miércoles, 18 de julio de 2012

Describiendo a... (XXV)

Título: Almacén de Antigüedades (en el idioma original, The Old Curiosity Shop)

Autor: Charles Dickens.

Sinopsis: [...] La pequeña Nell Trent vive con su abuelo, a quien asiste con devoción, en el triste ambiente de una tienda de antiguallas, donde su juventud contrasta con la polvorienta decadencia de los objetos que allí se guardan. El abuelo, reducido a la miseria por un yerno derrochador y por las exigencias del disoluto hermano de Nell, Fred, pide dinero prestado a Daniel Quilp y le incita secretamente al juego con la vana esperanza de rehacer una fortuna para bien de Nell. [...] (Extracto del prólogo de mi ejemplar).

Editorial de mi ejemplar: Editorial Porrúa, S.A.

¿Qué les puedo decir? Esta no es una de las obras más conocidas de Dickens, al menos no para mí. Las obras que me venían a la cabeza al escuchar el apellido del famoso autor inglés eran, casi siempre, Un Cuento de Navidad, Grandes Esperanzas y Oliver Twist (aunque esta última con muy poca frecuencia). Un día, me dieron ganas de buscar datos del autor y sus obras, ya que me andaban recomendando leer David Copperfield, y en lugar de eso me topé con un relato casi pormenorizado de la sensación que fue, en su momento, Almacén de Antigüedades. Entonces leí superficialmente y sin mucho interés de qué trataba, pero me picó la curiosidad, comencé a buscar el libro y, como en mi ciudad no lo hallaba, lo terminé ordenando en línea (a un precio bastante accesible, debo reconocerlo, para ser una novela no muy común en español).

Todo comienza con un desconocido narrando que le encanta dar paseos al atardecer, observando a los transeúntes de las calles londinenses de mediados del siglo XIX (allá por el año mil ochocientos y pico). De pronto se topa con una chiquilla muy bonita que dice haber hecho un encargo pero se extravió, así que el caminante se ofrece a orientarla hasta su casa, ubicada en la parte posterior de una tienda de antigüedades de la cual es dueño el abuelo de ella. El caminante la acompaña al interior, se entera que se llama Nell y también, de cierta forma, que vive contenta (cosa que dudó al hallarla sola y lejos de casa). Así, el buen samaritano se retira, dejando que sean los personajes recién conocidos "quienes narren la historia" y no se sabe más de él.

Conforme pasan los capítulos, nos vamos enterando que Nell tiene un hermano mayor, Fred, que es un muchacho que se la pasa de vago, en busca de fortuna fácil, y hostiga a su abuelo para que le dé dinero, cosa que el anciano no hace por no alentar sus vicios... y porque no tiene dinero. Pensando en procurarle un futuro mejor a Nell, el abuelo pidió prestado a un individuo bastante desagradable, Daniel Quilp (al que casi toda la novela se la pasan designando como "el enano") y se lo jugaba cada noche con tan mala suerte que lo perdió todo. El anciano enfermó, quedó algo mal de la cabeza y entre una cosa y otra, él y Nell deciden dejar la tienda, lanzándose a la peregrinación por el campo.

A ver, ¿alguien más ha leído un libro de Dickens? Espero que sí, porque en ese caso comprenderán por qué no esperaba una cosa amena al principio. Durante más o menos la primera mitad del libro, me resultó tedioso, ya que además de narrarse lo que le ocurría a Nell en compañía de su abuelo, salían algunos capítulos dedicados a otros personajes (al malvado Quilp, por ejemplo, o al dependiente de la tienda de antigüedades, un chico llamado Kit). Así pues, me preguntaba "¿y todo esto qué tiene que ver con Nell y su abuelito?". Ah, lo fui descubriendo después, cuando el libro (al menos para mí) se tornó medianamente interesante. A medida que avanzaba, esperaba con más ansias el final, esperando que el spoiler que leí hacía tanto hubiera sido... no sé, una de esas publicaciones engañosas de internet (ya ven que no abundan... Nótese el sarcasmo). Sin embargo, llegado el momento de leer el mentado final, comprobé la veracidad del spoiler, e imaginando lo que debió causar en su año de publicación (entre 1840 y 1841, en formato de entregas), no sé cómo Dickens se atrevía a salir a la calle, seguro muchos querían darle la queja (por mencionar lo menos malo).

Pese a un principio un tanto confuso, la novela no deja de ser buena y aunque sé que, como a mí, varios hallarán el final un tanto decepcionante, no pueden negarme que era de esperarse, pues se dan unas cuantas señales de ello. Por otro lado, ¡hablamos de Dickens! Que yo sepa, ese hombre no escribía muchos finales "felices" (el único que me ha tocado a mí, hasta la fecha, ha sido el de Un Cuento de Navidad), pero tengo entre mis pendientes El Grillo del Hogar e Historia de Dos Ciudades, espero cambiar mi concepto del pobre hombre (al que por cierto, le birlé el apellido para un personaje de apoyo en la Saga HHP, jajajaja).

Nota aparte: Porrúa tiene la costumbre curiosa (por no decir irritante) de "traducir" los nombres de pila, cosa que según tengo entendido, no es correcto hoy en día. Así pues, en mi ejemplar encuentro a Nell como "Elena", a Kit como "Cristóbal", a Fred como "Federico" y un largo etcétera. Quiero suponer que se debe a que la edición de mi ejemplar es algo vieja, pero recordando que en preparatoria leí, de esa misma editorial, El Conde de Montecristo y Los Tres Mosqueteros, con el mismo detallito... Pues ya se imaginarán mi incomodidad. Si se hace a un lado ese pequeño detalle, creo que Porrúa conservó lo esencial al traducir, haciendo de Almacén de Antigüedades uno de esos libros que vale la pena leer, más si te gusta el estilo de Dickens.

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.

2 comentarios:

  1. Sí, Porrúa hace eso :) no en todos sus libros. Yo al menos me fumé Mujercitas con los nombres traducidos y fue hjdgfd.

    En cambio, no están traducidos en las ediciones más nuevas, como la de Jane Eyre y la de Cumbres.

    Pues mira, sobre el libro, a mí Dickens me duerme en cualquier otra cosa que no sea un cuento de navidad. Oliver Twist me saca de quicio y... no he tocado nunca más en mi vida a Dickens. Hace poco me leí Oliver Twist en versión original para la clase de inglés y casi lloro de esa desesperación que me produce Dickens >.<

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  2. A diferencia de ti y de Nea, no he leído nada de Dickens, sé que debería haberlo leído (sobretodo porque me lo mandaban en la clase de Literatura) pero no, malas experiencias con la literatura antigua -______-

    Tendré en cuenta al ilustre para compras futuras, debo empezar a introducirme en el mundo de los clásicos =)

    Sobre "Almacén de Antigüedades" he de decir que tiene una sinopsis que causa curiosidad, además del final que mencionas tan impactante para la época.

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