miércoles, 13 de enero de 2016

Describiendo a... (CXXXII)

Título: El asesinato del profesor de matemáticas.

Autor: Jordi Sierra i Fabra.

Sinopsis: Un profesor propone a sus alumnos un juego como examen para aprobar las matemáticas. El viernes por la tarde, el profesor muere, pero, antes de fallecer, comenta a sus alumnos que el sobre que hay en su bolsillo les indicará cómo buscar a su asesino. No deben fallarle... (De la contraportada de mi ejemplar).

Editorial de mi ejemplar: Grupo Anaya S. A. (a través de la colección El Duende Verde).

¿Qué les puedo decir? Les he hablado de mis "arranques por barato", ¿verdad? Sí, esos libros que quizá jamás se me ocurriría comprar si no estuvieran a bajo precio (además de ser increíblemente curiosos). Así la cosa, vi un par de veces el que nos compete, sobre todo pensando en que es una verdad universal eso de que la gente, en algún momento de su vida estudiantil, quiso asesinar al docente de matemáticas. Así las cosas, cuando lo vi una tercera (o cuarta, quién sabe) vez, caí en tentación y aquí lo tienen.

Una clase cualquiera, niños ansiosos por las próximas vacaciones de verano, son despachados por el profesor de matemáticas, a excepción de tres de ellos: Adela, Luc y Nico. Al parecer, ellos tres son los únicos que no parecen poder aprobar la asignatura, lo cual les echaría a perder el verano. El profesor Romero, convencido de que lo de esos tres es solo mala disposición hacia los números, tras charlas con ellos un par de veces (primero cuando los retiene en el aula, luego fuera de ella), decide darles una última oportunidad. ¿Cuál es el problema, entonces? Que justo después de eso, los tres chicos lo ven morir. Sí, tal como dije, morir.

Si les soy sincera, cuando lo compré no tenía ni idea de qué iba a toparme. Por ciertas notas, descubrí luego que es un libro que apoya a la docencia, lo cual salta a la vista con los problemas de lógica y matemáticas que salen a cada momento. Lo bueno de este libro, además de ser sencillo, es que te divierte, o al menos a mí me hizo gracia. Supongo que lo narrado allí me recordó a mis días de estudiante, con amigos que eran iguales a Adela, Luc o Nico, quienes sentían que las mátemáticas no eran para ellos.

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.

(Leído en 2015)

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