~Entrada~
Guardianes de la
Noche
(Serguei Lukyanenko)
—Sveta, en aquella
ocasión en que te propusieron que te privaras de una parte de ti en aras de
prolongar la vida de tu madre, y te negaste… Estarás de acuerdo conmigo en que
tu reacción fue correcta… fue racional. ¿No es cierto? Sin embargo, ahora te
encuentras mal. Te encuentras tan mal que tal vez no habría valido la pena
haber actuado antes irracionalmente.
—Si no te marchas
ahora, ¿te sentirás mal después?
—Sí.
—Entonces
márchate, Antón. Pero… Regresa.
Me aparté de la
mesa y del té ya frío. El vórtice infernal se balanceaba sobre nosotros.
—Por supuesto que
volveré —dije —No todo está perdido. Créeme.
~Plato Fuerte~
Pecados de la
Noche
(Sherrilyn Kenyon)
—¿Cómo has hecho
para que avance la imagen y que se apague el DVD? —le preguntó, echando chispas
por los ojos y más frustrada que antes.
Alexion se encogió
de hombros
—Con el
pensamiento.
—¡Maldición!
—exclamó —Es alucinante. Supongo que eso me convierte en la mujer más
afortunada del mundo.
—¿Por qué?
—Porque he dado
con el único hombre del mundo que jamás preguntará: «Cariño, ¿dónde está el
control remoto?», ni pondrá la casa patas arriba buscándolo.
~Postre~
El chamito de
rulos
(Daniel J. Oropeza)
Lo presientes.
Abre la boca de nuevo y esta vez sí logra formar una leve y susurrante sílaba.
«La…». Lo presientes. Sus ojos de repente dejan de devolver el reflejo y ya
hace más de diez segundos que no parpadea. Su pecho dejó de subir y bajar de
manera frenética. Todo se convierte en confusión, no sabes qué hacer, no sabes
si correr o intentar hacer algo, no sabes si quedarte allí pasmado para toda la
vida. Intentas moverlo y en cuanto lo rozas levemente dejas caer un frasco
oscuro y que aún chorrea lentamente de un líquido que huele amargamente. De un
amargo olor a almendra.
Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".
No hay comentarios:
Publicar un comentario