sí da algo de miedo, tal cual se espera de él.
Si recuerdan, lo primero que leí de Ruiz Zafón fue Marina y no quedé tan disgustada. Para ser novela dirigida al público juvenil, considero que no está tan mal, pues no se queda estancada demasiado en pasajes apacibles, sino que va más o menos rápido, lo suficiente para que un adolescente promedio no se aburra a la mitad. Con El príncipe de la niebla sentí eso mismo, aunque de una manera un poco menos genial. No malentiendan, es fascinante eso de hablar de un individuo que raya entre la leyenda y el horror, que es el culpable de casi todo lo raro y maligno de la trama, pero conforme se acerca a la resolución, siento que Ruiz Zafón empezó a enlazar todas las rarezas que había sacado como "pistas" de la forma que mejor le salió, pero el conjunto no acabara de funcionar. Quizá lo veo así por todo lo que he leído a lo largo de mi vida o porque de plano, esto no es mi estilo.
Por último, pero no menos importante, ¿ese final qué, Ruiz Zafón? ¡Eso no se hace! Suficiente tuve con Marina... (Bell sola se entiende, déjenla ser).
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima,
La familia Carver se muda a un pueblo de la costa. Aunque el padre no lo dice de forma explícita, todos sospechan que es a causa de la guerra, que no tarda en llegar a esos lares. Así, todos se instanan en una vieja casa, abandonada por sus dueños tras la tragedia que les arrebató a su único hijo y sobre la que los lugareños apenas hablan. Sin embargo Max, el hijo varón de los Carver, acaba conociendo la historia... e involucrándose como no hubiera imaginado jamás.
En cuanto a personajes, Max (el protagonista) me cayó bien. Al menos con él no me aburrí ni acabé queriendo darle un zape, como pasó con su hermana mayor. Hay un par de personajes también que me agradaron, pero bueno, como Ruiz Zafón hizo de las suyas, mejor no ahondar en ellos. Y el gran malvado sí da algo de miedo, tal cual se espera de él.
Si recuerdan, lo primero que leí de Ruiz Zafón fue Marina y no quedé tan disgustada. Para ser novela dirigida al público juvenil, considero que no está tan mal, pues no se queda estancada demasiado en pasajes apacibles, sino que va más o menos rápido, lo suficiente para que un adolescente promedio no se aburra a la mitad. Con El príncipe de la niebla sentí eso mismo, aunque de una manera un poco menos genial. No malentiendan, es fascinante eso de hablar de un individuo que raya entre la leyenda y el horror, que es el culpable de casi todo lo raro y maligno de la trama, pero conforme se acerca a la resolución, siento que Ruiz Zafón empezó a enlazar todas las rarezas que había sacado como "pistas" de la forma que mejor le salió, pero el conjunto no acabara de funcionar. Quizá lo veo así por todo lo que he leído a lo largo de mi vida o porque de plano, esto no es mi estilo.
Por último, pero no menos importante, ¿ese final qué, Ruiz Zafón? ¡Eso no se hace! Suficiente tuve con Marina... (Bell sola se entiende, déjenla ser).
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima,
¡¡Hola!!
ResponderEliminarEste libro es uno de los que tengo pendientes. Me leí La sombra del viento y Marina, y me gustaron muchísimo!
Mil besos,
Marina