Título: Los Reyes Malditos II. La Reina Estrangulada (en el idioma original, La Reine étranglée).
Autor: Maurice Druon.
Sinopsis: Francia, siglo XIV. La maldición que el gran maestre de los templarios lanzara a la cara del rey Felipe el Hermoso parece haberse hecho realidad. Intrigas palaciegas, batallas entre dinastías y guerras desastrosas se suceden y llevan a la corte, a los prelados, a los jueces, a los banqueros y hasta al propio rey a una situación desesperada. Todo ello será preámbulo de un crimen... [...] (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).
Editorial de mi ejemplar: Ediciones B (a través de byblos).
¿Qué les puedo decir? Bueno, aclarado que tengo la colección completa de la serie de Los Reyes Malditos, a nadie debería extrañar que me pusiera a leer enseguida lo que pasaba después de concluir con El Rey de Hierro. Además, adoro el tamaño tan práctico de estos libritos, en serio, son bastante fáciles de acomodar en el bolso (Bell sonríe como boba). Ya, a lo que venían...
Felipe IV el Hermoso ha muerto. Francia llora a un rey que supo llevar tanto paz como altos impuestos al pueblo que ahora debe ver en el trono al hijo mayor del fallecido, Luis de Navarra, apodado ya desde hace tiempo el Obstinado. El nuevo monarca no carga con buena reputación a cuestas, debido a lo ocurrido con su esposa, Margarita de Borgoña, encerrada en una prisión debido a su adulterio. Y eso no es todo: con el fallecimiento de Felipe el Hermoso, algunos no ven segura su permanencia en el poder, debido a las debilidades de Luis el Obstinado y a los intereses en juego.
Por un lado, los barones pretenden recuperar sus antiguos privilegios, muchos de ellos dejados atrás por Felipe el Hermoso en aras del bienestar del reino; por otro lado, los funcionarios que más se han preocupado por Francia al apoyar ciertas políticas del difunto, no ven la forma de doblegar a los nobles y mucho menos hacerles entender que gran parte de lo que pretenden, llevará a Francia a la ruina.
Para complicar las cosas, hay otros grupos que piensan en sus propios intereses y no saben a quién apoyar en esa lucha de poderes mal disimulada y por todos conocida. Cada facción usa las armas a su alcance para asegurar su bienestar, sin importarle quién salga mal parado en un futuro ni qué tan encumbrado esté aquel a quien quieran vencer.
Todo ello, de una forma u otra, no podría importarle menos a Margarita de Borgoña, prisionera como está junto a su prima Blanca; sin embargo, ignora que es el centro de ciertos asuntos que lo único que harán será complicar su, ya de por sí, frágil existencia.
La vida en Francia en aquellos tiempos, con un rey muerto y un sucesor que parece no dar el ancho, fueron oscuros y llenos de malestar para el pueblo llano, mientras los poderosos se enfrascaban en su tira y afloja por obtener lo que querían. Por increíble que parezca, algunos de los implicados sí pensaban en el porvenir del reino, aunque quizá los métodos para hacer algo realmente de provecho no fueron los mejores. Todo eso, en conjunto, llevó a ciertas personas a la desesperación, a llevar a cabo acciones rápidas y eficaces, pero quizá incorrectas, por ver cumplidos sus intereses. Pero como dice cierto personaje en esta entrega de la serie, "cualquier acto injusto, aun cometido por una causa justa, lleva en sí la maldición". ¿Qué les pasará a todos aquellos que han cometido vilezas para conseguir lo que deseaban?
Así, tras un montón de acusaciones, peleas, intrigas y un crimen ciertamente atroz (por algo se llama este libro La Reina Estrangulada), nos quedamos con la duda de si Luis X el Obstinado será un buen rey para Francia, o si acaso su falta de carácter y su evidente desinterés en comprender los asuntos del reino harán de él un soberano indigno de recordar. Supongo que lo averiguaré con la tercera parte, cuyo título es todo, menos alentador: Los Venenos de la Corona.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
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