Título: Mandrágora.
Autor: Laura Gallego García.
Sinopsis: Cornelius, el sabio de la corte del rey Héctor, desaparece en extrañas circunstancias. Se busca un sustituto inmediato. El erudito Zacarías llega a la corte acompañado de su hija, la joven aprendiz Miriam. En las sombras, alguien conspira contra el rey para derrocarlo y apoderarse del reino. [...] (Extracto de la portada de mi ejemplar).
Editorial de mi ejemplar: Pearson Educación, S.A.
¿Qué les puedo decir? Esta no es una de las obras más conocidas de Gallego García, al menos eso creo, porque no sabría de ella si no hubiera ido a fisgonear la página de su autora y claro, leído el Menú de Nea donde citan la novela. Además, no es fácil de hallar a la venta en México, así que fue un verdadero milagro que una de las librerías donde ordeno en línea dijera que lo tenía, ¡y no muy caro! Así que aquí va.
Un prólogo bastante conciso nos da a conocer a un personaje oscuro que ha recorrido lejanos sitios y tratado con una de las peores ciencias con tal de cumplir con sus objetivos. Parece decidido y, al mismo tiempo, asustado. Sin embargo, es tarde para detener lo que ha comenzado y lo lleva a cabo hasta el final.
La novela en sí da inicio cuando los reyes Héctor y Leonora discuten sobre el abandono de la torre del sabio desde que éste, de nombre Cornelius, se deja de ver. Así, pensando que quizá haya partido de viaje indefinidamente, la reina convence al rey para que busquen a alguien que se ocupe de lo que hacía Cornelius, por lo que manda convocar a otro sabio, llegando finalmente Zacarías, dispuesto a cubrir el puesto siempre que le permitan conservar a su lado a su aprendiz, su propia hija Miriam. Pero la reina, considerando que la joven debe comportarse como cualquier doncella, la manda a una habitación retirada de la de su padre, al tiempo que se unirá al séquito de la princesa Ángela intentando comportarse como la dama que no es.
Siendo sincera, esta obra me dejó con la sensación de que todo se concentra en el conflicto en turno y poco se ahonda en su protagonista. Es decir, si tenemos a una chica que sueña cosas raras mientras se enamora de alguien que no la nota y a su vez, intenta encajar en un ambiente que no tiene ninguna relación con ella, una esperaría leer un poco más de eso, alguna escena que explique ciertos puntos, pero no. Lo principal es descubrir el misterio (primero, por qué Cornelius desapareció y segundo, en qué se había metido), pero ni siquiera aquí queda muy clara la razón para que Zacarías se empeñe en averiguar qué pasó (eso se sospecha hasta mucho después). Y mientras, Miriam debe decidir si quiere ser una perfecta doncella, una sabia inteligente o quizá algo más.
En conclusión, sigue gustándome Gallego García, pero este libro en particular me dejó con ganas de saber más cosas. Sobre todo con semejante epílogo (Bell rueda los ojos). He dicho.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
(Leído en 2013)
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