sábado, 15 de junio de 2013

Tinta a la Carta XLIII: Comida en cinco tiempos

~Aperitivo~
Riesgo Calculado
(Katherine Neville)
—Ah, Lee —le llamé, cuando llegó a la puerta —¿Ha hablado ya de este problema con Kislick Willingly?
—Todavía no —contestó en tono precavido —Usted es la primera persona a la que he acudido.
—Perfecto. Ahora son sus sistemas, así que debería estar informado; pero quizá sea mejor no alarmar a nadie por el momento, hasta que haya descubierto dónde está el problema.
La diminuta semilla de duda sembrada sobre Kiwi se propagaría sin remedio, como el fuego, por las ágiles neuronas del departamento de Auditoría. Los auditores eran desconfiados por naturaleza, de lo contrario no serían auditores.

~Entrada~
Verde
(Ted Dekker)
—¿La variedad Raison B?
—Una mutación del virus que puso patas arriba al mundo entero hace treinta años. No es de transmisión aérea. Pero no hay antivirus conocido. Si nos inyectamos con ella…
—Tu madre se verá obligada a usar la sangre de Thomas, porque demostró ser resistente al virus original —le terminó la frase Billy —¿Y si no tiene la sangre? ¿O si no funciona?
Janae alargó la mano hacia la garrafa y expresó lo que él ya sabía, porque una cosa así se debía expresar en voz alta.
—Entonces ambos moriremos.

~Plato Fuerte~
Choque de Reyes (Canción de Hielo y Fuego II)
(George R. R. Martin)
También se enteró que los hermanos del rey Robert, Stannis y Renly, habían entrado en la guerra.
—Y los dos se dicen reyes —comentó Weese —Ahora hay más reyes en el reino que ratas en un castillo.
Hasta los hombres de los Lannister se preguntaban cuánto tiempo podría defender Joffrey el Trono de Hierro.
—El chico no tiene ejército, solo a los capas doradas, y los que gobiernan son un eunuco, un enano y una mujer —le oyó decir a un señor menor que estaba algo borracho —¿De qué le van a servir en una batalla?

~Entremés~
Cazadores de Sombras 1. Ciudad de Hueso
(Cassandra Clare)
—¡Lo atrapé!
Clary se volteó y vio a Jace sentado encima del intruso; éste estaba boca abajo y con los brazos alzados sobre la cabeza. Jace le agarró la muñeca.
—Va, veamos tu cara…
—Quítate de encima, imbécil presuntuoso —gruñó el intruso, empujando a Jace.
Forcejeó hasta quedar sentado a medias, con los maltrechos lentes torcidos.
Clary se detuvo en seco.
—¿Simon?
—¡Ah, cielos! —exclamó Jace con un deje resignado —Y yo que realmente esperaba haber atrapado algo interesante.

~Postre~
Harry Potter y el Príncipe Mestizo
(J.K. Rowling)
Fudge trató de sonreír, pero sin éxito; daba la impresión de que tenía dolor de muelas. Scrimgeour empezó a hurgar en su bolsillo buscando el misterioso polvo que hacía que el fuego se volviera verde. El primer ministro los miró con gesto de impotencia y entonces, por fin, se le escaparon las palabras que llevaba toda la noche intentando contener.
—¡Pero si ustedes son magos, qué caramba! ¡Ustedes saben hacer magia! ¡Seguro que pueden solucionar cualquier situación!
Scrimgeour volvió despacio la cabeza e intercambió una mirada de incredulidad con Fudge, que esta vez sí logro sonreír y dijo con voz amable.
—El problema, primer ministro, es que los del otro bando también saben hacer magia.

Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas de "Tinta a la Carta".

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