Nombre: Juan II el Bueno.
Libro de origen: Los Reyes Malditos VII. De cómo un Rey perdió Francia (en el idioma original, Quand un Roi perd la France), de Maurice Druon.
Consigna que cumple: #23, Personaje tonto.
¿Por qué cumple esta consigna? Juan tiene como antecedentes una madre con un sentido de la crueldad francamente preocupante y un padre que se apoyaba en cualquiera con más cerebro que él para gobernar. Al convertirse en monarca, Francia no pasaba por un buen momento, y de alguna forma, sus decisiones no hicieron sino empeorar la situación. Sinceramente, muchos de aquellos que lo rodeaban y algunos que, además, lo servían, no comprendían cómo era que seguía vivo, si cometía un error tras otro, varios de ellos sin mucho sentido... para una persona medianamente inteligente.
Frente al desastre, el rey Juan pareció buscar a un culpable a su alrededor, aunque en realidad él era el único. Pero el arcipreste estaba allí, tocado con su sombrero de hierro, y la terrible cólera dispuesta a explotar permaneció guardada bajo el yelmo real. Pues Cervole era sin duda el único hombre del ejército que no hubiera vacilado en decirle al rey: «Ved vuestra estupidez, señor. Os había aconsejado poner minas, en lugar de construir estos grandes andamios que hace más de cincuenta años que no se usan. Ya no estamos en tiempos de los templarios, y esto es Breteuil, no Jerusalén.»
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