sábado, 24 de diciembre de 2016

Tinta a la Carta XCIV: Merienda en cuatro tiempos

~Aperitivo~
Matemática… ¿estás ahí?
(Adrián Paenza)
Empezar a disfrutar de pensar, de tener un problema, de regodearse aun cuando uno no puede encontrar la solución pero lo tiene como un desafío, es una tarea de los docentes. Y no es solo un problema utilitario. No abogo por eso tampoco; no pretendo que alguien haga una lista de potenciales usos para convencer a la audiencia. No. Hablo de la magia de poder pensar, seducir mostrando lo que se ignora, desafiar a la mente.
Eso es lo que no tiene la matemática: no tiene quién la defienda.

~Entrada~
Memoria
(Leonardo Patrignani)
—Estoy asombrada por tu demostración, Marco […], pero no entiendo de qué sirve todo esto. Y no me interesa demasiado. Me parece estar en una cárcel, ¡menuda salvación! No tengo intención de jugar con la mente de las personas. ¿Para qué, además?
—Qué va, no…
—Todo lo que vemos no es real. ¿Me equivoco? ¿De qué me sirve robar de las mentes de los otros los mapas de todo el mundo, si nada de lo que veo existe de verdad? Aquella persona de allí —dijo Jenny extendiendo el brazo y apuntó el dedo hacia una señora sentada leyendo un periódico en un banco— no existe. Está ahí porque es el recuerdo de alguien, quizá ni siquiera nuestro, quizá del viejo con el perro. ¿Para qué lo quiero? Este mundo no tiene futuro. Nosotros no tenemos futuro.
Marco la miró en silencio durante un momento, mientras Alex agachaba la cabeza. Las palabras de Jenny tenían un fondo de indiscutible verdad.

~Plato Fuerte~
Susurros
(A. G. Howard)
No estamos locas. Debería sentirme aliviada.
Pero algo más está ocurriendo, algo inverosímil.
Si las voces son reales, sigue sin tener sentido que Alison insista en vestirse como Alicia. Por qué chasquea la lengua. Por qué se enfurece sin razón. Esas cosas son las que hacen que parezca una loca. Hay tantas preguntas que quiero hacer… pero las descarto, porque tengo otra duda más importante.
—¿Por qué nuestra familia? —pregunto—. ¿Por qué nos está pasando esto?
La cara de Alison se entristece.
—Es una maldición.

~Postre~
Ojos violeta
(Stephen Woodworth)
—¿Señora Lindstrom?
Sorprendida, la mujer se incorporó y lo miró con recelo.
—Siento molestarla —estuvo a punto de darle la mano, pero se la metió en el bolsillo—. Soy el agente especial Dan Atwater, de la Unidad de Apoyo para la Investigación del FBI. Ha sido… toda una actuación.
Ella volvió a hundirse en el sofá.
—Si usted lo dice.
Él se arrodilló hasta situarse casi a la altura de sus ojos.
—Sé que debe estar cansada, pero necesitamos su ayuda en uno de nuestros casos. Cuando se entere de los detalles, creo que aceptará…
—Conozco los detalles —la joven movió los ojos para mirar los de él—. Ellos me lo han contado.

Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".

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