Título: Los Borodin VI. Furia y fortuna (en el idioma original, Fortune and Fury).
Autor: Christopher Nicole.
Sinopsis: [...] Diana Hayman había desaparecido, en su viaje por Europa [...]. Solo su tío John Hayman [...], sospechaba que había sido atraída a Moscú por la infame Anna Ragosina [...], como un acto de venganza hacia él [...]. Simultáneamente, luego de casi 30 años de mandato en la Rusia soviética, la integridad de Stalin estaba en riesgo y él temía por su vida. (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).
Editorial de mi ejemplar: Selector, S. A. de C. V.
¿Qué les puedo decir? Por fin, ¡por fin!, terminé con Los Borodin. Debido a ciertas circunstancias, duré con esta serie más de lo que esperaba, pero este es el tomo final y creo que ya era hora. Es lo que se gana una si lee una serie demasiado larga de un tirón, que puede sentirse harta aunque la historia en sí sea buena.
Diana Hayman, descendiente de algunos de los primeros protagonistas de la serie Los Borodin, sabe que su posición en el mundo es mejor que la de muchos otros, como única heredera de la empresa familiar. Al hacerse mayor, decide abandonar la comodidad de su vida en Nueva York y pasar una temporada estudiando en Europa con una amiga, aunque de algún modo, termina involucrada con ciertas personas y un plan demasiado peligroso. El alcance de ello la llevará a Moscú, a un país que algunos de sus parientes no quieren volver a pisar en lo que les resta de vida, y se desvanece sin dejar rastro. La situación llama la atención de su tío, John Hayman, quien trabajando para una peculiar agencia gubernamental encubierta, quiere rescatarla lo más pronto posible... pues sospecha que está en más peligro del que otros creen.
El repaso de la historia en los cincuentas viene de la mano de Los Borodin VI, pues hacen apariciones ocasionales los gobernantes de esos tiempos: por un lado Stalin, quien de hecho lleva años como líder de la (ahora extinta) Unión Soviética; por otro lado, un par de presidentes estadounidenses a los cuales tiendo a confundir, aunque estoy segura que uno de ellos era Truman (Bell hace reverencias si se está equivocando de apellido). Debido al estatus social y económico de varios de los personajes centrales, es posible que autor nos mostrara a los líderes políticos de aquel entonces, aunque no estoy segura de qué tan exactas sean las representaciones.
Por otro lado, la trama es una sucesión de acontecimientos que a cualquier simple mortal, podrían parecerles inverosímiles, pero sospecho que en esa época (y quizá en la actual) no lo son tanto. Algunas son acciones que pocos podrían llegar a ejecutar de no estar en las altas esferas del poder; además, hace que una vea lo fácil (o increíble, como prefieran tomarlo) que le resulta precisamente a esos tipos con poder el torcer todo a su favor. Como cosa buena, diré que a veces me gustaba ese poder y su uso, porque en caso contrario, habría situaciones que no terminarían bien. Sin embargo, en otras escenas sentía que era abusar demasiado de la buena fortuna de algunos personajes, ¿no les ha pasado? Porque si la respuesta es afirmativa, sabrán de lo que estoy hablando.
Y sí, por si no había quedado claro, la saga me gustó en su mayor parte, así que la recomiendo.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
Diana Hayman, descendiente de algunos de los primeros protagonistas de la serie Los Borodin, sabe que su posición en el mundo es mejor que la de muchos otros, como única heredera de la empresa familiar. Al hacerse mayor, decide abandonar la comodidad de su vida en Nueva York y pasar una temporada estudiando en Europa con una amiga, aunque de algún modo, termina involucrada con ciertas personas y un plan demasiado peligroso. El alcance de ello la llevará a Moscú, a un país que algunos de sus parientes no quieren volver a pisar en lo que les resta de vida, y se desvanece sin dejar rastro. La situación llama la atención de su tío, John Hayman, quien trabajando para una peculiar agencia gubernamental encubierta, quiere rescatarla lo más pronto posible... pues sospecha que está en más peligro del que otros creen.
El repaso de la historia en los cincuentas viene de la mano de Los Borodin VI, pues hacen apariciones ocasionales los gobernantes de esos tiempos: por un lado Stalin, quien de hecho lleva años como líder de la (ahora extinta) Unión Soviética; por otro lado, un par de presidentes estadounidenses a los cuales tiendo a confundir, aunque estoy segura que uno de ellos era Truman (Bell hace reverencias si se está equivocando de apellido). Debido al estatus social y económico de varios de los personajes centrales, es posible que autor nos mostrara a los líderes políticos de aquel entonces, aunque no estoy segura de qué tan exactas sean las representaciones.
Por otro lado, la trama es una sucesión de acontecimientos que a cualquier simple mortal, podrían parecerles inverosímiles, pero sospecho que en esa época (y quizá en la actual) no lo son tanto. Algunas son acciones que pocos podrían llegar a ejecutar de no estar en las altas esferas del poder; además, hace que una vea lo fácil (o increíble, como prefieran tomarlo) que le resulta precisamente a esos tipos con poder el torcer todo a su favor. Como cosa buena, diré que a veces me gustaba ese poder y su uso, porque en caso contrario, habría situaciones que no terminarían bien. Sin embargo, en otras escenas sentía que era abusar demasiado de la buena fortuna de algunos personajes, ¿no les ha pasado? Porque si la respuesta es afirmativa, sabrán de lo que estoy hablando.
Y sí, por si no había quedado claro, la saga me gustó en su mayor parte, así que la recomiendo.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
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