Título: Buenos Presagios (en el idioma original, Goods Omens).
Autores: Neil Gaiman y Terry Pratchett.
Sinopsis: Según "Las Buenas y Acertadas Profecías de Agnes la Chalada Bruja" (el único libro fiable de profecías, escrito en 1655 antes de que ella explotara), el fin del mundo tendrá lugar el sábado. El próximo sábado, para ser exactos. Justo antes de la hora de cenar. Los ejércitos del Bien y del Mal se están agrupando, la Atlántida está resurgiendo, llueven sapos y los ánimos están algo alterados, así que... todo parece ajustarse al Plan Divino. De no ser por un ángel quisquilloso y un demonio buscavidas que han vivido a costa de los humanos desde el principio de los tiempos [...]. Y ¡vaya por Dios! ¡Parece que alguien ha hecho desaparecer al Anticristo! (Extracto de la descripción).
Formato: Digital (epub).
¿Qué les puedo decir? Este libro lo conocí por una reseña del blog Lee.Sueña.Vuela, y su sinopsis me pareció divertida. Entre eso, que tenía el libro en espera en Tarly desde quién sabe cuándo y que necesitaba leer en febrero "una comedia" para mi desafío "12 meses leyendo", pues era evidente que lo elegiría. Y más de una risa sí causa, de verdad.
Hace mucho, en el principio de los tiempos, Eva fue tentada, ¿les suena? Pero eso no nos interesa. La serpiente que empezó el asunto, un demonio enviado para "causar problemas allá arriba", protagoniza la primera escena de la historia, mientras conversa con el ángel que guarda una de las puertas del Edén. A través de su charla, nos damos cuenta que parece llevarse medianamente bien, sin agredirse, simplemente aceptando que cada uno actúa según su naturaleza, y preguntándose si es posible que, alguna vez, el demonio haga algo bueno y el ángel algo malo, aunque fuera por equivocación.
Después, en la era moderna, aunque once años antes de la historia principal, se ve que dos sujetos bastante peculiares esperan a un tercero, que llega en un auto bastante viejo que, sin embargo, funciona perfectamente. En fin, que los dos que esperaban le entregan al recién llegado un "paquete" que debe entregar puntualmente, nada menos que en un hospital lleno de "monjas satánicas" (por favor, ¿no es irónico? Unas monjas adoradoras de Satán...). Pero por un lío que sin querer propició el demonio mensajero, el "paquete" no es entregado con quien debe ser. Y no es cualquier cosa: se trata nada menos que del Anticristo.
Así, poco después, el demonio "mensajero", que responde al nombre de Crowley (al menos en este momento) se encuentra tranquilamente con un personaje que también nos es conocido: se trata de aquel ángel con quien conversó después de tentar a Eva, llamado Azirafel, sobre el mundo, lo que les espera cuando el Anticristo recién llegado a la Tierra cumpla once años, por lo que deciden sabotear al pobre niño para que no acabe con el mundo que, para su sorpresa, han aprendido a querer en más de seis milenios. Pero es en esa "carrera contrarreloj" cuando se dan cuenta del embrollo ocurrido hace años, así que no les queda más remedio que investigar lo acontecido, para salvar al mundo antes del siguiente sábado.
Confieso que una historia que narra un supuesto Apocalipsis, en principio, no produce una sensación agradable. Es decir, ¿quién querría leer el posible final del mundo? Pero cuidado, no crean que Buenos Presagios se trata simplemente de encontrar al Anticristo correcto e impedir el ya mencionado Apocalipsis. ¿Qué sería del fin del mundo sin profetas que lo anunciaran? ¿Qué sería de lo sobrenatural sin cazadores de brujas venidos a menos? ¿Qué sería del Anticristo si no lo acompañan los Jinetes del Apocalipsis (transformados en esta historia en motociclistas bastante peculiares)? Esas y otras preguntas igual de interesantes (aunque algunas sí son un poco tontas) las resuelven Gaiman y Pratchett de manera que no solo es entretenida, sino cómica de verdad.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
Hace mucho, en el principio de los tiempos, Eva fue tentada, ¿les suena? Pero eso no nos interesa. La serpiente que empezó el asunto, un demonio enviado para "causar problemas allá arriba", protagoniza la primera escena de la historia, mientras conversa con el ángel que guarda una de las puertas del Edén. A través de su charla, nos damos cuenta que parece llevarse medianamente bien, sin agredirse, simplemente aceptando que cada uno actúa según su naturaleza, y preguntándose si es posible que, alguna vez, el demonio haga algo bueno y el ángel algo malo, aunque fuera por equivocación.
Después, en la era moderna, aunque once años antes de la historia principal, se ve que dos sujetos bastante peculiares esperan a un tercero, que llega en un auto bastante viejo que, sin embargo, funciona perfectamente. En fin, que los dos que esperaban le entregan al recién llegado un "paquete" que debe entregar puntualmente, nada menos que en un hospital lleno de "monjas satánicas" (por favor, ¿no es irónico? Unas monjas adoradoras de Satán...). Pero por un lío que sin querer propició el demonio mensajero, el "paquete" no es entregado con quien debe ser. Y no es cualquier cosa: se trata nada menos que del Anticristo.
Así, poco después, el demonio "mensajero", que responde al nombre de Crowley (al menos en este momento) se encuentra tranquilamente con un personaje que también nos es conocido: se trata de aquel ángel con quien conversó después de tentar a Eva, llamado Azirafel, sobre el mundo, lo que les espera cuando el Anticristo recién llegado a la Tierra cumpla once años, por lo que deciden sabotear al pobre niño para que no acabe con el mundo que, para su sorpresa, han aprendido a querer en más de seis milenios. Pero es en esa "carrera contrarreloj" cuando se dan cuenta del embrollo ocurrido hace años, así que no les queda más remedio que investigar lo acontecido, para salvar al mundo antes del siguiente sábado.
Confieso que una historia que narra un supuesto Apocalipsis, en principio, no produce una sensación agradable. Es decir, ¿quién querría leer el posible final del mundo? Pero cuidado, no crean que Buenos Presagios se trata simplemente de encontrar al Anticristo correcto e impedir el ya mencionado Apocalipsis. ¿Qué sería del fin del mundo sin profetas que lo anunciaran? ¿Qué sería de lo sobrenatural sin cazadores de brujas venidos a menos? ¿Qué sería del Anticristo si no lo acompañan los Jinetes del Apocalipsis (transformados en esta historia en motociclistas bastante peculiares)? Esas y otras preguntas igual de interesantes (aunque algunas sí son un poco tontas) las resuelven Gaiman y Pratchett de manera que no solo es entretenida, sino cómica de verdad.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
Me encantó!!!! :D
ResponderEliminarY muy honrada por esto :)
Besito